Sentí como si hubiese muerto por unos segundos, me sentía impaciente y un tanto impactado. Tenía ganas de que dejara su silencio de lado y me dijera rápidamente que habían decidido. Pero sabía que la noticia no era buena por el ceño fruncido de su rostro, no obstante, debía afrontarla como se debía.
– Escucho atento –Respondí, allí de pie frente a él.
Cameron sin ser lo suficiente agradable y social, me daba la impresión de que no podía contarme lo acordado así como así. Era como si le doliera, como si, en el fondo de el... no quisiera hacerme daño ni a mí, ni a Emily. Sentía que por alguna razón o circunstancia se pusiera en mi lugar. Tal como si el lastimado fuera a ser el.
– Te han restringido Christian, han puesto una orden de alejamiento entre tú y Emily. No puedes acercarte a ella, no puedes verla siquiera. Christian, no volverás a ser su cuidador y/o protector en un largo periodo... Lo peor de todo, es que ese periodo en estos momentos está indefinido.
Si hubiera tenido corazón, se habría detenido, si hubiera tenido sentimientos como los mortales... se habrían despedazado; si hubiera tenido nervios, habría sufrido una crisis de pánico.
No lo puedo creer.
Mis errores me atormentan y no paran. Cada vez que creo que todo va bien pasa algo y lo destruye todo... Una orden de alejamiento es casi tan igual como si Emily hubiese muerto, ya que es un dolor incansable del separarse de una persona con las que has vivido tantas experiencias. Una persona que no pudiste ayudar cuando te necesito.
– Y eso no es todo –me indicó Cameron haciendo una mueca–, hay alguien a quien debes conocer.
Se levantó de su silla y caminó hacia un lado de un gran armario de oro, puso sus palmas en el costado de éste y empujó. Tras el armario había un portal meciéndose apegadamente a la pared , era un circulo de no más de treinta centímetros aureolado en el cual, en su interior, habían centenares de puntos blancos en un espacio indeterminado de color negro. Era casi tan semejante al cielo nocturno que me podía imaginar las constelaciones, aquellas que podía ver de tan cerca cuando volaba.
Entonces tomó los extremos del portal y los estiro como si fuera una goma de mascar o algo más bien gelatinoso. La circular sustancia cedió y la agrandó como del porte de una persona adulta quedando ovalada.
Un chasquido se escuchó de los dedos de Camerón y el portal fue atravesado por un ángel creando un ruido estrepitoso parecido al de un cristal haciéndose pedazos. Descendió e hizo desaparecer sus largas y plumosas alas de color marrón terminadas en un blanco crema. No pude reconocerle el rostro hasta que se apartó hacia un lado el largo y negro cabello que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Era Kendall.
A Kendall lo había conocido en uno de los entrenamientos para ser ángel guardián. Nos habían juntado a todos los ángeles en un solo lugar con el objetivo de competir entre los distintos bloques en los que se entrena. Durante el transcurso de la competencia nos conocimos, combatimos hasta que los dos quedamos rendidos, luego preferimos luchar juntos. Llegamos a la meta y no pudimos rivalizar entre nosotros, éramos lo bastante hábiles y los suficientemente cercanos para ser solo uno el ganador. Desde ese día habíamos seguido juntándonos para pelear y luego charlar, hasta que tome el rango de ángel guardián antes que él y las juntas acabaron. Le dedique el cien por ciento de mi tiempo al labor de guardián, al fin y al cabo sucedió lo mismo que con Sophia.
Kendall me sonrió.
– Así que por fin te encuentro –Me dijo Kendall–. Tanto tiempo sin vernos.
No sabía si este reencuentro iba a ser bueno o malo, tampoco tenía claro el porqué de su llegada ni mucho menos porqué él. Pero me hacía una idea de lo que estaría de suceder.
– Christian –Hablo Cameron–, no sabía que se conocían y de antemano de pido perdón por semejante equivocación al elegir al personal. Pero Kendall, ha sido uno de los mejores ángeles guardianes para su generación, ha ayudado como se debe a cada humano y han llegado casi todos a morir por vejez. Su labor es extraordinario.
No... Esto no puede estar pasando.
–Por consecuente te digo entonces, que el cargo de Emily pasará directamente al ángel guardián Kendall.
Luego de dichas palabras, Cameron dio una amplia sonrisa.
– Y por supuesto te hemos otorgado la dicha de tener a un nuevo humano.
– ¿A mí? –Le pregunté– ¿Cómo es que me destituyen de mi cargo y me entregan uno nuevo así como así? Es decir, entiendo que he cometido un error y aunque aborrezco el hecho de que Emily sea cuidada y/o protegida por otro ángel guardián... No te ofendas Kendall, haces un gran trabajo... –Le susurré girándome a él y luego me voltee nuevamente a Cameron– ¿Como ustedes los cinco ángeles, me dan un nuevo humano sabiendo que soy propenso a cualquier desgracia?
–No te preocupes, lo hemos tomado en cuenta. Tu nuevo humano es una persona mayor y en un tiempo más morirá, pero no se sabe cuándo. Durante todo el tiempo que aún este con vida, Emily estará a cargo de Kendall y tú no te podrás acercar. Finalmente, cuando tu humano muera, se realizará una nueva asamblea y se tomará la decisión de si sigues encargándote de Emily, o se te designará un nuevo humano. Cabe mencionar que hay probabilidad de que se decida que tu no vuelvas a ser ángel guardián. Tenlo en cuenta.
– ¡¿Cómo que podría no volver a ser ángel guardián?! –Le grité sin un autocontrol. La noticia me había llegado como una flecha.
–Si el anciano muere por tu culpa, serás destituido de tu cargo de guardián. Esta es tu última alternativa Christian, no la desaproveches... esto depende de ti.
En ese momento no podía asimilar lo que me estaban diciendo, era difícil saber lo que pasaría en un futuro. Todo era tan enredado y fuera de los planes que un día tuve que se me hacía imposible comprender hasta que punto cambiaría todo. ¿Cómo era posible que me separaran de Emily? He pasado por muchas cosas para llegar a este cargo, no me la podían arrebatar así como así. No ahora.
Tengo que encontrar la manera de que Kendall cometa un error. Debo hallar la forma de volver a estar con Emily, porque yo la debo cuidar. La conozco desde que nació, se todo de ella... nadie más es el indicado de protegerla de cualquier peligro.
–Está bien, lo acepto. No del todo, pero luego de la muerte de mi nuevo humano, si es que no cometo algún error, me dejaran verla al menos una vez antes de que tomen la decisión.
–No te prometo nada, pero haré todo lo posible –Me indicó Cameron.
En esos momentos podía ver la malicia en los ojos de Kendall. Nunca lo había visto de esa forma, estaba completamente seguro que algo tramaba. Algo grande y malo, con el fin de dañarme. Y se me era extraño verlo de aquella forma, siempre había observado a Kendall como un ángel amable y carismático, pero en estos momentos era como si fuera otro.
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All for you
Teen FictionEl asfalto brillaba por las luces de la calle, y una motocicleta iba directo hacia ella. Sentí que una fuerza me impulsaba y vi en cámara lenta todo lo que estaba pasando. Mi cuerpo recibió todo el impacto después que la empujé hacia un lado, y admi...