Capítulo 53

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Me parecía raro que Benjamín estuviera tan interesado en practicar conmigo, ya tenía a Morgan y a todas estas personas. De todo modos, técnicamente, no acepte... parecía un lindo chico y tierno pero en cuanto él me dijo que se arriesgaría en mi mente apareció una imagen de Carl. Como si recordara por unos segundos que ya estoy con él y no se porque tuve que aclarar eso.... Además, si el Rey se negaba a la oferta claramente no volvería aquí y no lo vería a él, tal vez era lo mejor pero aún no sabía por que

Para la cena de anoche fue un poco raro todo el alrededor, comida completa sin racionamientos y la gente totalmente tranquila, realmente vivían en una mezcla con la fantasía y la realidad, sabían que existían los caminantes y se entrenaban pero al mismo tiempo se encerraban en los muros y convivían como si nada malo pasara por fuera de ellos

No tardamos mucho en volver a nuestras habitaciones temporales, Carl y yo nos metimos en nuestro cuarto y apenas tocamos la cama caímos rendidos. Para cuando Richard vino a buscarnos a todos para reunirnos con el Rey, ambos ya nos habíamos cambiado y alistado, ya era costumbre despertarnos temprano cuando no estábamos en Alexandría. Seguíamos acostumbrados a despertar temprano como cuando lo hacíamos en el bosque y teníamos que sobrevivir a las malas

Todos salimos en grupo por las calles, el sol estaba en sus primeras grandes horas y la gente ya estaba en movimiento, muchas señoras y señores estaban lavando sus ropas y colgándolas, otros solo paseaban y el grupo de entrenamiento seguía entrenando. Incluso vi a Amanda entrenando con el arco con quien parecía ser su maestro, parecía que mis consejos le habían ayudado un poco...

Nos acercamos por detrás de los chicos en entrenamiento y nos unimos al Rey, quien no tenía a su tigre con él, por suerte, y miraba atentamente el trabajo de los futuros arqueristas. Carl me tomó por los hombros y me abrazó por unos segundos, de seguro se enteró que ayudé a la niña como el resto del grupo. Vi a otra chica sentada en una silla, no parecía poder mover sus piernas

- Así es la vida aquí - dijo el Rey sin quitar su mirada - todos los días, pero tuvo un costo - ahora nos miró - y yo deseaba más de esto, deseaba expandirnos, crear más sitios como este. Hay hombres y mujeres que quedaron mutilados, niños que perdieron a sus padres porque yo los envié a la batalla contra los muertos cuando no era necesario

- Esto es distinto - dijo Rick viendo a donde iba el Rey

- No lo es

- Si lo es, los muertos no nos gobiernan. El mundo no es así al otro lado de esos muros, la gente no lo pasa tan bien, algunos no lo pasan nada bien

- Yo debo preocuparme por mi pueblo - Rick retrocedió claramente algo enojado

- Se hace llamar "Rey" maldita sea - dijo Daryl - no actúa como tal, carajo

- Pagamos un alto precio por todo esto - respondió acercándose a mi amigo apestoso - vidas, brazos, piernas - apuntó a la niña en la silla y luego se acercó a Rick - la paz que tenemos ahora con los Salvadores es precaria, pero es paz. Debo aferrarme a ella, debo intentarlo

Sentí nuevamente una incomodidad sobre mis hombros, como si alguien me estuviera observando, me giré y a unos cuantos metros me encontré con la mirada y práctica de Benjamín, ahora sí que entendía por que Carl me había abrazado. Nuevamente puse atención al tema importante

- Si bien el Reino no puede concederles la ayuda que buscan, el Rey comprende su apremio - dijo en voz alta - ofrezco a nuestro amigo Daryl asilo por el tiempo que desee, aquí estará a salvo. Los Salvadores no ponen un pie dentro de nuestro muros

- ¿Cuánto piensa que eso durará? - preguntó Daryl

Mi amigo apestoso no esperó ninguna respuesta de vuelta, solo se dió la vuelta y se marchó hacia la puerta de entrada, Rick lo siguió y eso fue suficiente para todos para saber que nos íbamos sin una respuesta buena

Unidos En El ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora