CAP 11: Cuídate

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Los días pasaban sin más para el Akerman, eran largos y aburrido con la falta de algo que lo animará y motivará, o mejor dicho, alguien. Cada día sin importar que lloviera, relampague o nevera el iba a tocar la puerta del último piso de ese edificio donde tantas veces la fue a buscar, aún estando conciente que ella no estaba ahí y no tenía fecha de que regresará pero aún así en su pecho tenia la esperanza que algún día le abriera la puerta Hange, tocaba la puerta por unos segundos y esperaba un rato más haber si tenía respuesta, pero siempre era un nulo resultado.

Cada que veía a la alta rubia en el gimnasio esperando a su novio se acercaba a preguntarle, pero terminaban discutiendo y ella lo dejaba hablando solo antes de que rebelará algo de más. Por otro lado, aún tenía un asunto pendiente con Isabell, debía aclarar todo lo de esa noche que le causó un mar de problemas sin resolver, pero está no se había presentado en los últimos días para nada en el lugar así que no le quedaba otra opción, tendría que volver a ir a su hogar.

No tardó mucho en estar ahí, estaba seguro que estaba en casa por qué las ventanas de arriba estaban abiertas, tocó la puerta con firmeza preparando mentalmente todo lo que le diría, la puerta se abrió lentamente.

- ah?! Levi! Que tal que haces por aquí?- dijo algo nerviosa la chica. El no le dió una respuesta con palabras, en su lugar la apartó del marco de la puerta e ingreso a la morada.- ah claro pasa...

-dejate de cuentos Magnolia, que pasó esa noche? Porque actuaste así cuando hablaba con Hange?

- que directo...- susurro ella para si misma y pronto lo encaro- bueno... Si fuiste a clases de biología cierto? Je ya sabes un hombre y una m- pronto fue interrumpida de forma brusca, fuertemente acorralada por un brazo de Levi que golpeó la pared produciendo un sonido hueco, tenía en seño ligeramente fruncido y su mirada era tan fría y penetrante como el mismísimo hielo, la pelirroja trago en seco.- L...Levi?- tartamudeo, sabía bien que Levi era un hombre de temer, jamás la llegaría a golpear pero eso no evitaba que le tuviera cierto temor y respeto.

- no mientas- dijo secamente haciendo una pausa para tranquilizarse, exsalo pesadamente y la miro directamente- se que nada paso, ni con todo el alcohol del mundo me atrevería a hacerte algo, tanto tú cómo Farlan los veo como mi familia, mis hermanos.- ella bajo la mirada y sonrió débilmente.

- tu hermana ehh?- dijo ella mientras una traviesa lágrima resbalaba por su mejilla- tienes razón, todo fue una farsa... yo lo hice todo y monte ese teatro pero... pero no entiendes que no te quiero de ese modo? Levi te quiero, todo lo que he hecho lo he hecho por ti, hasta le fui a buscarla y- nuevamente fue callada por un grito del de ojos grisaseos.

-que hiciste que?! Por eso no me quiso ni ver! Isabell yo a la única que amo es a Hange!!- paro un momento para volver a tranquilizarse separándose de ella finalmente.- Te tengo mucho cariño Isabell pero no de ese modo, se que encontraras a alguien más y si de verdad dices quererme... Déjame ser feliz con ella- finalizo el antes de irse de la vivienda de esta, sin darle tiempo de tan siquiera reclamar y aunque hubiera tenido el tiempo y oportunidad de hacerlo no hubiera podido, no había las palabras ni la razón.

Los meses pasaron y con el tipo fueron años y seguía sin tener respuesta de dónde estaba ella, solo esperaba que estuviera bien, feliz y sobretodo a salvó de cualquier peligro que su torpeza pudiera causarle, la extrañaba tanto como ayer y siempre sería así, la extrañaba tanto que dolía pensar en ella pero no podía evitar no hacerlo.

¿Donde esta mamá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora