La isla de los deseos

Un sueño húmedo

Fio cae en un sueño profundo, en un abrir y cerrar de ojos se encontraba en medio de la selva sola, sin nadie alrededor.

-Fio- ¿hola?, Marco no me juegues una broma pesada.

No se oye palabra alguna de respuesta, hace una calor insoportable y las cascadas parecen una buena forma de refrescarse.

-Fio- creo que debería asearme estoy muy sudada, espero que nadie me esté viendo.

Fio empieza a sacarse su ropa como el chaleco y su mini jeans todo menos su ropa interior de color blanco, ella se dispone a refrescarse, está muy agusta hasta que siente a alguien atrás de ella, voltea rápidamente para ver que era Marco sin nada de ropa dejando ver su gran y musculoso cuerpo ella no puede dejar de ver el enorme pene de Marco. 

-Fio- ¡Maaaarco! ¿que haces? no me mires (cubriéndose con las manos su cuerpo), EH no me agarres Marco, no me toques...

Marco agarra a Fio y la estrecha entre sus brazos, empezando a poner su mano dentro de la entrepierna de Fio , ella se empieza a excitar cada vez más. Marco entonces se deshace de el sostén y bragas de Fio dejando a la hermosa joven totalmente desnuda.

-Fio- Marco házmelo, quiero tenerte dentro de mi siempre quiero follar contigo.

Fio pone su pierna alrededor de Marco, mientras lo abraza con todas sus fuerzas pero él la levanta con ambos brazos y empieza a follarla, él es muy fuerte, ella empieza a gemir de placer, dejando riendas suelta a su pasión, entre fuerza y algunos pataleos Marco se corre dentro de Fio, como todo un caballero la lleva entre sus brazos hasta la orilla dejándola en ese lugar, Marco observa el hermoso cuerpo de la joven de pronto un gran pinza lo tira a un lado, ella se levanta asusta la pinza ahora va asi ella, en ese momento no se le ocurre nada más que gritar.

-Fio- ¡¡¡kkiiiaaa!!!

-Marco- ¡Fio calmate a sido solo una pesadilla, calmate!

-Fio- ¿eh que?, ¿un momento donde está mi ropa?

Ella se ve sin nada de ropa tapada por el chaleco rojo de Marco.

-Fio- ¡¿Que me hiciste?!

-Marco- cálmate, te quite la ropa por que estabas ardiendo en fiebre, yo te cure con un brebaje de jugo de raíces y manzanilla, yo te salve por el envenenamiento que sufriste, la próxima vez no comas nada sin pensarlo. Ahora descansa debes estar exhausta. yo iré a buscar comida.

Fio asiente con la cabeza para luego darse la vuelta para volver a dormir.