El rescate

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Dentro de la cabaña los soldados rebeldes empiezan a interrogar a Fio.

-Fusilero rebelde- ¡Habla de una vez maldita zorra, donde esta el resto de tu escuadra!

-Fio- (Con su voz débil por la deshidratación) solo eramos nosotros dos no hay más.

-Fusilero rebelde- ¡Así te golpeare hasta que nos digas la verdad!

-Líder rebelde- Cálmate hombre déjame con ella un rato.

-Fusilero rebelde- Okey.

El fusilero rebelde sale del cuarto cerrando la puerta con cuidado, mientras el líder se levanta de su silla y empieza a caminar en dirección a Fio la cual estaba amarrada en una silla con una soga.

-Líder rebelde- Mira jovencita no quiero hacerte daño pero si sigues sin decir nada me veré obligado a hacerte daño.

-Fio- Ya les dije no hay nadie más conmigo, solo mi compañero esta allá afuera.

-Líder rebelde- A ese mis hombres ya lo mataron, tal parece que no llegaremos a ningún lugar así, te propongo un trató te daremos un trato preferencial pero a cambió te seras sumisa a nosotros, vamos se una buen chica.

El soldado rebelde empieza a meter su mano bajo la polera de Fio subiendo arriba tocando y apretando su hermoso pecho, Fio levanta su cabeza y escupe al líder rebelde.

-Líder rebelde- ¡AARRGGHH!, ¡maldita perra como te atreves!

-Fio- El no esta muerto el vendrá a rescatarme y los matara a todos ustedes.

-Líder rebelde- ¡Ya verás!

El la desata y la toma de un brazo, la lleva a una jaula de madera y la tira bruscamente adentro.

-Líder rebelde- te quedaras aquí hasta que sepamos que hacer contigo, por cierto no es nada bueno así que descansa por que mañana comenzara. (se retira a su cabaña)

-Fio- (en voz baja) Marco sálvame.

Mientras tanto dentro de la cabaña los soldados rebeldes se disponen a fumar y a jugar poker para calmar os nervios.

-Fusilero rebelde- Dios me hubieras dejado amenazarla con mi arma, ella hubiera hablad.

-Líder rebelde- No creo que sea necesario dice la verdad.

-Visor rebelde- Entonces estamos solos con ella intentas decirnos.

-Líder rebelde- Pues sí, disfrutemoslo mientras podamos no chicos (con voz picara)

-Vigilante rebelde- Eres un idiota no ves que estamos atrapados aquí y no podemos salir de esta maldita isla.

-Líder rebelde- ¡Hey! a tu superior le debes respeto, y además ellos volverán por nosotros.

-Vigilante rebelde- Más te vale por que sino la sigue bala sera para ti.

El ambiente se llena de tensión hasta que aparece el ametrallador rebelde con unos cigarros marlboro.

-Remador rebelde- No discutan mejor descansemos que esto nos esta estresando mucho.

todos hacienten con la cabeza. Una hora de juegos más tarde las nubes se juntan y todo implica que habrá una tormenta.

-Vigilante rebelde- Iré a guardar los bidones de combustibles antes que llueva ¿me ayudan?

-Todos- ¡NO!

El vigilante rebelde camina asía fuera pero era una mentira, el estaba yendo a la jaula de la prisionera, ella ya estaba dormida.

-Vigilante rebelde- Mira nomás esta mujer, bueno no será tan malo este lugar, eres mía esta noche y nadie te salvará (empieza a desabrocharse la camisa).

Pero no se da cuenta que alguien esta detrás de el hasta que ya es demasiado tarde.

-Vigilante rebelde- ¡¡¡AAARRRGGGHHH!!!

-Líder rebelde- ¡¿Qué fue eso?!, ¡afuera ahora!

Todos salen para ver una escena aterradora, el pobre vigilante rebelde estaba colgado de un árbol con la misma misma soga de la prisionera.

-Líder rebelde- ¡Tooodossss...a las armas! 

-Visor rebelde- Hay algo moviéndose entre esos arbustos.

-Remador rebelde- Ya lo tengo (agarrando la metralleta M-60).

-Visor rebelde- ¡No idiota!

Las ráfagas de balas de la poderosa metralleta le dan al arbusto pero no se dio cuenta que allí estaba un bidón de combustible haciendo que este estallara causando una reacción en cadena con los demás bidones pronto grandes lineas de fuego separaban a los soldados haciendo la comunicación y la visión nulas.

-Visor rebelde- No puedo ver al enemigo, todo este fuego lo imposibilita, momento eso es, ¡muere mierda!, no es posible mis balas no le hacen daño es el demonio.

Esas últimas palabras fueron dichas por el soldado antes de que Marco le cercenara el cuello con su  cuchillo, uso muy bien el fuego para su camuflaje. La lluvia empieza a caer con ella el incendio se apaga y deja al descubierto al atacante, Marco huye adentrándose a la cueva.Todos se adentra en la cueva con una antorcha, pero la cueva es muy grande y la lluvia hace que se formen cascadas temporales lo cual es un problema para los soldados.

-Líder rebelde- todos en fila y pisen las rocas cuidado con las arenas movedizas.

En ese plan avanzan pero al poco rato un brazo que sale de la arena movediza agarra al remador rebelde y lo jala dentro de las profundidades 

-Remador rebelde- ¡¡¡AARRGGHH!!! ¡ayuda!

-Fusilero rebelde- ¡NOOOOO! (disparando a la arena movediza)

Pero  aquella cosa se llevo al soldado y los dos no se percataron que la antorcha se estaba apagando hasta que se apago, el líder rebelde intenta volver a encenderlo pero en la oscuridad se escucha un grito.

-Fusilero rebelde- ¡¡¡AARRGGHH!!!

Cuando la antorcha vuelve a alumbrar el líder rebelde ve a su último compañero atravesado por una jabalina, el pánico se apodera de el y corre afuera de la cueva.

-líder rebelde- ¡Debo escapar en el bote ahora!, momento la prisionera.

El último soldado rebelde va a por la prisionera y por sus provisiones y como Fio estaba ya desmayada no le fue difícil subirla al bote pero también la amarro con otra soga, para evitar cualquier resistencia,el bote ya estaba en rumbo al mar pero en ese momento el líder mira a Marco que esta a poco de treinta metros de el.

-líder rebelde- Tu eres el que mató a mis hombres, pero parece que ahora yo tengo la ventaja (agarra a Fio y amenaza con tirarla al agua).

-Marco- No lo hagas o enfrentaras las consecuencias.

-Líder rebelde- Pues a ya va tu amiga (la suelta y ella se hunde hasta el fondo)

Marco salta al agua y empieza a nadar a en dirección a ella es muy difícil pero logran llegar a la orilla, Marco deja a Fio a un lado y observa irse al soldado rebelde,

-Líder rebelde- Jajajaja alcánzame ahora imbécil.

Pero de un momento al otro una anguila gigante sale de mar y se traga al soldado de un bocado. Al parecer la isla tiene más secretos.  



La isla de los deseosWhere stories live. Discover now