Todo había sido una total locura, no pude volver a dormir por varias noches, incluso después que la policía hubo levantado el caso. No habían encontrado nada que me vinculara con los Ardley, eso era un alivio, pero las incógnitas crecían cada día que pasaba. Mi mente no podía procesar que aquella sublime criatura pudiera haber destruido a una familia tan importante.
Las investigaciones habían cesado, afirmando que el hecho de que la chica se hubiera suicidado, era prueba fehaciente de su culpabilidad. Yo no estaba muy seguro de eso, para mí había algo más; en mi interior resonaba una voz que no dejaba de poner todo en duda: "aún falta uno y es el demonio". Eso lo dijo ella con tanta serenidad, que se me eriza la piel al recordar.
He decidido iniciar mi propia búsqueda de la verdad, es necesario, siento que se lo debo a esa atormentada y bella mujer, con quién sentí una conexión añeja o más bien futura, no lo podría definir. Lo primero que se me ocurrió fue ponerme en contacto con la periodista que publicó la noticia, Patricia O' Brien; estaba convencido que ella tendría datos interesantes desde donde yo pudiera partir.
Han pasado 12 días y hoy por fin me encuentro a las puertas del New York Times. Tuve que utilizar la amistad de Robert con Adolph Ochs, para poder dar con la escurridiza miss O'Brien.
Una mujer de edad madura me escoltó a través de un gran salón lleno de escritorios y máquinas de escribir. Al llegar cerca de un par de oficinas, divididas por tabiques de madera y vidrio biselado, me hizo una seña indicando el lugar a donde debería dirigirme. Daba gracias a Dios, que el personal me tratara con indiferencia, me imagino que están acostumbrados a las visitas de la farándula neoyorquina.
Antes de llegar a presentarme con la periodista, mis ojos fueron castigados por una escena terrorífica; el escritorio estaba tan lleno de papeles, fotos, recortes, cajas, lápices , más cajas y bolsas con "quien sabe que" y detrás de esa barricada de celulosa, ví a una chica con cabellos marrones desordenados, los anteojos en su mano izquierda y la frente pegada al único espacio libre que le quedaba al mueble de caoba. Aquella imagen me perturbaba de sobremanera, <<¿Cómo alguien podía trabajar en esas condiciones?>>. Pero debía ir en busca de ese algo que podría darme pistas . Así que me acerqué un poco más y superando mis ansias ...
_ ejem, ejem _ carraspeé, pero la chica no se movió un ápice _ ¡ejem, ejem! _ repetí con mayor énfasis.
Veo que levanta la cabeza lentamente, aparecen sus cejas y sus párpados cerrados...<<¡Oh no puede ser!¿Tiene baba en su boca?>>.
Se despereza y cuando abre sus ojos por fin, le digo
_ Buenos días señorita O'Brien, soy Terrence Graham _. Le extiendo mi mano, pero ella se sorprende y da un pequeño salto en su silla.
_ Señor Graham _. Se levanta tratando de arreglar su peinado, limpiar su boca y alisar su traje _ disculpe, lo esperaba, aunque no parezca _ decía al momento que se colocó sus lentes con torpeza y apretó mi mano.
_ No se disculpe, entiendo que a veces el trabajo puede ser agotador _ le dije empáticamente.
_ Todo ha sido un caos desde el 31 de octubre, ahora tengo a varios clanes pertenecientes a los Ardley, detrás de mí, con amenazas y advertencias fuera de lugar _ respondió mi interlocutora con preocupación, mientras hurgaba la gaveta a su lado derecho _ Aquí tengo algo que quizás pueda disipar algunas dudas del caso de la señorita Candice _. Me entregó un sobre amarillo _ yo no voy a seguir con la investigación, le aconsejo que lea lo que ahí dice y luego lo queme, hay cosas muy terribles en esas páginas y creo que aún hay mucho más por descubrir.
_ ¿Qué puedo hacer por usted para devolverle el favor ?_ le pregunté con verdadera gratitud.
_ No se preocupe señor Graham, con deshacerme de todo eso, ya estoy más que pagada _ puntualizó señalando el sobre _ además he estado aquí desde ayer y necesito comer e ir a cambiarme.
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Las cenizas de los Ardley
FanfictionMi primera publicación es un pequeño cuento realizado para un evento de Halloween, dónde presenté una historia un poco espeluznante. Si son sensibles a temas demoníacos y a ver a sus personajes favoritos hacer cosas inimaginables, entonces es p...