Epílogo

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La penumbra del lugar provocó que mis pupilas se abrieran tratando de acostumbrarse a la poca iluminación. Desde que nos habíamos mudado a Gran Bretaña ella se quedaba dormida esperándome, así que sabía  que esta noche no iba a ser diferente. La observé sentada en el piso con la cabeza recostada del sofá y un extraño libro entre las manos; un libro que yo había escondido de ella .<<¿Cómo lo había encontrado? No sé porqué me asombro, si siempre ha sido una entrometida>>.

Yo había salido a buscar un regalo, pronto sería nuestro primer aniversario y quería darle algo realmente especial, así que me dispuse recorrer Nothing Hill, famoso por su mercadillo de antigüedades, donde, cómo caído del cielo, hallé el regalo perfecto para ella. 

Sin embargo, Laurie Hammock, un gran amigo de The Royal Shakespeare Company, me había comentado sobre una librería de reciente apertura, llamada Mark & Co en 84 Charing Cross Road , que se especializaba en libros raros y primeras ediciones, así que me encaminé hacia allá. 

Estaba maravillado, habían primeras ediciones de Otelo y La Tempestad, por supuesto ...las compré. En ese punto no sabía si el regalo que buscaba era para ella o para mi, sonreí cómo muchacho travieso.  Mientras miraba embelesado los estantes atiborrados, un resplandor llamó mi atención y sin pensarlo fui a su encuentro, era un libro de tapa dura color indescifrable por el uso, pero al ver la contratapa me di cuenta que era crema y en las letras violeta se leía

Las Cenizas de los Ardley
Y
El Torbellino Violeta

P.I. O' Brien 

No pude evitar comprarlo, así que me lo llevé envuelto en un lindo papel de regalo y un lazo violeta. Unas cuantas cuadras antes de llegar a casa, el papel se empezó a consumir dejando el libro desnudo, no entendí lo que pasaba, así que detuve el auto a un lado del río, me dispuse a ojearlo y al abrirlo salió volando  una pluma amarillenta con vestigios lila.

Debí haberlo lanzado al río, pero no se me ocurrió otra cosa que guardarlo en la biblioteca, por supuesto que un libro como ese no podía pasar desapercibido, <<soy un completo idiota>> me recriminé. Ahora ella lo había encontrado y lloraba desconsolada. Tenía que sacarla de ese estado en el que se encontraba, y así como si no pasara nada pregunté

_ ¿ Pero Candy, querida, qué haces en la oscuridad?

Ella se levantó ipso facto y vino a mi encuentro, me abrazó llorosa y me dijo

_ Bienvenido

Lloró un rato en mi pecho y luego acarició su vientre de 4 meses de embarazo; sus lágrimas rodaban  incontrolables y los gimoteos no la dejaban hablar. Al tranquilizarse un poco se levantó en puntillas y me besó dulcemente

_Oh Terry mi amor, que historia más terrible, tanta maldad…¡pobre Carrie! ¡Y qué casualidad lo del apellido Ardley y el autor es O' Brien como Paty! Es increíble, de verdad increíble...¡y ésta pluma! _ negaba con su cabeza.

Lloró un poco más, acaricié su cabello y le di un beso en la frente

_ Pero al final siempre se impone el amor, la fuerza de espíritu de las personas bondadosas, como el padre Peter y Tristán _  dije y me regaló una sonrisa.

_ Siento cómo si eso fuera un recuerdo, algo guardado en mi inconsciente. Pero veo tus hermosos ojos y se que siempre estuviste ahí para mí, para salvarme ...eres mi Tristán _ posó su mano en mi mejilla con una delicadeza que erizó toda mi piel.

_ Te amo Candice White  y amo esa pequeña criatura que crece dentro de ti _ la abracé más fuerte _ Tu y Yo somos uno, estamos destinados a estar juntos eternamente, no importan los obstáculos, siempre supimos que encontraríamos la manera . 

Tomé su mano y la llevé hasta el ventanal, se veía hermoso el reflejo de la luna sobre el río y la brisa nos traía el olor a rosas y narcisos del jardín.

_ Esta es nuestra vida ahora pecosa. Aquí  frente al río Avon, con nuestros narcisos en flor, con el cuadro que encontré en Nothing Hill , con ese pedacito de nosotros que llegará pronto a completar nuestra felicidad. 

 Y cómo si supiera que el destino en esta oportunidad nos benefició, me leyó el último párrafo del libro

"Carrie se volteó a mirarlo con todo el amor que le prodigaba, caminó sobre las cenizas que aquel torbellino violeta había esparcido y sabiendo haber ganado la batalla, exclamó

_ Amado Tristán, nuestras almas están unidas por un lazo indestructible, que nada ni nadie podrá deshacer. Gracias por amarme con la valentía de un ángel guardián...mi ángel personal"

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Nota final

No sé cómo demostrarles mi agradecimiento a todas las que llegaron hasta aquí, a las que me impulsaron a seguir la historia, a las del grupo de facebook por la iniciativa de un cuento para Halloween.

Disfruté escribiendo, pero más disfruté los comentarios y las estrellitas que me dejaron... aún no me lo creo, nuevamente GRACIAS.

Son mi aliciente para seguir escribiendo.

Aclaratoria:  el personaje de Aliester Crowley existió y justamente en los años 20  vivió un tiempo en el Edificio Dakota (foto capitulo 4) en Nueva York;  lugar donde vivió y fue asesinado John Lennon.


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Las cenizas de los ArdleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora