Dioses Oscuros De Malibu (Terminada)

DIOS

No podría imaginarme que personas se arrodillaría ante de mí.

Se Suponía que estaría muerto y de repente estoy vivo.

Ahora estoy en el cielo con Ángeles, incluyéndome que soy uno de ellos.

Cuando estoy bajando del cielo, todos me saludan y me dicen en italiano:

–SEI IL MIO DIO (Significa Tu eres mi Rey).

Papa y yo entramos al castillo de cristal, todo era transparente.

Estaba lleno de flores azules, amarrillas, rosadas.

Arboles gigantes con frutas como: Mango, Fresas, Guineo, Pera, Manzana.

El castillo contenía Salones de reuniones, Habitaciones, Oficinas, Cocinas, GYM, Salones de Entrenamiento, Piscinas, SPA, Restaurantes, Espacios de Meditación, Salones de Belleza y Peluquera.

Mi padre me llevo a una oficina y creo que es su espacio privado.

–¿Que significa todo esto? –Pregunte mientras estaba dando vueltas en la oficina.

–Tú eres el Dios de la Luz, Eres la Resistencia.

Tú destino es lucha contra Lucifer, por eso te mantuvimos vivo todo este tiempo.

Por eso fue que reviviste de la muerte, porque tú puedes morir y revivir de la muerte una y otra vez.

Tienes el poder de matar a la humanidad de una vez por todas.

Eres un Dios.

Puedes entender cualquier idioma, te puedes entrar en la mente de cualquier ser humano y transfórmate en la persona que quieras.

Además, te he estado vigilando todo este tiempo y ese chico Liam tendré conocerlo algún día.

–No sé qué decir, necesito salir afuera. —Dije antes de salir corriendo de la oficina.

Porque siempre hay algo que ocultar.

Tantos secretos, mentiras y más mentiras.

Ahora soy un Dios, que debo luchar contra Lucifer y yo mismo puedo entender que pasando por mi cabeza.

Quiero gritar, llorar, empuja a alguien, agarrar un objeto y lanzarlo.

De repente comencé a ver recuerdos de Liam y yo.

Un recuerdo de una fiesta que había ido, estaba sentado llorando porque mis hermanas me dejado plantado.

Porque no me habían invitado y ni siquiera podía entrar, mis hermanas no cogían el teléfono.

Aquel momento, Liam se acercó hacia mí y dijo lo siguiente:

–¿Está todo en orden?

–No lo está, mis hermanas me abandonaron en esta estúpida fiesta, en la que no estoy invitado. –Dije mientras estaba llorando.

–Tranquilo, de seguro tus hermanas no lo hicieron a propósito. –Comento mientras estaba fumando el cigarrillo.

–De seguro tienes razón. –Dije sacándome las lágrimas.

El me pregunto mi nombre, hablamos de que ciudad venimos y hubo una atracción entre nosotros.

Recuerdo mi primer beso con él, su caricia, su forma apasionante de hacerme sentí especial y único.

Nadie me había hecho besarlo de la forma como él lo hizo.

Lo extraño tanto, extraño su cabello, sus labios, su abdomen, sus abrazos, su ternura, su personalidad de juguetón.

Comience a llorar porque no sé cómo estaría llevando el dolor de mi muerte.

Él es mi verdadero amor, jamás lo voy a olvidar.

Me levanto de donde estoy y voy directo a mi habitación nueva, es increíble y todo tan elegante a la vez sofisticado, tiene todo lo que amo.

Fotos de mis artistas favoritas en la pared, una piscina en la terraza, un jacuzzi, una biblioteca de música que adoro.

Me quedo escuchando el álbum (Honeymoon) de Lana del Rey.

Aquel tiempo me duermo.