Pinfold

Capitulo 13

Bobby no había mentido cuando le dijo a Billy que sus padres no salían mucho en estos días. (Realmente, ¡no era como si sus hijos desaparecidos se encontraran a sí mismos!) Los Denbroughs estaban tan malhumorados como la última vez que los vio. Pero como todos los demás humanos, tenían la necesidad de comer y ocasionalmente dejar su nido vacío por algunas horas.

Bobby llegó a su casa justo cuando la pareja se subía al auto y se iba. Ooh, ¿y no era esta una oportunidad perfecta?

Sacó del bolsillo de la chaqueta el par de guantes de cuero que le gustaba llevar consigo y se los puso. Los padres afligidos no siempre pensaron en mantener segura su casa, por lo que Bobby se dirigió a una de las ventanas del segundo piso. ¡Tenía la habilidad y la agilidad de una araña cuando se trataba de escalar!

El sol se acababa de poner, y sabía que había un gran partido de baloncesto o fútbol esta noche. Solo había una pequeña posibilidad de que lo vieran. Y oye, ¿no había sido tan buena su suerte hasta ahora?

Era fácil escalar los lados de la casa. Bobby nunca había encontrado un edificio en el que no pudiera entrar antes.

He aquí que la ventana estaba desbloqueada. Bobby se preguntó si todas las casas de la ciudad eran así. ¡Era como si la gente de Derry estuviera esperando que alguien como él viniera y hiciera flotar a sus hijos!

Se deslizó fácilmente, cerró rápidamente la ventana y cerró la persiana. Sacó una pequeña linterna y observó su entorno.

La habitación obviamente pertenecía a un niño pequeño. Fondo de pantalla amarillo con un patrón de animales de circo y peluches en un estante. Una cama pequeña y un baúl de juguetes decoraban el espacio. Estaba limpio, con la excepción de algunos juguetes esparcidos por el suelo. Esta debe haber sido la habitación de la pequeña Georgie. Oh querido, ¿los padres afligidos estaban guardando un santuario para su hijo perdido? La boca de Bobby se hizo agua al pensar en cómo había probado el brazo de Georgie. Tendría que encontrar otro niño de ocho años pronto.

Sus labios se curvaron con desagrado cuando vio una tortuga de juguete en la mesita de noche. Marty siempre amó a las tortugas, y por eso Bobby las odió . Tal vez haría una sopa de tortuga Billy para cenar una noche.

Con eso en mente, Bobby salió de la habitación y comenzó a explorar. La vieja habitación de Billy tenía que estar por aquí en alguna parte.

Se tomó su tiempo. Las puertas que recubren el pasillo conducen a un armario y luego a un baño. Uno al final reveló una gran habitación. Paredes beige rodeaban muebles antiguos y una cama bien hecha. Las imágenes de una familia feliz alguna vez decoraron un tocador. Bobby levantó uno de Billy y un bebé Georgie. ¿Eran esas manchas de lágrimas en el cristal?

Esta debe ser la habitación de los padres. Por supuesto, tendrían un espacio vital tan rígido y aburrido como ellos. ¿Cómo alguna vez produjeron un chico tan divertido como Billy?

La casa estaba casi impecablemente limpia, y prácticamente podía sentir la rigidez y el frío irradiando desde cada esquina. Qué contraste debe ser la casa Neibolt para su pequeño amigo. Estaba descuidado y desordenado, pero muy bien vivido. Definitivamente ruidoso y activo allí. Bobby se preguntó si Billy preferiría este silencio tenso a estar atrapado como un animal en Pennywise's Fun House. (Bueno, sí, obviamente. ¡Eso fue parte de la diversión de mantenerlo!)