Pinfold

Capitulo 8

Bill había comenzado a llevar la cuenta de cuántos días estuvo atrapado en esta maldita casa. Mientras limpiaba un día, encontró un bolígrafo en un gabinete y lo guardó en el bolsillo, y lo puso en uso ahora. Una pequeña línea en un rincón de su habitación justo antes del atardecer. Una representación de otro día completo de ser prisionero de Gray. Probablemente fue estúpido, pero nunca marcó en la mañana con la vana esperanza de que tal vez sería rescatado antes de que se pusiera el sol.

Hasta ahora, había treinta y cuatro marcas. Más de un mes de estar atrapado y maltratado como un animal. Parecía que fue ayer cuando se arrastró por la ventana del sótano en busca de evidencia incriminatoria. (Bueno, ¡ciertamente encontró algo!) Pero cuando sus horas de luz del día eran tan monótonas, se mezclaron y tres días parecerían solo uno.

Fue a finales de julio cuando Georgie desapareció. La escuela comenzaría cualquier día ahora. ¿Se darían cuenta sus compañeros de clase de la ausencia de Bill? ¿Se diría algo por el intercomunicador sobre él o los otros niños desaparecidos? Sobre Eddie? ¿O ya se habían olvidado por mucho tiempo? Al menos la pandilla de Bowers sería un miembro corto. La idea lo hizo sentir culpable, pero sabía de primera mano lo terribles que podían ser esos imbéciles. Tal vez la desaparición de Patrick los asustaría a comportarse.

Con suerte, sus amigos mantendrían vivo su recuerdo. Gray había dejado a Bill con sus carteles faltantes y los de Eddie, y algunos de los otros niños que Bill decía saber. Los mantuvo debajo del lavabo en el baño. Cuando Bill se sentía especialmente desesperado, los sacaba y los miraba como un recordatorio de que había una posibilidad de que lo encontraran. También continuaron alimentando su odio hacia Gray. Tantas vidas arruinadas por este hombre malvado y egoísta ...

Si Gray notó su nuevo pasatiempo, el hombre no dijo nada. Tal vez incluso le divirtió. Mientras Bill estaba agradecido de seguir con vida, continuó sintiendo que estaba en hielo delgado. ¿Cuánto tiempo más hasta que Gray se rompió e hizo que Bill "flotara"? Tal vez eso era inevitable, pero Bill todavía estaba decidido a atrapar a Gray de alguna manera antes de que su corta vida terminara. Bill solo tendría que seguir esperando su tiempo hasta entonces.

Como de costumbre, su estómago gruñó durante todo el día. A veces Gray lo dejaba con una bebida o una fruta para picar. Hoy no fue uno de esos tiempos. Fue una tortura mental y física. Tener hambre durante horas y horas era una sensación terrible, y era peor que no pudiera esperar su única comida al día.

Iba a ser carne humana, como siempre. Bill estaba mejorando para mantenerlo bajo. En las últimas semanas, varias veces Bill se apresuró a ir al baño después de que Gray se fue y vomitó cada parte de su repulsiva cena. Ayudaría a aliviar su culpa, pero dejaría su estómago vacío gritando por comida.

Llegó a ver el hambre como una debilidad. Bill con gusto se purgaría de quien Gray lo alimentara todas las noches si pudiera. Pero no podía soportar los dolores del hambre, y necesitaba cualquier alimento que pudiera obtener si quería seguir sobreviviendo. Bill se odiaba por eso.

Era casi suficiente el odio a sí mismo como para casi hacerle desear que Gray simplemente se mantuviera alejado por la noche y dejara a Bill morir de hambre. Al menos entonces Bill no podía caer en la tentación.

Efectivamente, Gray entró en la habitación al atardecer. Sin traje de payaso, pero todavía había trozos de panqueque blanco en los bordes de su rostro. Su sonrisa espeluznante todavía hizo temblar a Bill.

Bill se encogió cuando Gray se inclinó y lo agarró por los hombros. "¡Amiguito! ¿Me extrañaste hoy?"

Bill hizo una mueca y sacudió la cabeza. ¡Como si! "¿Por qué demonios alguien te extrañaría?"