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Lisa

La mañana del domingo desperté junto con un dolor punzante en mi cabeza y miles de recuerdos vagos a mi mente.

Rosé y yo llegando a la fiesta.

Rosé y Jimin besándose.

Yo bebiendo.

Rosé trayéndome a casa.

Yo llorando por Rosé.

Rosé abrazándome.

Rosé yéndose.

Entre en pánico. Quise asegurarme de que no había hablado de más ni nada pero eso era lo único que podía llegar a recordar.

Encontré mi celular en el suelo de la habitación y lo tome encontrándome con un mensaje de ella. Me temblaron las manos mientras intentaba abrirlo.

Rosé

No sé que sucedió anoche pero puedes contármelo cuando te sientas lista. Llámame cuando despiertes, te quiero.

Mi corazón dio un vuelco al leer lo último. Pensé por un momento que responder.

Para: Rosé

No recuerdo mucho. Estoy segura de que no es importante, no te preocupes, estoy bien. 

También te quiero.

Tiré el celular en la cama esperando que creyera cada palabra y no tenga que explicar mucho más.

Me metí a la ducha intentando pensar en otra cosa que no fuera Rosé besando a Jimin pero se me hizo tan malditamente imposible.

¡Se supone que yo quería eso! ¡Por algo la había besado! La única razón para hacerlo era que pudiera repetir la acción con Jimin.

De todas formas no dejaba de repetir esa escena en el jardín una y otra vez en mi mente y no me provocaba felicidad por Rosé, todo lo contrario, lo único que podía sentir eran celos por no ser yo la que la besaba.

Esto no estaba nada bien, en absoluto, no podía sentirme así por Rosé. Éramos amigas desde que tenía memoria, siempre la quise y siempre la querré, pero, hasta el momento había pensado, era sólo como amigas.

Hasta me provocaba ternura al ser unos meses menor que yo, sentía la necesidad de cuidarla todo el tiempo.

Mejor hacer de cuenta que nada pasó, el beso en primer lugar, no debía haber pasado jamás.

Intente meterme eso a la cabeza pero por alguna razón no podía, seguía pensando que fue uno de los mejores besos de mi vida, y eso me mataba.

Al final del día volví a mi habitación recordando lo que había sucedido la noche anterior. Tomé mi celular que había estado allí desde la mañana. Tenía mensaje de Rosie.

 Rosé

No esperaras que te crea eso... No voy a presionarte, sólo quiero que estés bien, no volveré a tocar el tema si no quieres.

¡Oh! No te dije sobre anoche.

Estuve con Jimin, nos besamos, ¡Al fin sucedió! No sé como describirlo... Supongo que le tengo que dar las gracias a mi profesora de besos.

No lo hubiera hecho sin tu ayuda.

Try MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora