22

1.4K 133 34
                                    

Lisa

Si pasaba un sólo segundo más sin abrazar a Rosé juro por Dios que enloquecería.

La había estado esperando desde que llegué del instituto, lo cual había sido hace una hora, y todavía no aparecía. También le había enviado mensajes pero no los respondió, supongo que está ocupada o algo así.

Odiaba cuando mis primas venían, no es que no las quiera pero siempre me obligaban a estar dentro de casa para pasar tiempo con ellas y no era bonito. Por suerte fue sólo un fin de semana.

Casi salí corriendo a la puerta cuando oí el timbre de la entrada.

No espere ni un sólo segundo más y apenas la vi allí parada salte a sus brazos para abrazarla. Pero no duro mucho.

Apenas mis brazos habían rodeado su cuerpo ella me alejó mirándome con una expresión entre el enojo y la tristeza en su rostro, pensé que había estado llorando.

-¿Qué ocurre?- La mire confundida.

-¿Por qué no me lo dijiste?- Pregunto dolida.

¿Dolida por qué?

-¿De qué hablas?- Me acerqué de nuevo a ella acariciando su brazo. Rosé me alejó de nuevo y parecía aún más enojada que antes.

-¿En serio?- Una risa irónica salió de sus labios.- Te acostaste con Yoongi, Lisa, ¿Cuándo pensabas decírmelo?

Estoy segura que en ese momento mi cara se deformo por completo. El color abandono mi rostro y mis cejas formaron una sola línea al igual que mi boca. Mi cabeza estaba intentando acomodar las piezas, nada cuadraba.

-¿Qué?- Pregunte lo único que se me ocurrió.

-¿Por qué vas a negarlo?- Sus ojos se llenaron de lágrimas pero estaba segura de que eran de rabia.

-No tengo nada que negar, ni siquiera tendríamos que estar hablando de esto porque jamás paso.- Dije lento intentando que comprendiera.- No sé de donde lo has sacado.- Fruncí el ceño.

-¿De donde lo he sacado? No me trates como si lo acabará de inventar.- Soltó casi gritando.

-Yo no...- Suspire intentando mantenerme tranquila.- ¿Quién te lo dijo?- Pregunte de repente.

Estaba segura de que no se le había ocurrido a Rosé, seguro alguien le fue con esos estúpidos falsos rumores. No puedo creer que los creyera.

-Jimin.- Respondió como si no tuviera importancia.

Si antes el color había abandonado mi rostro, ahora volvió en llamas. Apreté los puños y sentí que el enojo me invadía. ¿Por qué demonios le había dicho eso?Juro que voy a matarlo.

-El viernes por la noche.- Volvió a hablar más despacio bajando la mirada.- Ahora entiendo porque no podías ir a mi casa.- Sonrió amargada.

-¿Cómo?- La expresión confundida no abandonaba mi rostro.- ¡Sólo vimos una película Rosé!

-Si Lisa, sé lo que eso significa.- Volvió la vista a mi de nuevo enojada.

-¿Qué? ¡No! ¡De verdad vimos una película!- Grite moviendo mis brazos.

-¿Y por qué iba a mentirme Jimin?¡No tiene sentido!- Discutió.

-¡No lo sé! ¡Pero no puedo creer que le creas a él en lugar de a mi!- Estaba tan enfadada con ella ahora.

-¡Porque es mi novio!

Quise reír, ¿Desde cuando ella consideraba a Jimin su novio? Ridículo.

-Si, tu novio.- Asentí.- Se nota que lo quieres tanto... En especial cada vez que me besas.- Mis ojos echaban chispas.

-¿Por qué hablamos de mi ahora? Se supone que tú no tendrías que haberte acostado con Yoongi desde un principio.- Imitó mi mirada.

No podía creer esto.

-¡Qué no lo hice maldición!- Grite furiosa.- ¡Y si lo hubiera hecho no tendría nada de malo!- Dije sin pensar. Note como su expresión cambiaba de enojada a triste.- ¡Yoongi es mi novio! Puedo acostarme con él cuando quiera.- La rabia estaba hablando por mi ahora.- De todas formas lo nuestro no es importante, ¿O pensabas que si? Son sólo besos Rosé.- Escupí las últimas palabras con enojo antes de sentir las lágrimas resbalando por mis mejillas.

Me enojaba y me dolía tanto que pensará que me había acostado con Yoongi que apenas pensé mis palabras.

Cuando me di cuenta ella también lloraba con los ojos inundados de lágrimas, con una mirada que me partió el corazón, en serio espero no acabar de romper el suyo.

-Tienes razón.- Se limpio rápido las lágrimas.- Jamás debió haber pasado, lo arruinamos.- No estaba mirándome.- Lo mejor es terminar con todo, ni siquiera quiero ser tu amiga ahora.- Sorbió por su nariz.

-Esta bien, si es lo que quieres.

-Si, es lo que quiero.

-Bien.

-Bien.

Y con esta última palabra salió de mi casa dando un portazo.

Debí haberla frenado. Debí explicarle todo. Debí abrazarla incluso aunque ella no lo quisiera. Debí haber limpiado sus lágrimas. Debí haberla besado para demostrarle que no amaba a nadie más que a ella.

Pero no hice nada de eso.

Me deje caer en la pared más cercana y no pude evitar llorar. Las cosas si se habían complicada esta vez.

Try MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora