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Lisa

-¡Yoongi, ya para!

Si algún día Yoongi les pregunta si quieren estudiar con él, simplemente digan no.

Ni siquiera había tocado sus apuntes, sólo estaba ahí sentado tirándome bolitas de papel.

-Es que me aburro.- Bufo.

-Pues estudia.- Dije en un tono obvio.

-No me he aburrido tanto.- Hizo una mueca.- Habla conmigo.- Arrojo otra bolita de papel directo a mi ojo.

-Estoy intentando concentrarme en esto.- Señale los papeles sobre la mesa.- ¿Para qué me invitaste a estudiar si no quieres estudiar?

-Es que ya nunca hablamos.- Se quejó.- Desde que Rosé y tú están juntas apenas nos vemos.- Suspiró triste.

-Lo siento...

-He querido decirte algo hace semanas...- Habló más para él que para mi.

-Bien, dímelo.- Deje los apuntes de lado.

-¿Qué? ¿Ahora?- Me miro asustado.

-Si, ahora.- Reí.

-Bueno, mmh...- Se aclaró la garganta.- No sé como decir esto.- Rió nervioso.- Quizá ya lo sepas, quizá no, pero... yo, no sé, nunca me he enamorado, pero me he estado sintiendo extraño respecto a algo últimamente y mmh...- Bajo la vista.- Me preocupa porque se que no es la persona ideal para que yo me enamoré pero lo hice y ahora no sé que hacer porque no quiero sentirme así respecto a él, digo ella. No, o sea... Si, él, es un chico.. Habló rápido y nervioso.

-¿Es un chico?- Pregunte para confirmar. Él asintió.- ¿Y cuál es el problema?

-El problema es que es heterosexual, homofóbico, y uno de mis mejores amigos.- Bufo.

-¡Oh por dios! ¿Es Jimin?- Pregunte con miedo de la respuesta.

-¿Qué? ¡Claro que no!- Hizo una mueca de desagrado.

-Oh.- Dije aliviada- ¿Entonces quien es?- Me interese.

-Su nombre es Hoseok.

-¡Oh! ¿Ese chico tan mono del equipo de lacrosse? Parece bueno...

-Si, lo es.- Dijo en tono triste.

-Hey, Yoongi...- Rodee la mesa para sentarme a su lado y abrazarlo.- Si te gusta sólo dile, ¿Qué es lo peor que puede pasar?

-Que me rechace y se burle de mi por el resto de la preparatoria.- Murmuró contra mi hombro.

-Si eso pasa te prometo que le pateo el trasero.- Prometí.- Inténtalo, si él te rechaza puedo ayudarte a buscar otro lindo chico con el cuál salir... o una chica... o lo que sea.- Intente animarlo.

-Eres la mejor amiga del mundo.- Me abrazó más fuerte.

-Dime algo que no sepa.

-Ser humilde.- Se burló.

-Cállate.- Lo empuje riendo.

-Bueno, ya puedes irte.

-¿Ahora que ya me contaste tus problemas me hechas? ¿Soy tu psicóloga o algo así?- Fingí estar ofendida.

-No pero sé que hoy es viernes de películas en casa de Rosé y te mueres por ir ahora mismo.- Dijo con simpleza.- Anda, vete.

Tenía razón. No había visto a Rosie en toda la semana porque estaba un poco enferma y yo estaba hasta el cuello de deberes, me moría por verla.

-¿No quieres que me quedé?- Pregunte. Negó.- ¿Y no quieres venir?

-¿Y ver como te comes la boca de tu novia como por dos horas? No gracias.- Negó.

-Que idiota eres.- Reí.- Pero te quiero.

-Y yo a ti.

(...)

-Rosie, tienes fiebre, no lepra, ¿Podrías besarme de una maldita vez?

Estábamos viendo "Diez cosas que odio de ti" y Rosé no paraba de ignorarme.

Había intentado robarla varios besos pero ella se resistía, ahora se había alejado de mi sentándose al otro extremo del sofá, por poco vemos la película en diferentes habitaciones.

-Puedo contagiarte igual.

-¿Y? No me importa, podría morir por un beso tuyo.- Dramatice.

-Que cursi eres.- Rió

-Y tú linda.- Me acerqué a ella.

-Gracias, ahora vuelve a tu lado del sillón.

-Sólo quiero estar cerca tuyo, por favor. Déjame abrazarte al menos.- Suplique.

-Bien...

Se acercó a mi abrazando mi cintura mientras se recostaba en mi pecho, comencé a peinar su cabello.

-Te quiero.- Dije de repente.- Aunque no quieras besarme.- Agregue logrando que ella ria.

-Yo también te quiero caprichosa.

-¿Caprichosa por qué?- La mire.

-Porque pareces una niñita que quiere un dulce.- Se enderezo para mirarme también.

-Eso es ridículo.- Hice una mueca.

-¡Lo ves! Eres tan tierna.- Tocó mi nariz.

-Eh, no, no lo soy.

-Si lo eres, admítelo.- Sonrió.

-No voy a hacer eso.- Negué.

-Admítelo y te doy un beso.

-Soy muy tierna, soy todo lo tierna que quieras.- Dije rápidamente.

Ella rió fuerte.

-No te rías de una chica desesperada.- Le tiré un cojín.

-Eres tan linda.- Se acercó a mi dándome un pequeño beso en los labios.

-¿Puedes hacer eso de nuevo?- Pregunte aún con los ojos cerrados.

La escuché reír para después sentir sus labios de nuevo. Fue un beso más largo esta vez, no dejaba de ser tierno.

-Te quiero.- Dijo al separarse.

-Te amo.- Puse un mechón de cabello detrás de su oreja.

-¡Hey! ¡Es la primera vez que me lo dices!- Chilló emocionada.

-Claro que no, siempre te lo digo.- Fruncí el ceño confundida. Se lo había dicho muchas veces.

-Como amigas, es la primera vez que lo dices siendo novias.- Aclaró.

-¿Ah si?- Asintió en respuesta.- Bueno, te amo.- Repetí.

-Y yo a ti, siempre lo haré.- Me acaricio la mejilla.

-Eso espero, porque no creo que pueda amar a alguien más en toda mi vida.

No podía afirmar que eso era cierto pero, ¿Quién sabe? Quizá si. El punto es que así me sentía en ese preciso momento y quería decírselo, quería besarla, abrazarla y amarla al menos hasta que ella me siga amando de la misma forma.

Ella no respondió, me volvió a besar pero este beso era diferente que todos los anteriores.

Me besaba de una manera que me hacía sentir que yo era suya, que ella tampoco podría amar a alguien más que a mi.

Me permití pensar que así era, confiaba en ella perdidamente, no me lastimaría, nunca lo haría y por supuesto que yo tampoco.

¿Qué hubiera pasado si no le daba su primer beso? No quería saberlo, nunca me había sentido tan feliz de haber besado a alguien.

Fin

Bueno espero les haya agradado esta historia tanto como a mi, probablemente haga otra adaptación Chaelisa. Gracias por tomarse el tiempo de leer y votar esta historia :)


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