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Lisa

Como si mi vida no fuera lo suficientemente complicada, los estúpidos profesores se encargaban de que sea más miserable con todos esos deberes. No bromeo, apenas veía la luz del día.

Hoy era una de esas ocasiones en las que podía salir al exterior por un momento.

Iba camino a la casa de Yoongi para hacer uno de los trecientos trabajos asignados. Teniendo en cuenta que mi antigua compañera de trabajos actualmente me odia, ahora me veía obligada a hacer los trabajos con él. No me quejo, es muy inteligente.

Tenía tiempo de sobra y como una señal del destino, una pequeña cafetería se cruzó en mi camino, nunca había entrado allí pero necesitaba un poco de café.

Metí las manos en mis bolsillos en busca de dinero mientras decidía que tomar, creo que sólo un capuchino.

Después de comprar el café me senté en una de las mesas, sólo un momento, es que hacía frío afuera.

Mire alrededor, era agradable. El techo era alto, había estanterías con libros, sillones. La gente parecía feliz aquí adentro, un hombre con su hija pequeña, un grupo de amigos conversando, Jimin besando a una chica que no es Rosé, una pareja de ancianos... Espera, ¿Qué?

Entorne mi vista esperando que mis ojos me hayan engañado y casi me caigo de la silla al ver que si era Jimin y efectivamente estaba besando a una chica que no es Rosé, hubiera reconocido a Rosé.

Me paré hecha una furia y comencé a caminar en su dirección. No tenía idea de que lo haría, ¿Golpearlo? ¿Insultarlo? Tal vez ambas, ¿Cómo podía hacerle eso a Rosé? Imbécil.

-Hey.- Un chico alto y rubio se interpuso en mi camino.

Intente ignorarlo y seguir caminando pero el no me dejaba.

-¿Qué quieres?- Casi grite mirándolo enojada.

  -Sólo saludar.- Sonrió.- Hola.

-Adiós.- Intente apartarlo de nuevo pero no tuve éxito.- ¿Ya ahora qué?- Pregunte furiosa esta vez.

-Tranquila...- Volvió a sonreír.- Es que estabas sola y quería saber si querías compañía.

-¿Qué? No gracias.- Intente escapar como por cuarta vez pero de nuevo no pude, mi paciencia se agotaba.

-¿Y qué tal si salimos de aquí?

-No, lo siento.

-¡Vamos! ¿Por qué no?- La sonrisa no se iba de su rostro y comenzaba a molestarme.

-¿Puedes sólo moverte de mi camino?- Bufé.

-Sal conmigo.

-No quiero hacerlo.- Respondí de mal humor.

-¿Por qué no?

-¡Porque estoy enamorada de una chica y no necesito otro idiota en mi vida!- Grite sin pensarlo muy bien.

El chico abrió mucho los ojos, parecía muy sorprendido, tal vez fui muy dura pero al menos funciono.

Aproveche su estado de shock para al fin poder pasar a su lado, busque en cada mesa a Jimin desesperadamente pero no estaba en ningún lado, ya se habrá ido con la estúpida chica esa, maldito rubio.

 Muy bien, ¿ y ahora qué hago? ¿Llamar a Yoongi? No, él iría tras Jimin y le partiría la cara, no me desagradaba la idea pero le traería problemas.

Lo único en lo que podía pensar es en Rosie, no debe de tener idea, mi corazón se encogió.

Estúpido Jimin, tiene a la chica más especial de todo el universo y la desperdicia por un plástica que... ¡Ugh! Ni siquiera es linda.

Antes de que mi cerebro pudiera formular una idea mejor, me encamine a toda velocidad en dirección a una casa que no había pisado hace semanas.

Try MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora