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Lisa

Cada vez se me hacia más difícil no sentirme mal por Rosé y Jimin, especialmente el jueves por la tarde cuando él apareció en nuestra mesa a la hora del almuerzo.

-Hey.- Saludó en general sentándose al lado de Rosé mientras la rodeaba en un abrazo. Quise salir corriendo.

Baje la mirada a mi bandeja intentando no mirarlos, mis puños se cerraron sobre mi regazo, tenía que estar feliz por ellos, no así.

La había dicho a Rosé que no volvería a evitarla y así había sido, de a poco volvíamos a hablar más y todo eso, se le veía feliz y eso me encantaba.

Habíamos hablado un par de veces de Jimin he intente mostrarme realmente interesada en el tema, no sé como me salió. Los veía hablar en los pasillos frecuentemente pero nunca había tenido que estar presente en una conversación.

-¿Como has estado?- Escuché que le preguntaba a Rosé.

-Bien.- Respondió.- ¿Y tú?

-Mejor ahora.

Muy bien, ahora si me habían dado náuseas. No los estaba viendo pero podía jurar que él estaba sonriendo y ella le devolvía embobada la sonrisa.

Saque mi teléfono intentando distraerme y hacer oídos sordos a todo lo que tenía a mi alrededor. Funcionó por un momento.

-Oye Lisa.- Jimin había llamado mi atención.

Levante la vista esperando que siguiera hablando. No pude evitar ver su mano en la cintura de Rosé ni sentirme extraña ante la mirada de ella.

-Yoongi no ha dejado de preguntarme por ti, quiere saber si te la has pasado bien en la fiesta.

-Eh... dile que si.- Respondí seca dándole una mirada rápida a Rosé. Ella sabía que no me la había pasado bien.

-De hecho... ¿Podrías decírselo tú? Creo que esta interesado en ti.- Me miró gracioso.

Casi me atraganto con la saliva en mi boca. Tosí repetidas veces hasta que logre calmarme tomando un poco de agua. Note como Rosé miraba hacía otro lado ahora.

-No es para tanto.- Rió.- Sólo dale una oportunidad.

Vi a Rosie moverse incómoda entre sus brazos y supe que era por lo que acababa de decir.

¿Acaso no tendría que apoyarlo? Como mi mejor amiga, ¿No quería verme feliz con alguien?

-Ya veremos.- Respondí sin quitar mi vista de ella.

Admito que esa respuesta la elegí más para ver su reacción que porque de verdad estaba interesada en Yoongi.

Ella se excusó unos segundos después para ir al baño, cinco minutos más tarde entramos a clases y no la volví a ver hasta la clase de biología en donde tomo asiento en un lugar lo más alejado de mi como era posible.

Me sentí horrible.

Try MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora