Capítulo 10.

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A Jack le pusieron puntos en la frente y luego un parche. En realidad no había sido nada tan grave, lo que aliviaba a Finn de sobremanera.

El más alto espera pacientemente con la espalda apoyada en la pared de una esquina y los brazos cruzados por sobre el pecho a que la enfermera termine de atender a Jack.

De vez en cuando, el más bajito le hace muecas divertidas que lo hacen sonreír y a lo que responde lanzandole pequeños besos al aire.

—Chicos, son muy tiernos— dice la enfermera y se dirige a Jack:—Pero si te sigues moviendo coseré lo que no debo.

Ante esa advertencia ambos dejan de jugar, sonrojados, pero igualmente se dirigen tiernas sonrisas. Algo ha cambiado entre ellos, algo es más profundo ahora.

—Traeré los papeles de ingreso para que firmes— dice la enfermera a Jack cuando acaba—, esperen aquí— y se marcha tras la cortina.

Es la señal de Finn para acercarse a su chico (no puede decir a su novio como tal, al menos aún no). Se inclina un poco-ya que Jack está sentado en la camilla- y acerca su mano suavemente al rostro del castaño, como si temiera que en cualquier momento pudiera romperse hasta con el más mínimo roce.

—¿Te duele?

—Cariño, esa es una pregunta estúpida— responde Jack, pero está sonriendole y toma su mano con suavidad—. ¿Tú cómo estás?

Finn resopla. ¿Cómo está? La verdad es que no tiene ni idea. Se siente libre, pero también perdido... Y enamorado, muy enamorado.

—No sé que va a pasar ahora— se sienta a su lado y se cubre la cara con las manos.

Jack lo mira con un dulce sonrisa triste. Sabe a lo que se refiere. Recuesta su cabeza con suavidad en el hombro de Finn y así se quedan.

—Esta noche ha sido de locos ¿no?— habla el más bajito luego de un corto silencio, acariciándole al contrario el cabello, quién asiente con la cabeza con aire cansado.

—Jack...— murmura Finn con lentitud, como buscando el valor para decir lo que quiere decirle.

—Sí— responde Jack, como si se hubiera adelantado a los pensamientos del más alto.

—¿Eh?

—Sí, quiero estar contigo. No quiero que ésta sea una única noche inolvidable, Finn Wolfhard. Quiero que sea el comienzo de algo.

Se miran con ojos brillantes llenos de ilusión. Es la primera vez que ambos sienten esa clase de amor. Hay una corriente eléctrica entre ellos mientras se acercan a rozar sus labios.

—¡¿Qué demonios?! ¡Aléjate de mi hijo!— interrumpe de pronto la voz de la señora Grazer en la habitación.

Finn y Jack se separan bruscamente, aturdidos por aquella repentina aparición.

La señora Grazer tiene un aspecto elegante y atemorizante, y ahora los mira a ambos con ojos desorbitados de indignación e ira.

—Mamá...— murmura Jack, sin poder creerlo. ¿Cómo es que me encontró?, se pregunta.

Su padre entra entonces detrás de ella y se acerca directamente a Jack, haciendo como si Finn no existiera.
Los padres de Jack nunca le habían levantado la mano, pero ahora su padre le da una cachetada certera en la mejilla, a fuerza medida.

—¿Cómo pudiste hacer ésto?

Finn deja escapar una exclamación ahogada por la sorpresa de ver a aquel hombre golpear a Jack. El padre de Jack le dedica una breve mirada y entonces le dice:

—Sal de aquí.

Entonces, Jack decide que si pudo enfrentar a un maldito psicópata, puede muy bien enfrentarse a sus padres. Se pone de pie con la mejilla aún latiendole de dolor y los mira, desafiante.

—No— dice con toda la dureza que puede—. No le hablen así.

Finn se ha puesto de pie, pero se queda quieto, mirando a Jack con una mezcla de desesperación y anhelo.

—¿Qué se supone que haces, Jackie?— toma entonces la palabra su madre, acercándose a él y sin inmutarse por el golpe en la cara que su padre acaba de darle—. Olvida ésta locura, tu boda es mañana, tenemos...

—¡Ese es el problema!— exclama Jack—. Yo no voy a casarme, no quiero a esa chica, ni siquiera la conozco.

—No actúes como un niño— le dice su padre, cruzando los brazos por sobre el pecho.

—No arruinare mi vida solo porque es un trato conveniente para ustedes, ya no más— insiste Jack, firme.

—¿Y qué harás? ¿Te irás con ése?— la señora Grazer señala a Finn con desden—. Terminarás en la calle sin una vida, siendo un don nadie...

Esas palabras calan profundo en Finn. Si se queda... ¿será quién lleve a Jack a la ruina? No quiere tener la culpa de destrozarle la vida a quién a llegado a querer tanto... Entonces Finn echa a correr lejos de allí.

—¡Finn! ¡Espera!— Jack hace el ademán de ir tras él, pero su madre lo agarra del brazo.

—Jack.

—¡No!

Jack se safa y corre tras la persona que ama.

....

Finn y Jack jadean por el esfuerzo de la corrida, éste último se aferra con fuerza al brazo del contrario, deteniéndolo.

Se encuentran en el estacionamiento del hospital. El sol les da su saludo mañanero, pero ni siquiera lo notan.

—No te vayas...— murmura Jack, aunque lo que en verdad quiere decir es: No sin mí.

—Tengo que hacerlo. Si me quedo, tu vida se arruinara.

—Finn no, es precisamente lo opuesto. Mi vida estaba arruinada antes de conocerte, yo...

Finn voltea hacia él con los ojos bañados en lágrimas. Acerca sus manos a las mejillas de Jack, acariciandolas con suavidad.

—Por favor, no quiero que ésto acabe aquí— suplica Jack. Está llorando también.

—Y yo no quiero ser el responsable de que termines sin nada, no lo soportaría...

Baja sus manos y las entrelaza con las del más bajito.

—Te amo— murmura Jack.

Entonces Finn lo besa. Es un beso profundo y desesperado y también muy dulce, sabe a amor y lágrimas. Todos los momentos que vivieron en ésta loca noche pasan por sus cabezas. Cada sonrisa...

Finn se separa de Jack, ambos resignados. Quiere decirle que lo ama también, pero eso solo lo haría más difícil para ambos, así que en lugar de eso solo dice:

—Adiós, Jack.

Se aleja sin volver a mirar atrás, y Jack no lo sigue ésta vez, simplemente rompe a llorar, arrodillado en el cemento.

Finn huye. Después de todo, ha descubierto que se le da bastante bien ¿no?

...

Uhuhuh

El próximo es el capítulo final, ¿preparados para conocer como termina ésta novela?

¡Nos leemos pronto spaguettis!💞

Caos | Fack AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora