☁Rosas

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Casa de México

Una mexicana se encontraba vistiéndose para ir a la casa de la alemana, como lo hacia cuando era más joven, iba a visitarla por una invitación que le hizo ella misma de una pequeña tarde conversando y tomando té con el hermano de la alemán, UK.

¡Oh! Ya se hace tarde, mejor me voy.

Esta tomo sus llaves, se puso su chaqueta y agarró un ramo de rosas amarillas, sabía perfectamente que le encantaban a la alemán.

Esta salio de su hogar y se dirigió al de su amada, sonriente y alegre caminando, unos cuantos minutos bastaron para que llegara por fin a su destino.

Golpeo tres veces la puerta, unos segundos y esta ya estaba abierta por un canadiense, quien saludo;

¡México! ¡Cuantos años! ¿Buscar a Alemania? Ven sigue me.

La mexicana, como respuesta, sonrió y se adentro en el hogar, era muy grande e espacioso, ideal para una familia tan grande como la de su pareja.

Esta, que caminaba con el canadiense, llegó a la sala junto a el donde se encontraban; USA, Chile, Japón, Argentina, Rusia y UK.

Algo nerviosa, abrió un poco su boca para hablar pero, fue interrumpida por su acompañante.

¡Family! ¡Miren quien nos visita!

.  .  . Ho-hola

Los presentes miraron a la mexicana.

Vaya, a la hora que apareces.

USA! Más respeto qliao, que es visita.

Dijo la chilena para después levantarse e ofrecerle asiento a la norteamericana.

Muchas gracias.

No hay de que, y que bueno que llegai' por que tus cabra' chica andaban preguntando por ti.

¿Mis niñas?

La mexicana miro a Japón y Argentina que la miraban con una sonrisa y saludaban con la mano, se le notaban los nervios.

¡Oh! ¡Mis chamacas! Espera. . . ¿Y esa de ahí? Acaso. . . ¿También es mía?

Pregunto confundida la de nacionalidad mexicana mirando a la rusa, que se encontraba a un lado de sus hijas.

Esta de aquí, es mi hija.

Dijo el canadiense tomando los hombros de la rusa, con una expresión seria.

Oh. . . Perdón, lo había olvidado, Hehe~

¿Y esas Rosas?

Pregunto el británico, quien servía una taza de té.

Oh, son para Alemania.

¿Para mi qué?

La mexicana dio un pequeño salto y volteo su vista, encontrándose con una Alemán sosteniendo una bandeja con unos alfajores.

¡Alemania! Bueno, estas son. . Para ti.

Dijo extendiendo las rosas hacía su amada.

La alemán dejo la bandeja en la pequeña mesa, hací acercarse más a la mexicana y dar le un corto pero tierno beso en los labios de su contraria.

Son hermosas, Gracias.

De nada, He~

Bueno, ven, vamos a tomar té.

Hací las dos se acomodaron en uno de los sillones, y pasaron la tarde con parte de la familia de la alemana.




✒455 palabras.

Familia Con Derechos (Country humans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora