Narra T/n:
Abrí los ojos tranquilamente. Recordé lo ocurrido el día anterior y me levanté lo más rápido que pude.Tú: ¿Chicos? ¿Dónde estoy? ¿Es un sueño? -Nau me volvió a tumbar. Eran un mar de lágrimas.-
Nau: No hagas esfuerzos. Estás débil.
Tú: No lloren. Me ponen tristes.
Adexe: ¿Necesitas algo? Todos vienen para acá.
Tú: Necesito que dejen de llorar, y si no os importa, algo de comer y beber.
Adexe: Ahora mismo voy. -se marchó a la cocina a por algo de comer para mí .-
Nau: Creí que te había perdido. - me dijo llorando más. -
Tú: Te pedí que dejaras de llorar, no que lloraras más. - dije intentando sonreír. Me levanté y lo abracé. - Ya está. Estoy aquí contigo. Mírame, estoy bien.
Nau: Pero podrías no estarlo. Y todo por mi culpa. Nunca debí dejarte sola. Mirate, estás toda magullada. ¿Que hubiese pasado si no hubiera llegado a tiempo? Podrían haberte matado.
Tú: No. Jamás lo hubieran echo. Sólo querían hacerme daño. Tenían que entregarme a ese estúpido de Allen. -dije con odio.-
Nau: Te lo dije. No debíamos fiarnos de él.
Tú: Y yo debí hacerte caso. Todo esto también es mi culpa, pero ya estoy bien. Olvidemoslo. -sonó el timbre.- Abre tú, por favor. Casi no puedo moverme.
Nau: ¿¡Cómo puedes decir qué estás bien si no puedes moverte?! -fue a abrir. Mis padres me vieron y corrieron a abrazarme, al igual que mi hermana. Los Gutiérrez se quedaron mirando desde una distancia prudente.-
Mamá: Estás bien. -dijo llorando.-
Papá: Lo siento mucho. Debería haberte cuidado más. Pero ya no va a volver a pasar. Te vas a venir a vivir conmigo y con tu hermana y tendrás a dos guardias vigilandote.
Tú: ¡Estás loco! ¡Me niego a dejarlos solos! ¡Vine aquí por ellos! ¡Y no pienso marcharme! ¡Debemos mantenernos unidos! ¡Las locas esas pueden atacarlos en cualquier momento!
Adexe: ¿Las? -preguntó alarmado-
Tú: Sí. Son..... Jessica, Marina y Aisha. Todas me odian. Marina y Aisha se unieron a ella solo para hacerme sufrir.
Papá: Con más razón. Te vienes con nosotros.
Tú: Ni de broma. No pienso moverme. -me crucé de brazos.-
Nau: Con todos los respetos, señor, creo que le conviene quedarse aquí. Yo la cuidaré y la verdad es que la necesito como el aire para respirar.
Papá: Está bien. Hija, tu hermana y yo nos tenemos que ir casi ya, tengo trabajo.
Mamá: Y yo también he de irme.
Nare: Nosotros nos quedaremos con ella. La cuidaremos como si fuera nuestra propia hija.
Papá: Está bien. Iré a por sus cosas. Enseguida vuelvo. Lore, despídete de tu hermana. Nos iremos enseguida.
Lore: Vale, papi. -todos se marcharon de la habitación. Solo quedábamos mi hermanita y yo. Los chicos subieron a su cuarto a cambiarse, y los adultos fueron a charlar a la cocina mientras mi padre iba a por mis cosas.-
Tú: Hola, Lore. -ella solo me abrazó y comenzó a llorar en mi hombro.- No llores pequeña. No pasa nada.
Lore: No te vayas. -dijo entre sollozos.- Pensé que te perdía.
Tú: No te preocupes, peque. Tu hermana es más fuerte que un roble. Nada ni nadie puede conmigo. -sonrió.- Así mejor.
Lore: ¡Gracias! -me abrazó más fuerte-
Tú: Ya basta me vas a dejar sin respiración.
Lore: Ups.
Papá: Lore, nos vamos.
Lore: ¡Adiós!
Papá: ¡Adiós, hija!Mi padre y mi hermana salieron de la habitación y se marcharon. Luego entró mi madre y se despidió de mí. Volvería al terminar las vacaciones de verano. Una vez sola, me incorporé trabajosamente y tomé el vaso de agua que Adexe me trajo, me lo bebí entero y lo coloqué donde estaba. Entonces, noté como el sofá se hundía a mi lado. Luego unos fuertes brazos me rodearon. Disfruté del abrazo de Adexe. Entonces, noté unas pequeñas gotas caer en mi hombro. Adexe se separó de mí, me miró a los ojos, limpié sus ojazos marrones con mi dedo índice. Colocó su mano en mi mejilla, la acarició suavemente, acercó su rostro al mío y pasó. El momento que tanto esperaba. Por fin me besó, el beso que tanto había esperado, y esta vez no era un error, ni tampoco un sueño, era de verdad. Después de aquello las palabras sobraban.
Adexe: Fui un tonto, debí permanecer contigo, debí cuidarte, yo te...... -lo volví a besar para callarlo. Una vez nos separamos e intentó volver a hablar, puse mi dedo índice en su boca para que se callara.-
Tú: Lo sé. Olvidémoslo. Todo pasó.
Adexe: Está bien. Ahora sí, después de tanto tiempo, tantos problemas, todo el dolor y las lágrimas, llegó la hora de enmendar mi error, ¿quieres ser mi novia?
Tú: ¿Es necesario que conteste? -asintió.- Bien. -lo besé.- ¿Suficiente?
Adexe: Por supuesto. Ahora espera, que voy a curarte.
ESTÁS LEYENDO
¿Te conozco? (2°parte "Tú no eres mala. Adexe y T/n")
Hayran KurguT/n tiene una vida dura, ella fuma y bebe, vivió una gran aventura junto su cantante favorito, Adexe, él la ayudó, pero entonces se despertó de su maravilloso sueño. Ahora al no tenerlo su vida se convierte en una mierda mayor de la que ya tenía ant...