DENTRO DE LOS PENSAMIENTOS DE TOM HIDDELSTON
Estaba bastante ansioso.
Mire a ambos lados y me tranquilizó ver como Emily configuraba y trabaja en mi agenda de trabajo. Tenía mi Instagram abierto en el móvil, buscaba algún tipo de noticia. Una pequeña pista de donde podía estar ella.
Habían pasado casi tres semanas desde el último día en que la vi. Todo iba muy bien y de repente desapareció. No es la primera vez que hace algo así. Paso mis manos por mis ojos en un intento fallido de borrar todo mi cansancio acumulado. Han sido unos días difíciles, sobre todo porque parece que la tierra se la ha haya tragado.
Blumer era uno de los mejores investigadores privados del país. Ni siquiera él había podido encontrarla. En su casa de Madrid no había nadie. Su cuenta de Facebook había sido cerrada, su Instagram estaba privado. En las cuentas de sus amigas no se hacía ninguna mención de ella y lo que más me cabreaba de todo era: No contestaba a mis malditas llamadas.
Podría mentir y decir que eso no me afectaba, pero por el contrario. Era incluso hasta un poco ofensivo. Al tercer día, después de su partida, deje de insistir y comprendí que no quería saber nada de mí.
Y la historia de mi vida se volvía a repetir una vez más, pero esta vez, sin ningún tipo de explicación alguna. Y eso me enloquecía profundamente. Recibí el mensaje cruel y escueto que le dejo a Jack en el Teatro Harold Printer
Una vez más, volví a cubrir mis sentimientos con una capa de autosuficiencia y trabajo, mucho mucho trabajo. Quedaban unos pocos minutos para aterrizar en Shanghái, era 21 de Junio del 2019, y necesitaba dar el máximo de mi. Esto de ser mentor es un honor y una gran responsabilidad a la vez. Entro un correo del director de la próxima obra presentación de Betrayal, aparte todos los pensamientos anteriores, me puse mis gafas en su sitio y me centré en el trabajo.
—¿Tom? —Emily llamó mi atención, me gire con una sonrisa en los labios hacia ella, era divertido hacer eso y ver sus ojos de sorpresa. Creo que le caigo bastante bien y que en cierto modo le gusto. Siempre me pasa lo mismo con todas mis representantes/relaciones públicas— Lo siento, me acaban de informar que hasta dentro de quince minutos no tenemos un coche disponible para ir al Hotel.
—No te preocupes, podemos esperar—Sonreí débilmente, aunque estaba bastante cansado, el haber pensado en ella, me hacia sonreír.
Creo que me estoy volviendo loco. Emily se volvió a sorprender, pero esta vez se quedo en silencio. No puedo creer lo que veo en su mirada. Se le ha ido la cabeza si piensa que puede tener algo conmigo. Lo último que haría... sería salir con alguien que trabaja para mí. Hay ciertos límites que es mejor no cruzar.
—¿Podríamos ir a por un café mientras esperamos? —Sugirió amablemente. Asentí y sonreí, no quería que se sintiera incomoda. Sus mejillas se tiñeron de rosa y eso fue la confirmación a mis anteriores pensamientos.
Me puse en la cola a la espera de pedirme un doble expreso americano con un poco de leche y azúcar.
Emily se puso a consultar el móvil de trabajo; hicimos nuestro pedido y yo tome asiento en la barra de la cafetería, arrastre un poco uno de los taburetes de la barra, remangue mi camiseta azul; el clima era un poco diferente allí y tenía un poco de calor. Entre en redes sociales y como era habitual, tenia cientos y cientos de notificaciones. Me entretuve un rato, leyendo y viendo fotografías mías que hacían mis fans. Adorables e increíbles.
Todo el amor que me mostraban no era merecido. O al menos eso pienso yo. A veces no sé qué he hecho yo para merecer tanto cariño.
—Ya tenemos el coche disponible Tom—Emily interrumpió mis pensamientos, apenas si me quedaba café en mi taza de papel ecológico.
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Always in my heart- Siempre en mi corazón
ФанфикSegunda parte de Always in my mind. Continuamos con un amor entre luces y sombras después de los primeros acontecimientos.