Abrí los ojos de par en par, tenía la respiración un poco agitada y el corazón me funcionaba a un ritmo muy inusual. La pantalla de móvil se iluminó y empezó a sonar la alarma. Eran cerca de las ocho de la mañana y me esperaba un día bastante largo, empecé a rodar en la cama, de un lado a otro. Gruñí para mis adentros y decidí levantarme de la cama de una santa vez. Podríamos decir que mi estado de ánimo era bastante gris esta mañana.
—Igual que la tonalidad del cielo—Dije para mí misma, mirando por la ventana principal de mi habitación.
Lo recogí todo, entre en el baño y después de una ducha rápida, me encaminé a desayunar.
Sentada en la barra del desayuno, comencé a pensar en los mensajes de Whats App que recibí anoche, después de toparme de narices con Tom... y Zawe. Comencé a sopesar los pros y los contras de ir a hablar con él. En medio de mis pensamientos mi móvil vibro, ya que lo tenía en silencio.
—Amor—Saludó la voz cantarina de Adriana.
—Buenos días cielo—Le devolví el saludo.
—Tu voz suena bastante alegre... ¿Por qué será? —Comentó ella—Es igual; Escucha ¿Tienes tiempo para hablar?
—Sí, claro, cuéntame.
—He estado revisando todas las reservas de nuestro último viaje, porque le tengo que dar todos los papeles al Departamento Financiero y... hubo una cosa que se me olvido comentarte durante el viaje.
—Si me llamas porque tengo que darte algo de dinero por el tema del viaje, dilo, no pasa anda—Comenté riéndome.
—No, no... No es eso
—¿Entonces? —Y ahora sí que empecé a prestar atención.
—Sinceramente, no creo que tenga importancia, pero igualmente quería comentarlo contigo. —Ella suspiró y yo me quedé en la línea esperando a su explicación—Cuando comencé a hacer la reserva de los billetes para pisar suelo americano, desde la asesoría de Viajes, me dijeron que tenía que sacar el ESTA, que es un permiso para entrar en Estados Unidos.
—Sí, lo sé. No me digas que he entrado ilegalmente al país. —Adriana empezó a reírse.
—No que yo sepa. La curiosidad es que a mi si me lo pidieron, pero a ti no.
—¿Cómo?
—Sí, yo tuve que solicitarlo, pero desde la asesoría me dijeron que tu nombre y tu número de identificación tenía un visado de un año.
—No lo entiendo. Yo no he solicitado ningún visado americano.
—No tengo ni idea tía, lo único que sé es que a mi si me toco pagar los 15 euros del ESTA.
—Que cosa más rara... pero gracias por decírmelo. Tengo una cita dentro de media hora, lo siento tengo que irme. Por cierto que tengas un buen día en la oficina—Dije despidiéndome.
—Cuídate amor y gracias por todo.
Colgué la llamada, deje la taza de mi café y la deje en el fregadero. Me quede bastante extrañada con esa información y tenía mis sospechas de quien me había solicitado el visado, lógicamente un visado aprobado y que no solicite.
Me vestí sencillamente. No hacía falta mucho para ir a visitar el Notario. Por fin me aventure a coger el BMW que tenía en el garaje y me encaminé a la notaria.
Después de gestionar todo lo que teníamos que gestionar. Tuvimos que volver al despacho de Marc y una vez allí no pude aguantar más la curiosidad.
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Always in my heart- Siempre en mi corazón
FanfictionSegunda parte de Always in my mind. Continuamos con un amor entre luces y sombras después de los primeros acontecimientos.