Cap. 2

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*golpes en la puerta*

No podía simplemente estaba tan absorto en mis pensamientos que no estaba pendiente de mi alrededor, así que por consecuencia no escuche que llamaran a la puerta.

-Hey! Medicucho, ¿está todo bien?- al parecer era Roronoa-ya. Me puse de pié y abrí la puerta.

-¿Qué quieres?- estaba irritado, el no hallar una respuesta, por mas vueltas que le diera al asunto sobre mugiwara-ya me tenia de mal humor.

-Nada, cejillas me mandó a decirte que vayas pronto a comer, en mi opinión puedes morirte de hambre - dicho eso se dio la media vuelta, no sin antes dedicarme una sínica sonrisa y... tomando el camino contrario, suponiendo que se dirigiera de nuevo hacia la cocina.

- Oye... La cocina es hacia la otra dirección - le dije mientras señalaba la dirección a la que debía de ir.

- ¿!Qué!? de nuevo los pasillos se mueven - dicho eso tomó la dirección que le había indicado. Me reía a carcajadas internamente, era amenazador, eso ni quién se lo quite, pero era un idiota sin orientación que se perdía en su propio barco. Entre de nuevo a la habitación y me coloqué mi característico sombrero, al tocarlo me recordaba a bepo, tan suave y esponjoso, extrañaba recostarme en él. Una vez que ya me lo había puesto salí y tomé dirección hacia la cocina, al asomarme por el marco de la puerta vi que faltaba mugiwara-ya, me extrañó, nunca llegaba tarde a una comida, así que me dirigí hacia su camarote, que estaba dos puertas después del mío, antes de llegar noté que algo, una sombra salia de la habitación, una sombra, apresuré mi paso y al llegar no había nada, ni nadie. Aun así utilicé mi habitadas para cerciorarme, tenia una mal presentimiento.

- "Room" "Scann" - nada, que extraño, juraría haber visto algo. No importa, me giré hacia la puerta y era estaba abierta, me pare en el marco de la puerta y miré.

La habitación estaba oscura... Demasiado. ¿Porqué?, me acerqué hasta la cama y noté un líquido que la rodeaba, era viscoso y me era incómodo caminar sobre él, me incliné para tomar un poco de eso que tenía a mis pies con el índice y el pulgar, lo froté, seguía siendo un poco espeso para ser agua y mis años como médico me decían inconscientemente que éste líquido era sangre, por su textura, consistencia y olor ligeramente metálico, me enderecé y seguí acercándome a la cama, algo en mi me decía que no sería una linda vista la que tendría. Pero aún así seguí acercándome, hasta que topé con la cama la cual igual estaba empapada de ese liquido viscoso y que ahora con esos pocos rayos de luz, se veía que era oscuro. Había un cuerpo sobre la cama, ya sospechaba de quien era, estaba inmóvil, su pecho subía y bajaba con lentitud, movió la cabeza y pude ver como estaba totalmente rasguñado como si lo hubieran hecho con navajas o algún objeto punzo cortante. Quien fuera el que lo atacó sabia de su habilidad y fuerza, ya que se había tomado la molestia de esposarle las manos con kairouseki, dejé de analizar la escena y me acerqué a él.

- ¿Mugiwara-ya?- no respondió, lo único que hizo ante mi llamado fue temblar. Dios, estaba muy herido ya viéndolo de cerca y eso ya explicaba el porqué de tanta sangre. Lo levanté de la manera más delicada que pude, claro sin tocar las esposas de kairouseki, y me lo llevé a la enfermería, ¿cuánto tiempo había pasado que sus nakamas ni siquiera aparecían, qué acaso no les extrañaba su ausencia en la comida?. Al salir de esa oscura y ensangrentada habitación pude ver la razón por la cuál sus nakamas no se habían presentado. Habían acorralado a alguien encapuchado y en ese momento Roronoa-ya le estaba sometiendo con 2 de sus katanas, con una en su cuello y otra en dirección a su corazón, un movimiento en falso y lo matarían, Nico-ya lo tenía inmovilizado con dos manos en sus tobillos y no se notaba del todo pero tenia de igual manera un par de manos tomando sus muñecas, Nariz-ya estaba en su pose de ataque, listo para disparar, pero sus piernas temblaban cual gelatinas, con trabajo y sostenía su propio cuerpo, Nami-ya tenía preparada una Thunder-Charge, Huesos-ya tenia su espada desenvainada. Kuroashi-ya fue el único que volteó hacia donde me encontraba, debido a que sintió mi presencia con si haki de observación ya que era el que mejor desarrollado lo tenía, era el que mejor sabia usarlo en este barco, claro después de mugiwara-ya.

En la tardanza está el peligro... (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora