Mugiwara-ya...- me miró, me acerqué y atrapé sus labios en un necesitado beso, al cual sorpresiva mente correspondió.
Sus labios se movían torpemente por sobre los mios, era muy torpe e inexperto, seguramente sería su primer beso, estando consciente, ya que le había robado uno mientras dormía, o tal vez el segundo, no se si ese espadachín verde halla tomado algo de él antes de mí. Ese pensamiento solo me hizo aumentar la intensidad del beso, le mordí el labio inferior e intento replicar, reacción la cual aproveché para introducir mi lengua en su cavidad disfrutando nuevamente de ese exquisito sabor que tenía, dulce, muy dulce, el pequeño gimió en mi boca dando señal de que se estaba quedando sin oxígeno. Me separé de él notando su sonrojado rostro y su respiración entrecortada. No pude evitar relamerme ante tan provocadora escena, aún tenía su delicioso sabor en mi boca y no me resistiría, volvería a probarlo.
Estaba por volver a devorarlo cuando me tomó del rostro, sus manos eran muy cálidas y suaves, nunca pensé que alguien tan acostumbrado a las batallas y peleas cuerpo a cuerpo pudiera tener unas manos tan suaves, seguramente su habilidad tendría mucho que ver con eso. Lo miré.
- Mugiwara-ya ¿qué pasa?- Me miró directamente a los ojos. Esos orbes negros tenían una chispa, un brillo que no les había visto antes.
- To-torao, ¿P-por que?- sonaba tan sensual y provocativo con la respiración aún entrecortada, éste mocoso involuntariamente era muy excitante.
- Te lo diré solo una vez mugiwara-ya, Tú eres MIO, no dejaré que nadie mas que yo te ponga una mano encima- tenía que ser egoísta sino ese musgo andante que tenia por segundo al mando se lo llevaría y no podría soportar lo. Si el simple hecho de que lo abrazara y consolara me cabreó. Que se lo quedara y lo hiciera suyo cada que quiera, me volvería loco, no, simplemente no, este mocoso sin modales, molesto, inocente y al mismo tiempo extremadamente sensual, me tenia loco y eso desde la primera vez que lo vi, no quería aceptarlo, pero así es, sin quererlo me había enamorado de la persona mas opuesta a mi , y me importa un comino si este chiquillo manda todos mis planes al demonio con su espontaniedad. Si iba a ser solo mio, esta bien. Miré hacia donde estaba y no pude resistirme lo acorrale colocando mis brazos a cada lado de su cabeza. Trató de empujarme pero el espacio, al menos para él, era demasiado reducido.
-To...- iba a decirme algo pero no se lo permití.
- Mugiwara-ya ¿Qué te parece si te demuestro para que te traje aqui?-
- Y-Yo- se veía nervioso, pero no iba a detenerme por eso, si no corespondia a mis sentimientos y por en cambio, si a los de su espadachín, por lo menos lo tendría para mi una vez.
- ¿Confias en mí?- no habló, solo bajo la mirada al piso- Esta bien, tomaré eso como un sí- Y dicho esto lo besé, primero fue solo un roce y poco a poco se tornó mas apacionado. Al principio hizo el intento de resistirse y tratando de saface empezó a removerse incomodo en su reducido espacio, pero luego poco a poco comenzó a ceder, dejándose llevar por las sensaciones que con cada contacto invadían su pequeño cuerpo.
Cuando por fin hubo cedido me fue un poco mas placentero jugar con él, quise recorrer su torso, pero aún tenia las molestas vendas, que yo le había puesto, como en ese momento estaban de más las arranqué. Y con la misma comencé a recorrer su cuerpo, aun lleno de cortadas, recorrí con mi lengua la cicatriz que yo le había dejado dos años atrás tras salvarle la vida, su piel era endemoniadamente suave y el que cada vez que lo tocara gimiera solo lo hacía mas exquisito, tenia múltiples espasmos de placer y aun no había comenzado.
-To-To...- no podía ni articular mi nombre de tan excitado que estaba, Sonreí, me acerque a sus labios y lo besé, luego me acerqué a su oído y le susurré.
ESTÁS LEYENDO
En la tardanza está el peligro... (CANCELADA)
FanfictionPROYECTO CANCELADO. esta es una historia homosexual. aquellos que no simpaticen con este género por favor NO LO LEAN. Resumen: Trafalgar Law ha formado una alianza con los mugiwaras y ha descubierto que no son lo que pensaba, actualmente no ha des...