En la tardanza está el peligro... (CANCELADA)

Cap. 6

Habían llegado a la isla exactamente a las 2 horas, tal y como lo había dictado la navegante, era un día espléndido. Soleado y con una brisa agradable. Todos exceptuando a un deprimido y enojado espadachín estaban esperando con ancias  bajar y conocer el lugar, claro cada quien con sus respecivas intenciones. Un cirujano estaba impaciente por estar a solas con su pareja, ésta estaba esperando comer todo lo que pudiera del lugar. Usopp estaba ancioso por conocer las tiendas de artilleria y pirotegnia al igual que chopper. Nami tenia ganas renovadas de estafar a pobres comerciantes desafortunados, Robin simplemente le seguía la corriente aun que igual tenia ganas de visitar alguna libreria o biblioteca. Y así cada uno tenia diferentes cosas en mente.

En la isla un par de chicas paseaban por la orilla de la playa, se encontraban viendo al horizonte esperando que algo interesante se les ocurriera o apareciera, hasta que vieron un barco, bastante llamativo, por sus vivos colores , pero lo que más les sorprendió es que fuera un barco pirata. Comenzaron a correr , siguiendo de lejos al extraño barco. Se escondieron detrás de unos barriles que habían cerca y esperaron a que los tripulantes bajaran.

Dentro del barco todos estaban exasperados, ya habían repasado sus planes, su lugar de encuentro y quien seria la siguiente pareja en cuidar el barco. Lo único que estaban esperando era que la tacaña de Nami soltara los bienes monetarios que le tocarían a cada quien, Usopp estaba negociando un poco más de presupuesto, a pesar de que sabia de que eso le traería grandes repercusiones en su limpio expediente de  deudas con la navegante. Una vez que Nami dejó muy en claro que no les daría ni un belli de más, poco a poco las parejas comenzaron a descender del lugar.

Detrás de los barriles estaban aún las dos chicas  y veían asombradas como del extravagante barco descendía gente muy atractiva. En frente de ellas, apareció una esfera azúl, en la que unos segundos después  estaban dos pelinegros, uno mas alto que el otro, pero ambos igual de apuestos, las chicas se quedaron boquiabiertas. Pero su impresión cambio cuando observaron como el más alto tomaba por la cintura al pequeño y lo pegaba celosamente a su cuerpo para luego verlos caminabar hacia el pueblo.

-¿ Veremos hard?-

-veremos hard- y con la misma comenzaron una estrategia para realizar su perverso propósito.

En el centro del pueblo todos los mugiwaras ya estaban dispersos y con sus determinadas parejas , en un restaurante el dueño se mordía las uñas nervioso al ver como comía uno de sus comensales y se preguntaba si es que tenían planeado  pagar la cuenta.

-Mugiwara-ya- el pequeño alzó la mirada sin parar de engullir todo lo que había en la mesa.-  ¿no te gustaría hacer algo mas entretenido?- dijo de una manera bastante sugerente el ojeroso y con una sonrisa que ante cualquiera delataría todas sus intenciones. Pero como todos sabemos Luffy no tenía ni la mas mínima idea de que quería su deseosa pareja.

-¿af donfde fieresif tofao?- Law rodo los ojos le era inevitable odiar los malos habitos de su pareja, pero por una u otra razón lo mandaba a segundo plano. Y aún con todo eso no le habia entendido nada. 

-Mugiwara-ya- tomo aire , una pizca de paciencia y prosiguió- traga primero.- una vez que lo hubo obedecido espero a que repitiera nuevamente lo que habia dicho.

-¿A dónde quieres ir Torao, hay cosas deliciosas?- entonces el ojeroso al percatarse de que su pareja no le entendía decidió sacar provecho a su inocencia.

- Sí, mugiwara-ya hay muchas cosas deliciosas, ¿vamos?-

-Siiiii, ¡vamos a comer cosas deliciosas!- se levantó y salió corriendo del lugar como si no hubiera un mañana, sin siquiera esperar el ojeroso, éste no hizo mas que suspirar, dejar menos de la mitad de la cuenta en la mesa y retirarse. De cuaquier forma cuando el dueño del lugar se enterara quien era ni siquiera se le ocurriría buscarlos.