ᖴOᖇ ᗰY ᔕOᑌᒪ

8. Doble agente

[Advertencia: Lenguaje subido de tono]

"Heh, supongo que querías hacerlo dramático, ¿uh?", preguntó la castaña intentando parecer tranquila.

Tomó su chaqueta, activando la cámara que estaba en su botón y, de paso, contactar con Fury para que viera todo eso en vivo y en directo.

Dio un paso y escuchó la puerta cerrarse detrás de ella.

No estaba sola con él, eso era un alivio. Estaban en un lugar que casi parecía un laboratorio con varias personas en bata y soldados que parecían resguardar la seguridad.

Al medio, justo detrás de Pierce, había una cápsula congelada.

"Acércate"

Toni asintió y obedeció.

El secretario le acarició la espalda, cerca de la cintura, cuando ambos voltearon a ver la cápsula. La Stark intentó no sentirse tan vulnerada ni mostrarse débil.

"Aquí está el soldado del invierno"

La Stark miró por la ventana hacia el interior.

Sintió algo de náuseas al ver el rostro de aquel soldado. Igual al de Sebastian, pero con facciones más toscas y estaba más pálido, como si estuviera enfermo.

"Vaya. Bastante impresionante", exclamó la castaña tocando el frío vidrio. "¿Y qué es lo que hace?"

"Es el soldado perfecto para HYDRA. Lo usamos para eliminar a posibles amenazas para nosotros. De sangre fría, sin emociones. Es una máquina para matar"

"Pero no es un androide", sonó más a pregunta.

Ahora que se daba cuenta, hacer de tonta en verdad funcionaba frente a tipos babosos.

"Por supuesto que no", Pierce empezó a caminar y Toni se arregló la chaqueta, un movimiento para que la grabadora de su botón pudiera 'ver' mejor. "Esto fue un proceso de muchos años. Desde los 40", le entregó un archivo muy antiguo y la Stark lo ojeó. "Su nombre es James Buchanan Barnes. Un simple soldado y ahora el más leal y poderoso que tenemos"

Toni observó el rostro del soldado desde antes de ser convertido en aquel monstruo sin poder oponerse. Ser convertido en un asesino.

Su sonrisa casi tan brillante y llena de vida como la se Sebastian. Su uniforme de sargento perfectamente puesto.

Sintió mucha lástima.

Ocultó ese sentimiento en una sonrisa ladina y miró al secretario.

"Hay algo mucho más grande, ¿no es así?"

"Ya estás investigando demasiado"

"Oh, por favor, señor secretario. Sólo tengo curiosidad de saber más... ", Toni se acercó rodeando la mesa, y acarició el pecho ajeno suavemente. "¿O no confía en mí?"

Perfecto escote, perfecta trampa.

Se mantuvo en su papel de chica bonita y lanzada incluso cuando Pierce le acarició la cintura.

"Por supuesto hay más. Pero primero quiero un poco de ti. Ya te he dicho bastante"

"Mh... ", Toni se separó intentando parecer amistosa. Pensó un momento tocando su propia mejilla. "Dependen mis ganancias", le guiñó el ojo. "No será tan fácil negarme la información, querido Pierce"

"¿Cuáles son los precios?"

"Mientras más lejos lleguemos, quiero saber más", exclamó volviendo a acercarse. Tocó nuevamente su pecho y luego el rostro. "Quiero ser tú segunda al mando", susurró casi rozando sus labios con los ajenos.