2. Flores

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Fácilmente Tony pasó una hora encerrado en el baño observando su cuerpo femenino con sólo ropa interior.

Volvió a confirmar de nuevo que el reactor era 500 veces más incómodo con aquellos pechos en frente.

Eran bonitos, redondos, firmes y sexys, era lo único positivo que podía destacar y sacó una que otra sonrisa curiosa al observarse.

"¿Señorita Stark?"

"¿... Mh?"

"Creo que me estoy preocupando de su silencio", hubo silencio. "Si le hace sentir mejor, pienso que su nuevo corte le queda muy bien"

"Oh, uh... Bueno... ", Tony no sabía qué decir. Sólo se sentía desorientado. Se tocó el cabello, en verdad Pepper había hecho un buen trabajo al dejarle un corte Pixie. "¿Qué te parece si vemos qué tal mí ropa?"

"Por supuesto, señorita. Me encanta ser su asesor de modas"

Lo confirmó. Todo su armario estaba cambiado, eran literalmente toda su ropa que recordaba, pero era femenina.

La poca ropa de hombre que había, era de hombres externos, lo supo por la fragancia tan distinta a su propio perfume.

No sintió repulsión, no le importaba, pero no pudo más que confundirse más intentando recordar.

Tampoco iba a engañarse a sí mismo. Tuvo un par de novios en su juventud, tanto en el instituto como en el inicio de su vida como playboy y millonario, pero nunca, en su vida de adulto ya con la empresa funcionando al 100% a su mando, se había quedado con algo de ellos.

Pero por ese momento, lo agradeció.

Se puso un pantalón de buzo de su talla y una sudadera grande. Era la sudadera con el mejor perfume, según él, así que era agradable.

Quedó a pies descalzos, no tenía ganas de salir ni de ver a nadie. Quería recordar, procesar, adaptarse en aquel juego raro y saber si estaba alucinando con aquella coqueta y muy delgada mujer con capucha negra. 

Fue a la cocina, todo estaba igual. La decoración de su casa no había cambiado mucho.

Acarició la mesa de la cocina, recordando lo mucho que extrañó aquella casa después de lo que ocurrió con Killian.

"¿Un café, señorita Stark?"

Tony se sobresaltó levemente. Su mente estaba a la defensiva y no comprendía muy bien porqué.

"Claro... Gracias, J"

"Cuando quiera"

La cafetera empezó a sonar cuando empezó a preparar la bebida.

Buscó su celular para buscar información de él mismo, y lo encontró.

Nada realmente había cambiado, aunque se reflejó la doble cara de muchos medios de comunicación y aquel sexismo que nunca le molestó porque no era víctima de él. 

Antes siempre había polémica sobre sus parejas de una sola noche, pero ahora la caracterizaban de ser una prostituta, por decirlo suavizado.

También resulta que su nombre era Antonella Edwina Stark.

"... ¿Edwina? ¿Qué carajos?"

"A usted nunca le gustó su segundo nombre, señorita"

"Claro, claro... Tiene sentido, supongo"

Pasaron unos minutos, cuando Tony se dispuso a tomar su tasa de café antes de pensar en qué hacer, o siquiera pensar, cuando la voz de Jarvis de nuevo le habló.

ᖴOᖇ ᗰY ᔕOᑌᒪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora