30. Londres

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"¿Cómo te sientes, Toni?"

"Estoy bien, Pep, ya te lo dije"

Toni se había quedado a dormir un par de días en la casa de Pepper. Total, su casa había sido destruida y ni Virginia ni Rhodey se sentían seguros de dejarla en algún establecimiento de SHIELD por ahora.

Ahora mismo estaba sentada en el sillón con la cabeza de Dodger recostada en su regazo. No ha sabido nada del equipo más de que la misión para detener a los aliados de Killian había sido un éxito sin bajas mayores.

Pepper había hecho su mejor esfuerzo para distraerla de malos pensamientos, llegando a faltar al trabajo.

Había dejado de tomar sus pastillas, aunque en verdad nadie se acordaba. Con todas las cosas que habían pasado, era de esperarse que se olvidaran.

Viernes y Jarvis arreglaban las cosas sobre la casa destruida y seguían participando en SHIELD para evitar que buscaran a Toni y procurar su recuperación mental.

Mientras que la Stark se veía y se sentía bien. Era extraño, esa conversación con la Muerte en sueños la había dejado mucho más tranquila, pudiendo disfrutar su tiempo con Pepper. Aún no podía dormir, no por las pesadillas, sino por simple insomnio que compensaba con grandes dosis de cafés mañaneros.

Tomaba desayuno con Pepper en las mañanas. Preparaban el almuerzo intentando no quemarse o dañarse al usar el cuchillo, puesto que ninguna de las dos acostumbraban a cocinar. Salían a pasear junto a Dodger, incluso una vez hicieron juntas la compra.

Para Toni era muy familiar.

Era como si nada hubiera cambiado y al mismo tiempo todo fuera diferente.

Quizás no serían pareja. Menos amantes. Tal vez no no puedan tener la misma relación que en la anterior vida.

Pero sin dudarlo se amaban.

Toni había encontrado una calma interna en ella como una eterna mejor amiga de la cual confiar.

Esa tranquilidad en el lujoso departamento de Potts duró al menos hasta que una noticia apareció en vivo en la televisión. 

Una gran nave que parecía extraterrestre estaba arribando en Londres.

Se levantó de un salto.

Le sorprendió más ver a cierto Dios rubio en la lejanía peleando contra aquellas criaturas. Jane y su equipo estaban poniendo artefactos alrededor, que parecían desaparecer a algunas de las criaturas.

Pero lo que le sorprendió más fue a ver una figura azulada deteniendo a los atacantes con lo que parecía ser magia y hielo, peleando lado a lado con Thor.

Por la lejanía de la cámara, presumiblemente de celular, no se alcanzaban a ver muchos detalles.

Se fue a la azotea luego de tomar el reactor que estaba encima de la mesa.

"Toni, ¿a dónde vas?"

"A Londres"

"No puedes-"

"Sí puedo, y debo", golpeó el reactor dos veces y la nanotecnología la rodeó.

"Ton-"

"Estaré bien. Debo devolver el favor"

Y simplemente partió sin importarle nada más, forzando al máximo sus propulsores para llegar lo más rápido que podía.

Llegó a la destrucción de la ciudad, buscando con la mirada a quienes eran sus aliados e intentando no ser afectada por tener una nave extraterrestre frente a ella.

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