ᖴOᖇ ᗰY ᔕOᑌᒪ

7. Hail HYDRA

Pasaron algunos días donde Toni se dedicó a crear a los Centinelas y hablar con Pepper sobre aquel proyecto.

Sería lento y seguro, no quería hacerlo de golpe y tener que lidiar con juicios sobre el control de su tecnología.

¿Qué es lo más irónico?

Que acabó por contratar de nuevo a la supuesta Natalie Rushman. La linda trabajadora pelirroja de Industrias Stark, ahora su nueva asistente.

Seguía con aquella naturaleza coqueta y mirada sin miedo.

Dejó que viera el proyecto e inclusive de que estuviera presente cuando terminaba los ajustes del modelo definitivo de los androides.

"¿Qué es eso, señorita Stark?"

"Centinelas de hierro. Es un proyecto que estoy trabajando con Pepper", respondió sin mirarla mientras acababa de ensamblar la parte del pecho. "Bueno, ella administra y mueve números. El genio aquí soy yo"

"Estoy de acuerdo"

"Mh, quizás cancelar la venta de armas haya perjudicado a unos cuantos ceros en la ganancia. Pero vamos, estas cosas son mejores"

"¿Están armadas?", la pelirroja dio un paso mientras ladeaba levemente su cabeza.

"Nope. Sólo protección", dio unos pequeños golpes al material. "Aleación de oro, titanio y demás metal, resistente a temperaturas extremas, y tiene equipados rastreadores. Se usarán para búsqueda y rescate de desaparecidos o como vigilantes de zonas vulnerables, o quizás para los bomberos", miró un momento y luego apareció su creación. "Estoy pensando en llevar algunos a los países bajos. Como protección"

Obviamente no le contaría sobre Sokovia exactamente, ni mencionaría a los gemelos.

Sintió el pecho apretado. Pensó que sería la ansiedad que lo golpeó al pensar en el rostro de decepción de ella luego de la guerra civil. Pero empezó a toser.

Era un dolor de pecho por enfermedad. Se había olvidado completamente de eso por esos últimos días.

"¿Se encuentra bien?", preguntó Natalia.

"Sí, sí. Estoy bien", se tocó la garganta más por la sorpresa que la sensación de debilidad. "¿Podrías ser un amor y traerme un café por favor?"

"Por supuesto, vuelvo enseguida"

Cuando quedó sólo, suspiró largamente.

«¿Qué sucede, cariño?

"¿Que qué me sucede? Se me olvidó que esta cosa me envenena", observó su reactor.

"¿Y qué harás?", sonrió la Muerte. Tony observó su reactor y lo acarició con su mano, así también miró su delicada y preciosa mano femenina. "¿Toni?"

"Voy a aprovecharlo, creo...", respondió finalmente. "Aún tengo un par de meses antes de que sea peligroso"

"Respuesta correcta", rió la entidad y desapareció.

Usó su holograma en la madrugada, cuando Natasha ya no estaría allí, para empezar a dibujar un plano, sacando cuentas, etc.

Debía prestarle atención a lo que pasaría, esa era su mejor ventaja.

Hammer y Vanko: Hammer fue un tipo bastante inocente, idiota, pero inocente sobre lo que Vanko planeaba exactamente. Si lo convence en alguna reunión, no tendría por qué preocuparse.