ᖴOᖇ ᗰY ᔕOᑌᒪ

39. Baile

No me odien.

La noche de la fiesta había caído. Pepper y Toni se estaban terminando de preparar, ayudándose mutuamente a pintarse y arreglarse. Contrastando bastante bien en el color azul del vestido de la pelirroja con detalles plateados, con el vestido rojo y accesorios dorados de la Stark.

Por supuesto, Jarvis fue quien manejó para dejarlas al lugar. Lo que Toni no esperaba, era que estuviera igualmente vestido formal.

Claro, no le importó que las acompañara, de hecho, le encantaba la idea de verlo interaccionar con más humanos.

El lugar era hermoso, se veía muy caro y especialmente elegante. Las mujeres con preciosos vestidos caros para la ocasión y los hombres viéndose como verdaderos caballeros.

Y, por primera vez en mucho tiempo, a Toni no le importó ser el centro de atención al momento de pasar. Se sentía de nuevo como sí mismo de alguna manera extrañamente peculiar.

"Toni", la chica volteó a ver de dónde provenía la voz, y le sonrió a su mejor amigo. "No creí que vendrías"

"Soy una caja llena de sorpresas, Rodhey-bear", exclamó bromista y con una sonrisa genuina en su rostro.

Hablaban, reían y bebían un poco. Era un rato agradable. Incluso Jarvis estuvo horas con una copa de vino en la mano, ya que no podía beber, pero le agradaba estar rodeado de personas que, para sus códigos, las consideraba seres queridos.

Eso hasta que Toni divisó un rostro conocido a unos metros, sólo que le hizo un poco extraño que no tuviera barba y verlo con ropa que no fuera de mago. Parecía más bien apartado de otro grupo, callado y tomando de su copa.

Toni lo miró a la distancia, luego a su propio grupo que charlaba entre sí cómodamente, y luego a él.

Notó que sus manos no temblaban al tomar la copa, y supo que por aquel entonces sólo era aquel cirujano famoso de Nueva York.

"Al diablo", murmuró para tomar valor y acercarse. Quería conocerlo y saber quién era exactamente Stephen Strange antes de todo el tema de los hechiceros, no había podido esa vez que le hizo exámenes para sacar el reactor, aprovecharía quizás ese momento. "Stephen Strange. Qué sorpresa", exclamó cuando estaba cerca de él.

Él la miró algo confundido, y luego la observó de arriba a abajo.

"Señorita Stark. Es una sorpresa verla por aquí"

"Sí, supongo que tienes razón", sonrió. "¿Disfrutando la fiesta, eh?", preguntó sarcástica.

"Las fiestas nunca han sido lo mío si soy honesto"

"Claro, a ti te gustan los relojes", sonrió ella al notar el caro reloj en su muñeca. Stephen la miró un rato y sonrió de lado.

"La veo muy distinta a la última vez que nos vimos"

"Eso hace como 7 años"

"Te ves fresca. Te ves bien"

"Tú también te ves bien"

Stephen miró al lugar y Toni le imitó, más que nada para observar el ambiente que por otra cosa. Tampoco era que se conocieran demasiado como para entablar una conversación completamente amistosa. Total, el doctor aun no sabía lo que pasaría en el futuro.

La Stark entonces notó a lo lejos a dos castaños bailando, el hombre parecía algo más torpe pero muy poco. Y pudo reconocer su perfil, era Bucky. 

Él estaba bailando con una chica un poco más baja que él, amarraba su cabello en una larga trenza, tenía una marcada cicatriz desde su cuello hacia al lado de su labio y sus ojos eran celestes. Básicamente ella lideraba el baile de ambos, guiaba al soldado, quien tenía una mirada confundida, pero parecía estar disfrutando.