Radioactivo

Capítulo 9

Los ojos de Brook me miran intensamente, me coge le  la mano y yo solo bajo la cabeza para ocultar las lágrimas que bajan por mis mejillas. Él se acerca a mí hasta que está lo suficientemente cerca como para secarme las lágrimas con las manos. Me abraza y escondo mi cara en su pecho. 

-¿Sabes? Te admiro, has pasado por todo esto tú sola. Además has sido muy buena conmigo y me has ofrecido de todo a pesar de que podría haber sido una amenaza. Eres una chica muy fuerte Bala. 

No sé que estoy haciendo, pero me reconforta la presencia de Brooklyn. No sé si estoy preparada para volver a estar sola cuando él se vaya. Me siento un poco avergonzada, no me gusta llorar delante de la gente pero no he podido evitarlo. He tenido muchos ataques de ansiedad sola y es de lo peor del  mundo. Me calmo un poco y respiro hondo. 

- ¿Cuándo te vas a ir? -Mi voz aún esta un poco cortada y me seco los ojos con una servilleta.

- Bueno yo... Es que había pensado que... Igual es pedir demasiado porque ya has sido suficiente generosa conmigo pero me gustaría quedarme contigo si no te importa claro. Prometo que te ayudaré en todo pero si soy sincero, yo tampoco quiero estar solo otra vez.¿Tú que opinas? 

Me mira con cara de súplica y yo solo puedo pensar en una cosa.

-¿T-tú quieres quedarte aquíconmigo? - Él asiente - Sí, sí por supuesto que sí.

Brook me levanta sonriendo y repitiendo "gracias" enfundándome en un abrazo que me hace sonreír. Sus ojos penetran en los míos y nos quedamos así unos segundos. Mis mejillas arden mientras el pulgar de Brooklyn acaricia mis labios. Mi corazón late muy deprisa y parece como si estuviese borrando el dolor de todos estos años. Por un momento soy feliz.

- Eres preciosa. 

Me gustaría decirle que no es cierto, que soy una chica corriente pero estoy completamente muda. No se como reaccionar en estos instantes. Pero para mi desgracia, retira su dedo de mis labios y me dedica una sonrisa antes de separarse. Se aparta y empieza a recoger los  platos, dejándome a mi quieta en el mismo lugar sin poder moverme. Observo como recoge se pone a fregar los platos.  Fantasma aparece para dirigirse a su cama y me saca del trance. Ayudo a Brook a terminar de recogerlo todo. Ya estoy un poco más calmada y adopto mi tono serio de siempre.

- Puedes elegir la parte que quieras de la nave para hacer tu espacio. De momento no tengo otro colchón pero puedes dormir en el sofá o te puedo improvisar una cama con algunas mantas. Mañana saldremos a buscarte un colchón.

- Creo que dormiré en el sofá, y gracias otra vez por todo.

Preparamos las camas con muchas mantas porque sigue haciendo frío y nos despedimos antes de irnos a dormir. Siento un vacío en mi cama, Fantasma ha decidido traicionarme e irse a dormir con Brooklyn. Me pongo a pensar en el día de hoy, en mis emociones y en mi nuevo compañero de piso. Hoy me he sentido feliz y hacía mucho tiempo que no me sentía así. Caigo en un sueño profundo y sueño con los ojos amarillos de Brook.

Me despierto de golpe en un charco de sudor. Salgo de la cama y veo los primeros rayos de luz de la mañana. La temperatura ha subido, y mucho. Empiezo a quitarme capas de ropa hasta que me quedo en ropa interior. Odio el calor, es insoportable. Me recojo mi larga melena rubia en un moño alto. Me pongo una camiseta larga y voy rápidamente a la cocina a por un vaso de agua. Paso por el salón y veo a Brooklyn durmiendo con la boca abierta. Se ha quedado en boxers. Me río en silencio y me dirijo a la cocina pensando en sus abdominales. Aún es bastante pronto, así que voy a desayunar y después de mi sesión de deporte lo despertaré. Preparo unas fresas con chocolate y me aseguro de dejarle suficientes a Brook. Al acabar me visto con un sujetador deportivo y unos pantalones deportivos cortos y voy hacia la parte que he llenado con toda clase de máquinas deportivas. Corro en la máquina, hago pesas y termino dándole unos cuantos golpes al saco. Mientras estoy concentrada en esto último, oigo una voz detrás de mí.

- Si flexionas un poco más el brazo le darás mejor.

Me giro y lo encuentro apoyado en una columna con el pelo despeinado, solo con unos pantalones  y comiendo fresas. Me siento en un banco y comienzo a quitarme los guantes y las vendas. El sudor chorrea por todo mi cuerpo. Estoy asquerosa.

- Voy a darme una ducha. Termina de desayunar y vístete, en un rato saldremos a por tu colchón.

Él me guiña un ojo y me sigue con la mirada hasta que yo desaparezco por la puerta para ir a los vestuarios. Tras una ducha corta de agua fría, me visto con unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta de tirantes blanca, aunque preferiría que fuese negra decido no correr el riesgo de morir abrasada. Me calzo las botas, me recojo el pelo en una cola alta y me cubro la cabeza con una gorra. Salgo y me reúno con Brook para preparar las mochilas. Ya listos, me aseguro de dejarle a Fantasma el bebedero lleno de agua bien fría y el comedero hasta arriba. Cogemos nuestras armas y salimos.

El  calor es mucho más fuerte fuera y el sol pega tanto que parece que la suela de mis botas se van a derretir a cada paso. Brook saca unas gafas de sol que le quedan realmente bien. En pocos minutos ya estamos sudando los dos a pesar de que intentamos caminar por la sombra. Hay una tienda de colchones en el  centro comercial que queda a unos 30 minutos andando. Tras una caminata insoportable llegamos a nuestro destinos y acabamos las botellas de agua. Subimos al tercer piso y recorremos los pasillos de escaparates rotos y objetos por el suelo. De pronto, Brook se detiene delante de un escaparate y yo le miro con curiosidad acercándome a él.

-¿Esto es una gimnasio?- Me pregunta girándose hacia mí.

- Sí, creo que sí pero, ¿qué es lo que quieres? Ya tenemos uno en casa. -Casa, suena muy extraño decirlo.

- Tengo una idea. Espérame aquí, ahora vuelvo.

Sonríe y entra en el gimnasio. Pasan unos cinco minutos cuando vuelve a salir con una sonrisa todavía más grande. Me coge de la mano y me arrastra dentro. Le sigo mientras caminamos por pasillos oscuros, esquivando y saltando objetos del suelo. Llegamos a una puerta que esta entre abierta y Brook la abre del todo. Entramos cruzando un vestuario y salimos por otra puerta. Nos paramos en seco y  entonces él me suelta de la mano y se gira hacia mí. Miro por detrás de él y me encuentro con una piscina enorme. Le vuelvo a mirar y él me observa fijamente esperando una respuesta.

- ¿Y bien, qué te parece? ¿Un bañito?