Salimos del cementerio, aún con algunas miradas merodeando sobre mí, era latente que mi cabeza tenía un precio el cual pronto cobrarían factura.
Guarde aquella peineta en mi pequeña bolsa, dirigiendonos hacia La puerta de purchena donde se encontraba un antiguo mercado que albergaba algunos maestros en el arte de la estafa y engaño.
Me dirigía a la boca del lobo, ese lobo era Díka.
Kalí me recomendó no alejarme de él ni un segundo al menos que quisiera seguir viva, seguimos algunos senderos cortos hasta llegar a la que sería la guarida de Díka.
Ella se encontraba atendiendo algunos clientes que trataban de saber que les depararia el destino, era algo nuevo para mí el caminar por aquella plaza con influencia de arquitectura burguesa del siglo XIX, que albergará todo tipo de alimañas, pero sobre todo descifrar de alguna extraña este embrollo de Lía y Williams, el porqué sentía que debía dar un cierre el cual se negaba a llegar.
Aquella intervención terminó, lo cual no fue del todo satisfactoria para los clientes que acudieron a Díka, ya que aquella señora salió al borde del llanto, inconsolable al lado del que pensamos era su esposo.
Al entrar ella se encontraba acomodando de nuevo sus cartas sobre la mesa, el lugar era oscuro, sólo lo indispensable iluminaban sus pequeñas velas.
—Demoraron el llegar—añadió— al vernos de reojo, mientras seguía barajando las cartas.
—¿Cómo sabias que vendriamos? --pregunté.
—Te dije que nos volveríamos a ver, pero no quisiste creerlo, también haz traído contigo tu talismán, ha sido muy gentil la señora Teresa en obsequiartelo, para ella no sería de mucho ayuda después de todo–dijo— mientras seguía y seguía barajando las cartas, llegando él momento de estresarme.
—Quieres dejar de barajar, me tienes de nervios—espete—mientras ella me observa y para aquel juego de carta, extendiendolas sobre aquella singular mesa.
—Pensé que nunca lo ibas a pedir, acércate, maja, toma una carta—dijo— invitándome a sentarme en su singular lugar de consultas.
—No tengo la pasta, para dicha consulta, solo vine a tratar de entender que es lo que ocurre con esta historia de Lía, ya este personaje de este lioso cuento de días se está apoderando de mi, es cuestión de días en que las personas me llamen por su nombre perdiendo mi identidad—explote— mientras sacaba de aquella bolsa aquella peineta colocándola en la mesa en señal de un posible pago.
—Pará poderte ayudar a descifrar cuál es tu destino en esta historia es importante entender en qué presagio te encuentras en este momento, se algunas cosas, otras sólo son indagaciones hasta que lo compruebe, es por ello la importancia de este paso que son las cartas, nos ayudarán a entender lo que te tiene tan consternada y llena de miedo.
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Despues de mí. (book 4)
Teen FictionEn ocasiones para entender el clímax de una historia debemos de llegar al final. Siendo el caso de Rosalin. Integrante del grupo de chicos menos importante de una universidad. Sus caminos se encuentran divididos, por rumbos impensables, pero ciert...