Quede estupefacta con aquella noticia. Martín sólo bajó la mirada, al sentir la ira que transmitía por los poros.
—Tengo todavía tus cosas en el almacén—dijo—buscando romper el hielo que se había generado.
—Me parece bien, gracias por ello, llamaré alguna agencia de mudanzas para llevarlas a mi departamento.
—Puedes pasar la noche aquí, recuerda que eres mi amiga también.
—Prefiero no hacerlo Martín, tenía tantas esperanzas y expectativas con su relación, que está noticia me hace tener sentimientos encontrados.
—Entiendo, tal vez sea mejor que sea el quien te cuente lo ocurrido—dijo—bajando a la pequeña de sus manos.
—¿No sabes donde lo puedo encontrar?
—No, perdimos comunicación después del nacimiento de Luz—respondió—refiriéndose a la pequeña aún presente en nuestro diálogo.
—¡Que sinismo el tuyo al bendecir a esta creatura con ese nombre, después de todo lo que Luz te aconsejo para que fueras feliz con Neto—exclame con rabia.
—Mira, es un asunto que no te compete después de todo, cuando encuentres a Ernesto, el podrá contarte lo ocurrido, solo quisiera que de mi parte le dijeras que lo siento—respondio sin poder pasar aquel trago de saliva que lo estaba ahogando.
—¡Hasta para pedir perdón eres cobarde Martín! pensé que serias diferente a Hosmar, juraste que no serias nada paracido a él, pero veo que haz ganado los goya a mejor actuación del año.
Martin no encontraba donde meter la cabeza después de aquel comentario, pidiendo a la pequeña Luz regresará dentro de casa, al sentir que la platica cambiaba de intensidad.
Podía presentir que nos observaba aquella mujer por uno de los ventanales.
—Quise hacer las cosas bien, Rosalín, pero el no me lo permitió—espetó.
—Se nota que intentaste, tanto, que hoy tienes dos bendiciones, en fin es un tema que no quiero saber, viniendo de ti—respondí—mientras buscaba con desesperación una agencia de mudanzas cercana en el celular.
Deseaba acabar con este encuentro lo más pronto posible.
Encontre un número, al cual inmediatamente marque. Martin al notar que no existía mi interés al escuchar su versión, me dirigió a la parte trasera de su mansion, donde estaban los almacenes.
El camión de mudanzas llegaría en escasos quince minutos, lo suficiente para acabar con esto que me estaba matando por dentro.
Que será de ti amigo, perdón por el dolor que te cause al dejarte solo, sufriendo todo este dolor.
Martin deslizó aquella cortina de metal, logrando visualizar algunas de mis pertenecias, como aquel sofá color mostaza que tanto odiaba pero tenía tan bellos recuerdos.
Aquella bicicleta vintage, donde traze caminos con la pareja que admiraba y hoy se que ya no existe.
Era todo tan confuso, todos dicen que después de la tormenta viene la calma, pero se olvidan que puede crearse un dilubio o llegar un trueno que acabe con todo.
—Lo último que supe de él, es que se encuentra viviendo en algunas de las calles bohemias de la ciudad—dijo—mientras golpeaba una de las paredes.
Había rabia e impotencia en aquel golpe.
—Gracias por el dato, lo encontraré, o al menos tratare mas de lo que tu intentaste, el es la única familia que tengo aquí.
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Despues de mí. (book 4)
Teen FictionEn ocasiones para entender el clímax de una historia debemos de llegar al final. Siendo el caso de Rosalin. Integrante del grupo de chicos menos importante de una universidad. Sus caminos se encuentran divididos, por rumbos impensables, pero ciert...