IV. Libre

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—No, Ian. No puedes ir a verla— me repite Ben otra vez.

—¿Por qué?— meto la cuchara en los cereales: —Ahora ya puedo defenderme si me atacan, y ella debe de pensar que estoy muerto—

—Mira, alguien tiene interés en utilizarte, no es buena idea que te arriesgues a salir por ahí y que te vean—

—¿Entonces por qué no han venido por mí?—

—Porque te mantengo oculto.— me señala acusador con un dedo: —como pongas en riesgo mi imparcialidad te vas de mi casa ¿está claro o te hago un esquemita?—

—Está bien— resoplo. No tengo más remedio que aceptar; en parte porque su casa es mi único refugio, en parte porque sé que tiene razón.

Ben suspira: —Mira, iré a verla ¿vale? Pero no quiero que me desobedezcas esta vez. Juro por todo lo que quieras que le diré que sigues vivo, o lo que sea— intento discriminar por su expresión si miente, pero nunca se me dieron muy bien esas cosas: —Intentaré que os pongáis en contacto de alguna forma, pero dame un poco de tiempo. Esto también es bastante rayada para mí—

—Sí, de acuerdo, lo entiendo— contestó a regañadientes.

Él coge su mochila y sale: —Cómete los cereales y deja de jugar con la comida— que harto me tiene.

Sin embargo ya me deja un poco más tranquilo.
Quiero decir, Asha me ha visto, pero ella se toma su código de confidencialidad muy en serio y últimamente no habla con nadie; a demás parece que todo el mundo está de acuerdo en que Ian no existe.

Legalmente no existes. Ni siquiera has salido en las noticias.

¿Qué quieres decir?

Salió que vuestro coche se había despeñado, siniestro total y eso. Pero no que un cadáver había desaparecido del depósito.
Nadie ha hablado de ti, y créeme, algo así de turbio, se cuenta.

Wow, eso sí es raro. Tienes razón. ¿Que hay de la señora gorda que tomaba datos?
¿Le habrán puesto a otro chaval para sustituirme?¿Le habrán borrado la memoria?¿Estará muerta ahora?

Todas las opciones son igual de chungas.

El cansancio que siento ahora mismo es realmente aplastante, tengo ganas de irme a dormir por unos cuantos siglos. Bajo tierra si hace falta.
¿Cuanto tiempo puedo estar sin comer hasta que mi cuerpo deje de regenerarse?
¿Si me cortan en dos saldrá otro yo?

No creo. ¿Te apetece probar?

No, estás loco.

Te recuerdo que me tomaron por la manifestación de tu esquizofrenia.

Vamos a dejar mis problemas mentales a un lado, ¿vale?

No tienes ningún problema mental. Fui yo, siempre. De hecho tenerme te impide desarrollar determinados tipos de enfermedades mentales, ya te lo he dicho. No vas a encontrar a un Spektro con doble personalidad, por ejemplo.

Ya. A ver, listo ¿Por qué?

No sé, es así. Es como intentar pasar dos veces la varicela, no se puede.

Gran prueba científica.
Fuente: porfa, bro, créeme.


Han pasado un par de semanas desde que okupé la casa de mi primo. He dedicado todo mi tiempo libre a torturar mi maltratada mente en busca de qué diablos pasó mi último día.

Conclusión: no lo sé.
He reproducido mis recuerdos una y otra vez, hacia adelante y hacia atrás. Me he detenido en los detalles más insignificantes que puedo recordar, pero nada.

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