Mi Vida Vol. 1 (Trilogía 3 Hombres)

Capítulo 10

—¿Jennifer, cómo entraste?. —Es lo primero que dije al verla sentada en mi cama y sus manos sobre mis hombros.

—Dah... Por la puerta pues ¿Por donde más?. —Dijo con cara de obviedad y una sonrisa nerviosa.

—¡Ja, ja, ja... Que raro tu con tus malos chistes vale!. —Dije con ganas de matarla por haberme despertado en la mejor parte de mi sueño.

—Si, si, como sea... ¿Hola amiga como estas? Te he extrañado, ¡Ya llegaste que dicha!. ¡Eso es lo que deberías de decir!.

—¿Hoy estamos susceptibles no?. —Dije burlándome de ella con una ceja elevada y mi sonrisa de suficiencia.

—Cualquiera después de oírte estaría susceptible, sobre todo, si hay un largo y solitario verano de por medio. —Dijo ella bajando su mirada apenada y a la vez con malicia.

—A ver ¿Tomaste antes de venir perra? De qué diablos estás hablando Jennifer?. —Dije realmente extrañada, actuaba raro.

—Entre al departamento gracias al chico que tocaba a tu puerta, quien amablemente me ayudó. No es nada fácil hallarte, le pregunté si sabía dónde vivía una pequeña psicópata, y me trajo hasta la puerta. Y gracias a la llave mágica entré. El chico vino a entregarte algunas cosas... —Dijo viendo a un punto fijo a mi espalda.

—Ahhh... ok, si ese debió haber sido el cartero, no lo sé ¿Está afuera?. —Dije entendiendo como había llegado hasta mi habitación.

—Oh, claro que el chico está y también escucho todo... Literalmente ambos escuchamos todo!. —Dijo ella haciendo gestos para que mirara detrás de mí.

—¿Que escucharon...?. —Dije volteando y quedé petrificada al ver de espaldas a Donny sobre mi cama.

—Con decirte que el pobre chico vino a levantarte y hasta un beso le has plantado!. —Dijo Jennifer disfrutando mi incomodidad y riendo como una maldita.

—Donny...? Qué haces aquí?. -Dije sorprendida, no esperaba verlo.- Diablos! Qué habré dicho?. —Dije mientras mis mejillas se sonrojaba recordando lo que había soñado.- ¡Lo siento mucho Donny, discúlpame por favor!. -Dije realmente apenada, no sabía que hablaba dormida

¿Cómo diablos vas a saberlo si estás dormida mientras lo haces? Si, es cierto no podía saberlo.

—Discúlpame tu a mi bonita, por haber entrado así a tu habitación, la puerta estaba abierta y tu amiga me dijo que le ayudara a meter sus maletas a esta habitación, no sabía que era la tuya. —Dijo él con evidente pena por todo lo ocurrido.

—Tranquilo no había manera de que lo supieras y en cuanto a Jennifer, ella es así, una chismosa de primera, entra como perro por su casa a todos lados. —Dije de manera divertida.

—¡Pero que buena publicidad! ¿Para eso te pago?. —Dijo de manera dramática Jennifer.

—¡Tu no me pagas... Ni los favores!. —Dije entrecerrando los ojos de forma acusadora en su dirección.

—¡Exacto, son favores pedazo de perra!. —Dijo mirándome de la misma manera.

Nos miramos así un segundo y al otro los gritos en la habitación fueron ensordecedores, salí de la cama y me tire encima de ella feliz. Estaba feliz de que mi amiga estuviera allí conmigo, de nuevo juntas, como siempre.

—Te extrañe perra!. —Dijo Jennifer.

—Yo también perra!. —Dije repartiendo besos en sus mejillas.

Escuchamos un carraspeo a mi espalda y Jennifer se giró conmigo aun sobre ella, como me había tirado encima de ella, no le quedó más remedio que atraparme, mis piernas estaban alrededor de su cadera, mis brazos, alrededor de su cuello y para poder sostenerme, sus manos estaban en mis nalgas. Como niña chiquita recibiendo cariño de su mamá. Mire a Donny que estaba realmente rojo y parecia que tenía mucho calor, pero el aire estaba al máximo.