Capítulo 12

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—Muchas gracias... —Dijo Jenny con evidente entusiasmo.

—Sí, de igual manera te ayudaremos con todo... Nosotras corremos con nuestros gastos, si quieres también puedes cobrarnos la estadía, la verdad, no te de pena, está bien?.

—Por supuesto que no y está fuera de discusión!. —Dijo Donny seriamente, nunca había visto su cara tan seria, excepto cuando se encontraban Cass, Alexander y él, en el mismo espacio.

—¿Oye papá, puedo llevar mi mantita también?. —Dije viéndolo con muy mala cara.

El simplemente agachó la mirada al tiempo en que soltaba un profundo y gran suspiro de frustración.

—Lo siento si, es que me pones nervio... La situación me pone nervioso, no quiero que nada les pase. —Dijo en mi dirección, pero yo ya estaba de espaldas a él.

Entre al apartamento por una maleta pequeña donde metería mis cosas personales y algunas mudas de ropa. Jennifer hacía lo mismo, al terminar cerramos el apartamento y nos dirigimos al auto de Donny, en el camino tenía una rara, muy rara sensación, sentía que nos estaban mirando, quizás hasta siguiendo, mis pelos estaban de punta, mi pulso estaba más que acelerado, pensaba que me daría un soponcio o un infarto, cualquiera de los dos que sucediera primero.

—Hey, sé que estás apurada por irte con el cartero, pero no me pises!. —Dijo Jennifer quejándose porque me había tropezado con ella.

—Lo... Lo siento... No me había fijado por donde iba. —Dije mirando a todos lados sin darle mucho interés a la pelirroja quejosa.

—Que pasa Yeisy, que es lo que miras?. —Preguntó ella al darse cuenta de mi cara y mi desinterés por ella.

—Nada... No lo sé... Creo que me estoy volviendo loca. —Dije entrando en conflicto conmigo misma, no sabía ni que pensar.

—Me estás asustando, creo que tienes serios problemas amiga, estoy por creer que de verdad estás loca o al menos, debes estar en las primeras fases de una esquizofrenia. —Dijo tratando de llamar mi atención.

Jennifer subió al asiento del copiloto, mientras yo abría la puerta trasera, Donny metía nuestras maletas en la cajuela del auto. Pero allí seguía esa sensación, ese mal presentimiento o lo que sea que fuera, ya me estaba estresando conmigo misma. Voltie una última vez y a mi derecha a unos cuantos metros se encontraba Cass recostado en la pared del edificio con uno de sus pies recargado en la misma, traía puesta su chaqueta de motero sus vaqueros ajustados sus botines de cuero y su cabello perfectamente peinado hacia atrás, el típico chico malo. No podía negar que se veía malditamente bien...

El solo estaba allí mirándome fijamente, sin hacer ningún gesto, ni una mueca, sin decir ni una palabra. Nada, eso siempre me desesperaba, no lo soportaba, porque diablos me veía así? Ese simple hecho me estresaba. Pero no era Cass el que me tenía con la incomodidad y el nerviosismo aún y cuando Cass me sacaba de quicio, no era el motivo de mi psicosis. Desvíe la mirada de Cass y me llamó la atención una camioneta de año estacionada frente al edificio, al parecer el conductor esperaba a alguien del edificio, pues miraba en dirección a Cass, quién estaba cerca de la entrada. Desde donde estaba podía observar la silueta del hombre que estaba detrás del volante, la oscuridad no me dejaba detallar bien su cara pero se sabía bien parecido, musculoso y muy elegante, estaba de traje y corbata, parecía un hombre importante...

—Diablos, diablos, diablos, me descubrió de chismosa!. —Dije para mí misma.

De igual modo no aparte mi mirada y tal parece a él también le dió igual mirarme, al parecer le era muy entretenido... No pude evitarlo y me reí como una psicópata, al tiempo en que sentía mis mejillas arder, por qué? No lo sabía a ciencia cierta, pero hubo algo, una corriente imaginaria en esa mirada, en ese momento. Qué locura! Hace nada estaba alterada y de la nada el tipo de negocios me saca del mal plano en el que estaba. Volví mi mirada al dueño de mi sonrisa fugaz y con una leve inclinación de cabeza le devolví otra sonrisa agradeciéndole mentalmente por el alivio que me transmitió. Él hizo un leve cambio de luces como haciéndome saber que no estaba loca, que había visto mi sonrisa y que ese cambio de luces, era conmigo.

Mi Vida Vol. 1 (Trilogía 3 Hombres)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora