Pasiones Prohibidas [#1 Pasiones-BL]

Capítulo 8 (Ryan)

El hospital se encontraba atestado de personas moviéndose de un lado a otro. Nunca me gustó este tipo de lugares, cada vez que asistía a algún centro médico mi pecho se acrecentaba en una inmensa inquietud a causa de las tenciones que se respiraba en el ambiente: angustias, nervios, esperanzas llenas de dudas, muerte...

Como se había acordado en la morgue, Zack me acompaño al hospital en busca del joven cambiaformas. Nos acercamos a una enfermera que se encontraba cerca de nosotros con la intención de preguntarle sobre el muchacho recién ingresado, la chica en seguida supo a quién nos referíamos y nos dio las instrucciones para verlo. Fuimos enviados al piso ocho, un área del hospital reservada especialmente para seres sobrenaturales, así nos solían llamar los pocos médicos humanos que conocían el secreto y habían jurado guardarlo. Quizás hubiese sido mejor desde el inicio crear un centro médico solo para hombres lobos, cambiaformas o vampiros, sin embargo, la idea es integrarse en el pueblo siendo uno más y un lugar así llamaría demasiado la atención.

Mientras subíamos en el elevador volví a pensar en Tobías y su acompañante, al mismo tiempo la furia y el dolor se iban apoderando de mí ¡No! no era dolor, era culpabilidad. Me sentía miserable por ser el causante de la perdida de la sonrisa en su rostro, desde nuestra confrontación era como si e vampiro hubiese abandonado la picardía y el carácter que le caracterizaba, por lo menos hacia mi persona. No era difícil notar como me ignoró cuando estábamos en la morgue, ya su sonrisa no iba dirigida a mí. Mi cuerpo ardía ante la rabia de imaginar que debido a mi estupidez lo hubiese lanzado a los brazos de otro, a los del acompañante que iba con él nada más y que para colmo también era un vampiro y no tendría que sufrir los dolores de cabeza de estar con un lobo. Aunque, hay que ser sinceros, nunca ha sido mío como para lanzarlo a alguien más.

Zack debió percibir mi molestia pues, en un intento fallido de animarme, habló.

—Comprendo tu furia, pero debes pensar con la cabeza fría en este momento y relajarte.

—Y según tú ¿por qué estoy enojado? — pregunté alzando las cejas, no creo que Zack se refiriese al mismo tema que pasaba por mi mente. Incluso creo que el enojado fuera él si llegaba a imaginarlo.

—No es obvio— contestó—. Ese vampiro te ha hecho quedar en ridículo ante todos, te ha desobedecido y quitado la autoridad como alfa.

Como pensé, no nos referíamos a lo mismo.

—Hasta donde recuerdo—digo furioso—, el único que ha desobedecido una orden has sido tú. —Zack me miró anonadado, al parecer no esperaba esta respuesta, aun así, no cambio el tono de mi voz—. Te pedí que no buscases problemas con los vampiros, que te callases y siguieras mis instrucciones y lo único que hiciste fue insultar a su líder.

La mandíbula caída de mi acompañante dejaba ver su asombro y disgusto ante mi respuesta. Tal vez estoy descargando mi frustración personal en él. Sin embargo, si es cierto que Zack me ha desobedecido en varias ocasiones al comenzar discusiones con los vampiros, tarde o temprano tendría que reprenderle ¿Qué mejor momento que ahora?

—¡Pero qué diablos...! —Comienza a gritar enojado.

—Modera tu tono y lenguaje, estas en un hospital. —Le corrijo sin perder la calma, pero al mismo tiempo manteniendo la seriedad en mis palabras. No porque sea mi hermano puedo permitir tal conducta, después de todo continúo siendo el alfa. Aunque por lo visto Zack tiene otro punto de vista basado en la misma teoría.

—Soy tu hermano y uno de tus seguidores más fieles, siempre te lo he demostrado. —No estoy seguro de que sensación predomina más en su voz, incredulidad o enojo—. Aun así, defiendes a un vampiro por delante de mí, nunca espere eso del alfa de los lobos. —Decepción— ¿Qué pasa contigo? Nunca te importaron los vampiros.