Cumpliéndo el sueño de Ryoma-kun

Capítulo 2: Promesa

Disclaimer: The Prince of Tennis no me pertenece. Este fanfiction es sin fines de lucro y exclusivamente para la diversión de la autor y posibles lectores

Capítulo 2: Promesa

Creyó que era el momento adecuado, tenía la determinación para hacerlo se acercó a paso lento mientras intentaba controlar su respiración al igual que su corazón que latia con fuerza, quedó atento a los padres de Ryoma, tomó aire por un segundo para evitar equivocarse, tenía que disculparse con ellos por lo sucedido con su hijo para apaciguar en algo la culpa que sentí en su alma, afortunadamente todo había salido mejor de lo que ella había pensando, pero debía decirles el verdadero motivo de por el que les había hablado

- Señores Echizen yo cumpliré el sueño de Ryoma-kun - manifiesta Sakuno levantando la mirada aún cuando las lágrimas se hacen presente.

- ¿Que? - preguntan ambos adultos sin entender que era lo que quería decir aquella joven.

- Yo me convertirte en la jugadora número 1 del tenis femenino con el estilo de Ryoma-kun - declara la chica de las trenzas con mucha determinación en voz y en sus ojos.

- Solo eres una soñadora - dice Nanjiro sabiendo lo mal que jugaba la muchacha y que no tenía aptitudes para el deporte

- No le hagas caso el aún está muy afectado pero considero muy tierno de tu parte - menciona Rinko limpiando sus lágrimas sorprendida de lo decidida que se había la chica

- Si y para mantener vivos los sueños de mi primo necesitarás esto - asegura la muchacha entregándole las cosas de su primo las cuales siempre usaba

- Pero es la raqueta de Ryoma-kun yo no podría usarla - manifiesta la cobriza insegura de sostener la raqueta y los objetivos personales de Ryoma

- Para que cumplas los sueños de mi hijo tendrás que usar su raqueta para que nunca olvides tu promesa - declara la madre de Ryoma colocándole el gorro de su hijo

- Gracias le prometo que no dejaré que los sueños de Ryoma-kun mueran - menciona la chica acomodándose la gorra en la cabeza

Sakuno por un momento se sintió feliz por el apoyo mostrado por ambas mujeres tomando las cosas de su querido Ryoma-kun, pero luego una oleada de nostalgia la golpeó al pensar que nunca más iba a poder ver aquel muchacho usándolas o jugando tenis con ellas. Sintiendo como nuevamente las lágrimas salían de sus ojos sentándose en una esquina sujetando con fuerza aquella raqueta esperando que nada malo le sucedieron a su enamorado

Luego de dos horas de espera donde Sakuno estuvo despierta sentada en el suelo mirando a la nada sola en un rincón luego de que su amiga tuviera que irse a su casa a cuidar a sus hermanos, cerca de las 7 de la mañana un doctor salió para dar la primera información del estado del prodigio

- Doctor como se encuentra mi hijo - pregunta el extenista preocupado por la evolución de su hijo

- Bueno lo más grave a pasado pero me temo que su hijo se encuentra en un coma - informa el doctor mirando algunos papeles que tenía relacionados con el joven tenista

- Pe-Pero cuando despertara - pregunta preocupada Sakuno luego de escuchar lo que el médico había dicho

- No lo sabemos podría ser en una hora o mañana o en unos meses tal vez en años o nunca - responde el hombre con sinceridad ya que no valía la pena engañarlos con diagnóstico positivos

Aquella noticia había tomado por sorpresa a la cobriza quien no esperaba que el diagnóstico fuera tan duro, lo mismo pensaba las demás personas que estaban en la sala de espera. Sumire podía ver lo destrozada que se encontraba su nieta decidiendo que debia ir a dormir un poco llevaba demasiadas horas en aquel lugar y tenía que descansar ella también se encontraba lastimada por el accidente

Su abuela se la había llevado a su casa y le había dado una pastilla para que pudiera dormir, la joven de las trenzas durmió todo el día y toda la noche despertando a la mañana siguiente, quedando sentada recordando todo lo sucedido para luego volver a mirar la gorra, sabiendo lo que tenía que hacer, tomo sus cosas se cambió ropa y desayuno lo más rápido posible

Necesitaba entrenar nunca había sido buena para los deportes ni mucho menos en el tenis, aún cuando había entrado en el club de tenis, tal vez había sido un error haberse comprometido de esa manera con un sueño tan grande como al que aspiraba su príncipe, pero ya no había vuelta atrás para retractarse, lo único que podía hacer era esforzarse lo más posible, salió temprano de su casa para ir a las canchas callejeras donde había visto en muchas oportunidades a Ryoma, tomo la gorra para ponerla en su cabeza y la raqueta ambos objetos le daban seguridad y fuerza

Una vez que llegó comenzó a golpear la pelota lanzándola contra la pared, por un momento le era casi imposible devolver la pelota, pero con el pasar de las horas logró devolver al menos tres o cuatro veces seguidas. Se detuvo unos segundos para recuperar el aliento antes de seguir dejando su raqueta a su lado hasta que alguien le hablo

- No crees que es mejor enfrentarte contra alguien en vez de contra la pared - dice una voz de un hombre detrás de ella provocando que la cobriza se diera vuelta

- Momo-senpai - susurra sorprendida la muchacha de las trenzas dejando de golpear su pelota para hablar - Ryoma-kun siempre decía que sino podías vencer a tu sombra como lo harías contra tu oponente

- No fue tu culpa Sakuno-chan no debes culparte - menciona Takeshi notando que la chica no se encontraba bien lo podía ver en sus ojos

- Si lo fue, sino hubiera esto tan distraída nada de esto habría pasado - dice Sakuno bajando la mirada sintiendo mucha culpa

- Ryoma estaba contigo - pregunta Momoshiro quien le parecía curioso que ambos chicos estuvieran tan tarde juntos en la escuela

- Yo yo me iba a declarar a Ryoma-kun - comenta la nieta de la entrenadora de tenis revelando el motivo del porque estaba a esa hora

- El te rechazo? - pregunta el pelinegro preocupado sabiendo el poco tacto que tenía su amigo

- No, de hecho fue muy dulce más de lo que jamás había sido, me animó hacer lo que quería, se preocupó por mi, me vio - declara Ryuzaki comenzando a llorar recordando como la había tratado su príncipe aquella tarde

- Tranquila Sakuno-chan todo estará bien - asegura Momoshiro abrazándola intentando consolarla ya que entendía el dolor que estaba sintiendo

- No, nada estará bien, se que hice una promesa, pero yo lo amo, lo amo demasiado como para .. - Alega la muchacha desesperada llorando cada vez más hasta que se desmaya