Eres mío ༄ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

CAPITULO 53

Taehyung sonrió al mirar a Jimin frente a él. La habitación de la sala estaba realmente silenciosa.

Jimin estaba sentado en la mesa frente a Taehyung, parecía que éste había cocinado un gran banquete.

— ¿Por qué no pruebas la comida? —habló el rubio mientras miraba la sumisión de éste otro.

—No tengo mucha hambre. —susurró Jimin mientras miraba sus manos, las cuales temblaban un poco. No dejaba de pensar en lo que Taehyung había dicho esa mañana.

Si comía, era más probable que esa noche Taehyung lo obligara a hacer cosas indebidas, y él no quería engañar a Yoongi.

—No has comido desde ayer en la mañana. —habló Taehyung mientras se llevaba bocado a la boca como si nada.

—Últimamente no he tenido apetito. —sonrió Jimin mientras alzaba la mirada para encontrarse con los ojos fríos de Taehyung mirándolo fijamente.

—Deberías de comer, tienes que tener energías Jimin. —El rubio sonrió mientras volvía a comer.

Jimin tragó duro y apretó sus puños aún temblorosos. — ¿P-puedo ir a dormir un poco?, me siento cansado. —habló el pelirrojo un poco sumiso.

—Claro, ve a dormir. —El rubio volvió a sonreír tiernamente, haciendo que Jimin empiece a pensar si realmente Taehyung está fingiendo ser una mala persona.

—E-está bien, provecho. —El pelirrojo se levantó y se fue lo más rápido posible. El rubio no le quitaba la mirada de encima.

—Veo qué prefieres hacerlo sin energías, pequeño. —susurró Taehyung aún con una sonrisa en sus labios.

En cuanto Jimin llegó a la habitación empezó a temblar de una manera incontrolable. Esa noche sería la peor de su vida y tal vez hasta su propia tumba.

El pelirrojo cerró la puerta de la habitación con seguro, para después empezar a buscar algo para poder contactar a Yoongi.

Aquella habitación tenía una gran ventana, pero el único problema, era que tenía rejas, era imposible salir de ahí.

La habitación del baño también tenía una ventana, pero esta era realmente pequeña, no podría sacar ni un pie por ahí.

La noche había caído de manera rápida y Jimin aún no había encontrado algo para llamar a su Alfa. Su celular había sido arrojado unos cuantos metros a la calle por Taehyung la noche que lo cachó tratando de escapar.

El pelirrojo se dio por vencido y se sentó en la cama, para después tocar la marca de su Alfa y sollozar, ¿Por qué Yoongi no podía sentir nada? Estaba empezando a odiar el lazo y sentirse solo.

Un gran dolor invadía todo su interior, sentía que iba morir si no abrazaba a su Alfa.

Todo su interior ardía cuando recordaba a Yoongi.

— ¿Y por qué mierda no me lo dijiste cuándo ese imbécil secuestró a Jimin? —habló enojado Yoongi mientras conducía lo más rápido que podía.

—No sabía qué hacer. Taehyung era mi amigo y no quería delatarlo. —contestó éste otro mientras sentía una gran vergüenza al no haber dicho nada.

—Jimin también era tu amigo, joder. —apretó el volante Yoongi mientras su olor empezaba a volverse espeso.

—L-lo siento Yoongi. De verdad que no sabía qué hacer, realmente intenté convencer a Taehyung para que hiciera lo correcto, pero él no me escuchó... Sólo me mandó a la mierda. —dijo, bajando la cabeza.

— ¿Sabes qué puedes ir a la cárcel por cómplice?

—Sí, lo sé. Y estoy dispuesto a aceptarlo.

El castaño sólo se quedó callado y siguió manejando. En cuanto Jungkook le habló de Jimin, fue lo más rápido que pudo. No se quedaría de brazos cruzados, esperando a que ese imbécil le hiciera algo a su Omega. Ya lo había intentado una vez, pero esta vez no iba a dejar escapar, lo golpearía hasta que todos y cada uno de sus huesos se rompieran y no tuvieran arreglo.