CAPITULO 59

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—Cariño, ¿tú realmente estás en cinta? —preguntó la señora Park mientras miraba a su hijo.

Jimin dudo un poco y miró a Yoongi, quien se encontraba mirando hacia otra parte evitando la mirada frustrada de su novio.

—Yoongi, te dije que fueras discreto y no besaras mi panza haciendo cariñitos. —dijo Jimin mientras cruzaba sus brazos y hacía que el castaño lo mirara.

—L-lo siento mucho cariño. No pude resistirlo. —sollozó Yoongi mientras se tapaba la cara haciendo un drama.

La señora Park se llevó sus manos a la boca y puso una cara de sorprendida. Rápidamente los ojos de la mencionada se pusieron llorosos.

—M-mamá, lo siento mucho, por favor no llores. —Jimin fue hacia donde estaba su madre e intentó controlarla. —Te juro que nos haremos cargo responsablemente del bebé, pero por favor no llores.

—C-cariño, realmente... Realmente seré abuela. —gritó la señora Park mientras alzaba sus brazos y sonreía en grande.

Ambos chicos quedaron confundidos ante la actitud de la señora Park. Los dos esperaban que esta los regañara gravemente, pero eso jamás paso.

La señora Park estaba gritando con alegría que sería abuela. Parecía una señora muy feliz.

—Oh pequeño, ven aquí. —La señora Park abrazó a Jimin y besó su frente. —Mamá sabe que lo harás muy bien. Tienes muchas cosas que aprender de ahora en adelante. Y tú... —La madre de Jimin apuntó a Yoongi. —Tendrás que cuidar muy bien a Jimin de ahora en adelante, ¿me escuchaste?

El castaño se tensó y se puso firme, para después llevar su mano en forma de saludo militar a su frente. —Sí señora, me comprometo a cuidarlos a ambos.

—Bien, bien, bien. Tengo que presumirles a mis amigas esto. —dijo la señora Park para después salir corriendo de la sala a tomar el teléfono de casa y hacer varias llamadas.

Yoongi y Jimin se miraron varios segundos, para después empezar a reír tiernamente. No había salido como lo planearon.

Jimin no tenía planeado decirle a su madre en ese instante, pero ella sola se había dado cuenta, así que eso le quitó un gran peso de encima.

—Cariño, ¿ya puedo besar tu linda pancita? —dijo Yoongi mientras hacía un tierno puchero con sus labios.

Jimin lo pensó un poco y después negó con su cabeza. —No.

— ¿Q-qué, pero por qué?

—Porque me caes mal. —dijo el pelirrojo para después darse la vuelta y empezar a irse.

—Cariño, no he hecho nada. —gritó Yoongi.

—Haz hecho que me esté poniendo más gordito. —Jimin infló sus cachetes en forma de molestia. La ropa que tenía ya no le estaba quedando, su panza comenzaba a crecer de manera rápida, eso lo ponía muy triste, ya no iba a poder ponerse la ropa que le gustaba.

Yoongi fue hacia donde estaba Jimin y apretó sus lindos cachetes, para después darle un beso corto en sus labios. —Ya te dije que eres bastante lindo así. —sonrió el mayor.

—Eso lo dices por compromiso. —volvió a hacer un puchero.

—Eres la persona más hermosa que he mirado en mi vida y espero con ansias la llegada de este lindo cachorrito. —El castaño tocó el vientre de Jimin y sonrió. —Eres perfecto, cariño.

El puchero de los labios de Jimin poco a poco se fue borrando, para después dejar ver una tímida sonrisa que hacía que sus mejillas se pusieran coloradas.

—De verdad que te amo tanto, pequeño tonto. —sonrió Jimin mientras abrazaba a su Alfa.

—Y yo más a ti, mi tierno Omega. —susurró el castaño mientras abrazaba a Jimin y repartía besos por toda su cabeza.

 —susurró el castaño mientras abrazaba a Jimin y repartía besos por toda su cabeza

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Eres mío ༄ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora