*Cap. 1*

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      Hace poco cumplí 17 años, es decir, llevo un año usando corsé, el cual mi madre me ponía cada mañana. Me estaba poco a poco acostumbrando a ello debía aceptarlo, todas los hacían, la mejor parte era usar los bellos vestidos que me había dejado mi hermana.

Una mañana, mi madre apretaba aún más fuerte el corsé. Aquel día usé por primera vez un vestido dorado con encaje de flores color rosa que resultaba extraño pero hermoso sobre todo por el contraste de texturas.

Bajé alegre como siempre, lista para saludar a papá, pero ese día me llamó la atención verlo sentado frente a un hombre. ¿Quién era y por qué estaba en casa tan temprano por la mañana? Miré extrañada a mamá y ella me dijo que el sujeto era un banquero muy respetado con el que me debía casar, que su nombre era Carl y que esta misma noche realizaríamos la fiesta de compromiso en casa, que nuestra familia, su familia y jefe estarían presentes. 

Había movimiento en la casa. Los preparativos ya habían comenzado.

Sinceramente, en ese momento, no sabía qué pensar. Lo único que se me venía a la mente eran recuerdos de mi hermana dándome consejos, siempre me decía que debíamos hacer felices a nuestros padres, que ellos nos necesitaban.

Mi hermana mayor había muerto hace un año y medio así que en honor a ella fue que acepté mi destino tan fácilmente.

Lo saludé cordial y respetuosamente avisé que iría al baño.

Carl tenía 26 años y acordaron con mi padre que 4 meses serían suficientes para conocernos y luego de ellos sería la boda.

Pensaba que esos meses serían realmente incómodos pero agradecía el esfuerzo que mi familia hacía para intentar que el muchacho me gustara. Lamentablemente, su actitud no me atrajo nada, no podría explicarlo bien pero Carl no me gustaba ni me gustaría. Y nada me haría cambiar de opinión.

Así fue como comencé a idear un plan de silencio que consistía en que, en nuestras citas diarias, a la media hora de vernos me quedaría en total silencio y haría como si ya no necesitara saber más de él. Entonces, Carl me iría a dejar a casa.

Al tercer día de mi plan de silencio, íbamos caminando por la calle sin decir una palabra y nos cruzamos con un chico sencillo (por no decirle "humilde" como mi padre prefería nombrar a quien aparentara ser "pobre") que evitó mi mirada porque ya todos en la ciudad sabían que estaba comprometida y en ese momento, además, estaba siendo acompañada por mi futuro esposo. Aun así, este chico llamó mi atención. 

Que, al pasar por el lado de Carl, vi que era más alto que él, aparentemente más delgado y con aspecto de tener 20 años. Tenía el pelo desordenado y sucio (supuestamente por un agitado día de trabajo) pero de un hermoso color miel. No pude apreciar claramente su rostro, pero aún así, en los microsegundos en que lo ví pude sentir algo, no sé qué pero supongo era lo que debería haber sentido por Carl cuando nos presentaron.

Lo que más me impresionó fue el contraste de su cabello claro con sus pestañas oscuras, incluso me hizo soñar esa noche con el posible color de sus ojos. Soñé que me miraba fijamente y sus ojos cambiaban de color lentamente en un comienzo para luego ir muy rápido de color en color.

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Gracias por llegar hasta aquí.

Nos vemos en el siguiente capítulo donde Kathline arma un plan con la ayuda de sus primas para volver a ver al dueño de aquel sueño y poder conocer el color de sus ojos.

Amor TransgresorWhere stories live. Discover now