36. Por favor, despierta (2/2)

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-La verdad es que no sé cómo sucedió- cuenta la madre de Reece al Señor Bibby.-Espero que no pase nada más, han pasado tres emergencias esta noche en chicos en coma, y aún no sé si...



-¿Familiares de Reece Bibby?- la interrumpe un médico. Era un tipo alto, corpulento y de parecer joven. En la identificación decía "Ryan Wisted - Interno". Su reflejo facial era algo espeluznaste, se notaba ¿triste?, ¿asustado?, ¿preocupado?


-Somos nosotros- dicen sus padres al unísono. Yo únicamente me pongo en pie detrás de ellos, con los brazos cruzados, no lista para recibir una mala noticia, si es que su cara lo delataba, ya lo sabía, pero tenía miedo de escucharlo...


Tampoco entendía el porqué estaba sucediendo esto..., es un chico bueno, talentoso, respetuoso, y sobre todo amante de las cosas que hace.



¿Por qué las cosas malas le pasan a las personas buenas? Es algo que siempre estará como una incógnita en mí... pero espero que pronto se encuentre una respuesta.


Recuerdo cuando conocí a Reece, fue exactamente el día de su audición en X Factor, yo también estaba ahí. Lista para cantar, cuando de pronto, a causa de los nervios... sucedió lo peor; un ataque de asma. Pero él estaba ahí, conmigo. Como si me conociera de toda una vida, ayudándome... e incluso sus padres también llegaron a auxiliarme, antes que los médicos del lugar.


Él es como la medicina que necesito nada día... realmente siento como todo mejora cuando estoy con él.


-¿Puedo verlo?- pregunto, desconociendo lo que el médico les decía a sus padres sobre si estaba bien o mal, ellos accedieron.


-Por aquí- dijo el médico. Así que sumisa a mis pensamientos otra vez, como suelo ser cuando me encuentro en una situación cuando se encuentran en peligro alguien importante en mi vida.


Tomamos un elevador para subir al piso en donde se encontraba Reece, salimos y doblamos a la esquina, entramos a una habitación muy grande.


-Es necesario que utilices tapabocas- asentí, como una niña pequeña. Hice lo que el amable médico me pidió y luego me dejó entrar a una habitación que estaba dentro de esa habitación grande. Ahí estaba Reece, dormido, aún.


Me senté a su lado, y le tome la mano y dije: -Despierta, corazón dormido- mantuve las lágrimas- sé que puedes hacerlo, cariño- suspiré.


Apoyé mi frente sobre su mano que estaba un poco más cálida que la anterior vez. Mientras que en mi mente pedía que por favor despertará, después de una hora más tarde, antes de salir de esa habitación, escuché un: - Te vez ridícula con ese tapabocas.


-¡Reece!- No soporté la emoción y me abalancé sobre él.



Al fin, mi chico favorito, había despertado.



Lloremos jajaja, qué lindo Dios mío. Espero que les haya gustado.


De paso les aviso que si les gustó este libro, pueden pasarse por mi perfil a leer otras historias sobre este chico. Bye. <3



Imaginas de Reece Bibby ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora