30. Eso es lo que provocas en mí.

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Siento una sensación distinta a mí humor natural. Reece está justo a mi lado y eso me pone aún más nerviosa.

Seguimos hablando acerca de nuestro proximo quiz, él sonríe mucho; cuando se está dirigiendo hacia mí persona, con sus manos toca mi brazo y así... mientras mueve las manos y sigue hablando. No podía estar callado.

Ambos sabemos que nuestra carrera requiere de mucho esfuerzo y disciplina, también tienes que leer, amar ayudar a las personas y por supuesto; no tenerle miedo a la sangre.

Aquí estamos empates.

-¿Estudiaste para el quiz de procedimientos?- asiento ante su pregunta.

-¿Y tú?- le digo, algo nerviosa y muy sonriente.

Él niega.

-¿Y eso?- le digo otra vez.

-Por el trabajo, Alexandra- suspira- las cosas son más difíciles cuando te toca a ti todo.

Asiento.

Realmente entendía el peso de esas palabras, aunque actualmente no me encontraba laborando en el algún lugar, en tiempo pasado ya lo había hecho, y también había estado estudiando.

Un silencio incómodo se torna en el espacio en el que estamos, estamos sentados en un sillón frente al aula número seis, y al lado el aula cinco, en la cuál recibiriamos nuestra clase de procedimientos de enfermería.

-Ya vuelvo- se pone en pie- iré al baño- me dice sonriente.- Cuida mi bolso- empieza a caminar por el pasillo, dobla a la derecha y ya no le veo más.

Me quedo mirando el piso. Mi corazón aún late con mucha fuerza, e incluso podría decirle que mi presión arterial y mi pulso están elevadas, y eso no era de preocuparse... Ya estaba acostumbrada a eso.

¿Pero porqué estaba yo tan nerviosa? ¿Qué estaba por pasar?

Es difícil de creer que empieces a sentir algo espontáneo por alguien a quien aprecias... Las cosas se ven inoportunas, incongruentes y sobre todo incómodas.

Después de varios minutos él llega, se sienta a mí lado y dice: -Tengonque decirte algo importante.

¡Dios!

-continua- le digo. Su celular suena, indicando así que ha llegado un mensaje. Él sin pena empieza a grabar un audio, y dice lo siguiente:

-Entiendo perfecto, las clases serán más aburridas sin tu presencia. Me entristece que no estés aquí.

De pronto siento como un bajón durísimo. Mis expectativas sobre respecto a lo que yo sentí, se esfumó por completo.

Imaginas de Reece Bibby ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora