6. Un regalo especial.

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Eran las 7 en punto. Alicia sabía que su fiesta estaba por dar inicio. Hoy estaba cumpliendo sus 18 años, así que como en muchas ocasiones era el tiempo de celebrar.

Se paró frente al espejo grande que tenía en su habitación a observar su reflejo.

'Qué bien me veo' pensó.

Su cuerpo estaba adherido a sus emociones, pero su corazón y alma estaban en celo.

¿Por qué se habrá ido?

Aquella pregunta resonaba en su cabeza, como si fuese dicha en un gran alto volumen y que también resonaba en la habitación.

Ella estaba extrañando a su amor.

Ella estaba extrañanado tenerlo cerca y aspirar su aroma.

Ella estaba extrañando a aquel ser que le había robado el corazón.

Su madre, Italia, entra a su habitación, ella sonríe con ternura al ver a la mujer que le dio la vida.

-Madre- dice- Siento que algo me falta- comenta mientras se observa nuevamente en el espejo. Su madre se posa por detrás de ella, acaricia sus pecosos hombros y dice sonriente: No falta nada, estás preciosa, cariño.

Alicia asiente ante el cumplido de su madre, pero ella sabe qué es lo que falta.

Ese pequeño ser que le alegró los días, meses y años.

Sí, ella estaba extrañando a su mejor amigo... a quién ella quería como alguien más.

Se prepara para salir, en descendencia de las escaleras, se escucha el bullicio de la gente aplaudiendo, dando silbidos y cumplidos a las vez.

La gente le abre paso y al final del pasillo hay alguien de espaldas... un peliteñido desconocido en su momento se da vuelta, sosteniendo un ramo de flores en sus blancas manos. Su quijada casi cae al suelo, plena exageración. Ella camina sonriendo y él también. Ambos se funden en un abrazo profundo y él susurra en su oído; -Estas preciosa, Li.

Ella se limita a asentir. Enreda sus dedos en la cabellera del chico y lo atrae hacia ella. Sin pensarlo más de una vez, se atreve a unir sus labios, él sigue su juego. Pareciera como si nadie los estuviese observando, sólo son ellos dos y su amor.

-Soy un regalo especial para ti esta noche- comenta Reece.

-Eres mi regalo especial desde hace mucho tiempo, Reece- él sonríe y vuelve a sumergirse en un beso de amor.

Sentimiento mutuo evidenciado.




ESTOY FLECHADAAAAAAA, AYUDAAAAA... Y NO ES DE REECE JAJAJAJA


Imaginas de Reece Bibby ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora