Capitulo 39

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¿De verdad lo estaba haciendo? Sí, sí lo estaba. Quería ver a Neymar más que nada, y quería que él me viera, así. Me miré en el espejo y ajusté las tiras en mis hombros. Esto era una locura. Papá me mataría si supiera lo que estaba haciendo. Lizz me aplaudiría. Tomaría las opiniones de Lizz en lo que se refiere a lo sexual. En mi opinión, lucía bien. Sospechaba que Neymar estaría complacido.

Tomé mi computadora y me conecté a Skype, enviándole una invitación a Neymar. Quería contactar con él. Menos de tres días. Podía lograrlo, especialmente ahora que lo vería y lo escucharía al mismo tiempo.

Di un paso atrás de la computadora cuando escuché el timbre que me había aceptado. Quería darle el máximo impacto y tomarme mi tiempo para revelarle mi sorpresa. Esperaba que lo amara.

"¿Bebé?" Sonaba como si estuviera a punto de explotar. Era tan lindo. Amaba lo mucho que me deseaba. Me hacía sentir poderosa.

Me reí mientras movía mi pierna hacia la pantalla de la computadora; apoyándolo lentamente contra el colchón y dándole un primer plano de mi pie. Sabía que lo enloquecería.

"Emy, me estás provocando." Se quejó. Me reí ante su ansiedad.

"¿Nunca escuchaste hablar de la anticipación?" Le pregunté.

"He estado ansioso anticipándote desde que me fui ayer por la mañana." Me dijo. "Han sido treinta y seis horas, bebé. Eso es mucho tiempo." Demasiado, demasiado tiempo. Tenía razón. Además, me estaba privando de ver su hermoso cuerpo y rostro. Esto estaba mal.

Me agaché frente a la computadora y ahí estaba, demasiado sexy en una remera y boxers. Lo hacía sin esfuerzo, pero no podía guardarle rencor ya que él era mío. "Sí, ha sido demasiado tiempo." Le dije, sentándome en la cama y dejándolo que me vea en toda mi gloria. ¿Era gloria? No lo sabía, pero la mirada en su rostro no tenía precio. Sus ojos se agrandaron, su boca se abrió y parecía que se estaba babeando. Sí, diría que este atuendo causó furor.

"Emy." Logró decir, mientras me miraba. Dios, ¿hacía calor aquí adentro? Tenía el mismo efecto en mí cuando estaba en mi cama y estando a kilómetro de distancia. Esos ojos verdes parecían que me estaban devorando. "Joder, bebé, luces increíble."

"Creí que te gustaría." Le dije. Todavía seguía impactada del efecto que tenía en él, el mismo efecto que él tenía en mí. ¿Cómo era posible que tuviera tanta suerte? Tal vez toda la mierda que pasó con mi mamá y con Marcos me ganó unos puntos en el karma, ¿pero tantos? No lo iba a cuestionar. Tenía más de lo justo y estaba bien con eso.

"Gustar es la palabra incorrecta, sexy. Me encanta. ¿Lo usarás para mí este fin de semana?" Lucía tan entusiasmado, como un cachorrito. Era la cosa más adorable.

Me reí y lo estudié. "Todo el tiempo que tú quieras." Sospechaba que no duraría mucho.

"Será un gran placer quitártelo, bebé." Dios, sí. Placer para mí y para ti, Neymar.

"Estoy segura que tendré algo de placer en eso, también."

"Nunca lo dudes, hermosa. Me aseguraré que lo disfrutes." No tenía preocupaciones. Mi cuerpo estaba un poco sensible pero ya respondía a su rostro, su voz y sus promesas.

Estaba demasiado lejos. Me agaché y tomé la computadora de la cama para colocarla en mi falda. Se sentía un poquito más cerca. "Estabas demasiado lejos."

Frunció el ceño. "Estoy demasiado lejos. Te extraño tanto, Emy."

Me mataba, de verdad. Mordí mi labio e intenté contener las lágrimas que amenazaban con salir ante esas dulces y simples palabras. "Yo también te extraño, Neymar. Es raro porque hemos tenido poco tiempo juntos pero se siente como si una parte de mí se ha ido."

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