Capitulo 34

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Si estaba soñando, no quería despertar. Estaba acurrucada en mi cama con Neymar, el tipo que me había gustado por años. Estas cosas no pasaban en la vida real, aun así, pasó en la mía. Era su pecho sexy y descubierto, que hacían de almohada a mi cabeza y sus dedos que pasaban por mi cabello hasta mi espalda. ¿Era demasiado temprano para desearlo de nuevo? Me moví más cerca de él y sus manos descansaron en mi culo. Me reí ya que sus acciones hacían eco de mis pensamientos.

"Tienes sólo una cosa en mente." Le informé, moviéndome para poder observar su hermoso rostro. Nunca me cansaba de mirarlo.

"Eso dice la chica que empezó a jugar Scrabble sucio." Me dijo con una sonrisa.

Sí, había hecho eso. No podía estar más orgullosa. "Es algo nuestro."

Él rio. "Lo es. Me gusta."

"A mi también. ¿Cómo están tus brazos?"

Los flexionó y luché por no babearme. Todo de él era sexy. Era tan equivocado pero no iba a quejarme. Era todo mío. "Un poco, pero valió la pena totalmente."

Por supuesto que sí. "Yo digo."

Sus labios rozaron los míos. "Creo que deberíamos ducharnos más tarde."

¿Otra ducha? Sí, por favor. Pero no quería que se lastimara. Tenía más usos para él. No podría aguantar otra herida. Aunque podría aguantar otra cosa. Oh, sí… maldición, concéntrate. "Creí que estabas lastimado."

Neymar parpadeó mirándome inocentemente. "Tal vez quería una ducha normal, pervertida."

¿Lo había oído mal? "Oh, okey, bueno…"

Él rio y se puso encima de mí. "Estaba bromeando, bebé." Mordió mi mentón suavemente. "No tengo por qué levantarte, sabes."

¿No? Eso era interesante. Moví mis manos por su suave y desnuda espalda. "Oh, ¿en serio?"

"Sí, en serio. Estaba pensando que podrías poner tus manos sobre la pared y tomarte por detrás…" Gah. Sí. Haz eso. ¿Qué te parece ahora? No, ahora no. Cálmate, Emy

Lamí mis labios porque sabía lo que causaba eso en él. "Creo que eso suena muy bien."

"¿Bien?" Preguntó, sonando ofendido. Hice lo mejor que pude para contener mi seriedad y asentí. Él comenzó a hacerme cosquillas y chillé. Intenté zafarme pero me tenía acorralada y hola, estaba excitado de nuevo. Dios bendiga a este hombre con energía. Esto era tan nuevo para mí. Me encantaba. No me encantaba que me hicieran cosquillas pero no me importaba hacerlas.

"¿Adecuado?" Sugerí, mientras la risa me ganaba.

"Te mostraré adecuado." La próxima cosa que supe, me estaba besando e intentando quitarme la remera. Estaba mojada y gemía, porque, sí, lo deseaba de nuevo. Se alejó de mí lo suficiente para quitarme la remera y volvió a besarme. Quité sus boxers y ahí estaba, duro y listo como yo.

Estuvo dentro de mí luego de que quité sus boxers. Tuve que aguantarme para no acabar en ese instante, porque estaba lista para hacerlo.

"¿Adecuado?" Él gruñó, dándome una dura estocada.

"¿Quieres mediarlo?" Amaba su reacción a mis palabras. Sus ojos se oscurecieron ante mis palabras y me cogió más fuerte. Levantó mi culo para penetrarme más fuerte y… ¿qué mierda? ¿Acababa de darme una nalgada? Escuché el sonido antes de sentir un pequeño ardor en mi nalga izquierda. Oh, por Dios. ¿Quién iba a decir? En serio, ¿quién diría que las nalgadas se sentían tan bien? ¿Liz lo sabía? Por supuesto que sí. Eso explicaba el traje de dominatrix. Dios. Quería que lo hiciera de nuevo. ¿Eso me hacía una rara? ¿Qué sería lo próximo, los látigos y las cadenas? ¡No soy Rihanna! Mierda, lo quería de nuevo. Sería Rihanna. Sin cadenas.

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