Capítulo 8: Un nuevo amigo

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Narra X
(El X que narra las dos veces durante este capítulo es el mismo del capítulo 6 y que reaparece en el 7)
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Las semanas han transcurrido de manera aburrida, he estado todos los días al pie del portón de la casa de esta chica y no se ha dignado a salir, por nada del mundo.

Solo me puedo poner a pensar en que, si esta chica no estará aburrida por tan monótona vida dentro de esa casa, digo, ni siquiera tiene con quién conversar, su hija apenas llega a los 7 meses de nacida y aunque le cuente cosas la niña no podrá responderle.

Si fuese yo hubiera salido desde el primer día, aunque solo recorriera las calles y no tuviera ni un solo amigo con quien conversar.

Ahora que lo pienso ¿Tengo amigos? ¿Alguna vez los tuve?

Siento una extraña sensación brotar de mi pecho, una fuerte presión que vuelve mi respiración más lenta y que hace que jadee con rapidez para poder tomar aire.

¿Esto es por culpa de ellos? por saber que solo me utilizan y después se van cuando han conseguido lo quieren, porque puedo ser su títere y que me manipulen a su antojo.

Porque soy todo menos libre.

Siento vibrar algo en mi pantalón, algo que hace que salga de inmediato de mis pensamientos y que vuelva a centrarme en la realidad.

Saco mi celular del bolsillo, miró la pantalla y es una llamada del jefe, el no responder una llamada de él es como estar asegurando un lugar en el infierno.

—¿Hola?

—¿Cómo vas con la misión? - pregunta con voz ronca.

—Todo bien — respondo vacilando mientras hago un par de ademanes con la mano qué está libre.

—¿Seguro? — cuestiona muy inseguro y casi puedo imaginarme cómo levanta la ceja y se acerca poco a poco a mí.

—Claro — sonrió levemente y con ello una sonrisita traviesa sale de mis labios.

—¿No has hecho contacto con ella cierto?

—No— respondo y de inmediato me encojo de hombros sabiendo que con aquella respuesta definitivamente estaría sentenciando mi muerte.

—¡TIENES UN SOLO TRABAJO! — grita con enfado haciendo que separé de golpe el celular de mi oído antes de que me reviente un tímpano. — ¡Y ESE ES EL VIGILAR A LA CHICA Y HACER CONTACTO CON ELLA, PERO AL PARECER SOLO HAS ESTADO PERDIENDO EL TIEMPO!

He hecho bastante por ti Barclay y no puedo creer que me estés pagando de esta manera. — concluye muy indignado.

—Lo siento, no me refería a eso. — exclamó bastante apenado. — lo que quería decir es que hoy no me he acercado a ella, pero desde luego que ya entablamos una conversación. — miento.

—Eso sí que alegra a mis oídos — responde satisfecho — sigue así con tu trabajo.

—Si, muchas gracias

—Llamaré dentro de una semana para ver tu progreso, mantenme al tanto.

—Está bien— contesto y el jefe termina con la llamada.

Ahora sí que estoy en un gran problema, ¿cómo es que se me ha ocurrido mentirle al jefe?, si se entera que esto no es cierto estoy jodido, completamente jodido.

Definitivamente necesito que la chica salga hoy o estaré muerto. 

Narra Elizabeth

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