Capítulo 29

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Veintinueve
(Venganza)

Marcos

Mire en dirección a la habitación que estaba Ruth, y allí estaba Connor saliendo con una sonrisa de oreja a oreja, fruncí el ceño imaginándome lo peor. Este hijo de puta no encuentra qué hacer con su vida esta donde no lo llaman. Camine hasta donde estaba él

—¿Qué te sucede? Pregunto de manera brusca.

—Que te pasa hermano, ahora me odias.

—Solo dime qué hacías allá dentro con Ruth, estaba alterándome.

— Bueno solo te diré que pronto me la cogere y será todo mía y tranquilo que tus críos serán míos también te arruinare la vida Marcos como lo hiciste conmigo.

—Hijo de perra, espeté.

Golpeó su rostro, el callo de rodilla al suelo y sonrió, me le lance arriba de él, al punto de propinarle una paliza pero un seguridad logró separarme de él, se escuchan murmullos. —Te matare si veo que te acerca a mi chica juro que te mataré Connor.

—Hermano no es tu mujer ni nunca lo será, ella es mía.

—Suélteme, le decía al seguridad.

—Esto no se queda así, solo escuche decirlo y se fue. Si logra hacerle daño a mi chica, juro que me vengaré.

.....Dos días después....

Ya era momento de salir del hospital, el doctor nos dejo unas indicaciones cita con un ginecólogo y sobre todo tomar reposo por los menos 2 semanas, alimentarse bien y nada de hacer fuerzas.

Manejaba camino a mi casa ella iba dormida en el asiento del copiloto con una mano en el vientre. Esta escena era lo más hermoso que podría existir. Aparqué el vehículo, me quite el cinturón de seguridad saqué el celular de mi bolsillo y le tome una foto. 

Comencé a despertarla. —Nena ya llegamos, le dije besando sus mejillas. Empezó a moverse, abrió sus ojos, lo estrujó como un bebé. —¿Dónde estamos? Pregunto.

—Está en tu nueva casa amor, la besé.

—No quiero vivir aquí Marcos, dice un poco molesta. —Quiero estar en mi casa Por favor.

—Tranquila nena, es solo por unos cuantos días.

—No Marcos no, yo quiero estar en mi casa necesito ir estar allá.

—Ok Ruth, digo molesto. —Solo hoy te quedarás aquí mañana te llevaré a tu hogar si es lo que prefieres.

Salí del carro, avente la puerta, rodeé el vehículo por el frente, abrí la puerta del copiloto la ayude a salir, caminamos hasta la puerta de mi casa toque porque sabía que mi madre se encontraba allí sostuve a Ruth de la cintura con mucho delicadeza, mi madre apareció en mi visión con unas hermosa sonrisa. —Hola madre ella es Ruth la madre de mis hijos. Mi madre se presentó y la abrazo, Ruth sonrió. —Encantada de conocerla señora.

—El gusto es mío mi niña, la volvió a abrazar. —venga pase a casa.

—Gracias madre.

Entramos a la casa camino a Ruth hacia mi dormitorio, la ayudo a recostarse en la cama y me voy dejándola sola.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2019 ⏰

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