La Pasante

Capítulo 14

Dos meses y medio

Ruth

Sonó la alarma a la 8:30 am no era de costumbre tener alarma ya que siempre me levantó temprano pero desde que comencé a trabajar ponía alarmas para avisar cada reunión que tenía el jefe pero hoy me encontraba en cama con un fuerte dolor de cabeza y fiebre, con muy pocas ganas de ir al trabajo pero esta decidió pararse ante todo situación, todo por cumplir con el trabajo.

Tome un taxi en las condiciones que estaba no me sentía muy cómoda para ver manejando. Iba muy mareada, sentía mucho mi cuerpo arder. Por algunos segundo empecé a entrecerrar los ojos y termine inclinando mi cabeza en la parte de atrás del asiento mirando hacia el techo del carro. El taxi me observa por el retrovisor y me pregunta

—El taxista—. ¿Se encuentra bien joven?

—Ruth—. Si estoy bien.

—El taxista—. Llegamos señorita.

—Ruth—. Gracias señor. Termina pagándole y se desmonta del vehículo.

Entre a la empresa muy rápido un poco nerviosa no vi a Letty en su puesto. —Mmm suspire... que extraño siempre esta en la recepción. Fui corriendo rápido y logre sentarme en el escritorio mientras iba acomodaba mi bolso a un lado de mi pies derecho comenzó a sonar el teléfono. —Buen día Sr.Marcos ¿En qué puedo ayudarlo? Esta se encontraba algo asustada porque era primera vez que llegaba tarde al trabajo.

—Marcos—. ¿Sra. Ruth podrías traerme una taza de café y una té?

Desde hace par de semanas he comenzado a notar en mi que adoro escuchar su voz ronca por las mañanas es tan hermoso se siente como si estuviera cerca mío me hace olvidar cada problema. Suspire poniendo mi mano en el pecho cerca del corazón sintiendo los latidos del corazón a la misma vez mis cachetes se ponen un poco rojos y le respondo —Si, Sr. Marcos.

Dirigiéndome al kichenette comienza a sentirme muy mareada mis piernas temblaban pero saqué fuerza y servir el café y té. Llegando a la oficina toco dos veces esperando respuesta 
— Pase—. Entro alzó mi mirada y noté como que el Sr.Marcos estaba con compañía. Un Joven muy apuesto, al parecer son amigo o socios. Él me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Marcos frunce el ceño y gruñe un poco. El acompañante comienza a toser un poco poniendo su mano derecha cerca de sus labios. Fue un momento incómodo.

—Buen día. Marcos me mira y me indica que pase alzando su mana derecha.
Camino con dificulta tambaleando de un lugar a otro y siento miradas muy penetrante arriba de mi.

—¿Te encuentras bien? Con un poco de ansiedad y curiosidad le pregunté.

—Si, estoy bien. Poniendo la bandeja en el escritorio. Le pasó el café al Sr. Marcos y él al invitado.

—Me retiro dije entre susurró.

—Esta bien, luego hablamos. Me dijo. Estando casi saliendo perdí el equilibrio de mi cuerpo y solo sentía como me caía de espalda y unos brazos me sujetaron hasta quedarme desmayada solo escuchaba voces

—Esta ardiendo en fiebre—.

—Acomódala  en el sofá—.

Marcos

Llegando a la empresa saludo a Letty estando cerca del escritorio de mi asistente note que no había llegado, ya eran la 8:15 y ella siempre llega temprano en ese momento estaba acompañado de un colega vino a cerrar un negocio viejo. Entrando a la oficina me siento y le indico al colega que tome asiento.

—Marcos—. Me disculpa un momento

—Si claro no hay problema.

Tomo el teléfono y marco la línea de Letty —Hola Letty.