Primeras veces.

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¿Esperabas qué eso fuera todo? La verdad aún me queda mucho por decir, como por ejemplo; la primera vez que te vi, o la primera vez que me abrazaste. Tuve muchas primeras veces contigo y de niguna me olvido. Parece que esta historia tiene más capítulos, técnicamente todavía no sé cual es el final, pero si sé cual es el principio, de esa manera entenderás el por qué de cada cosa que hice.
De alguna forma no puedo olvidar el día en que te conocí; cruzaste la puerta y entraste al aula, en ese entonces me parecías muy linda, te presentaste con todos los demás y nos dijiste tu nombre, pero nadie lo podía pronunciar, era tan complicado que tuviste que escribirlo en la pizarra, desde ahí supe que tu vida era interesante, no pude evitar sentir una atracción hacia ti, algo tenías que me hacía querer averiguarlo todo. Creía que enamorarme de alguien más teniendo pareja era algo malo, pero me dí cuenta de que era posible amar incluso a más de dos almas. Nunca antes me había enamorado de alguien hasta que llegaste, era a penas una niña, sin noción sobre las relaciones, o los corazones rotos, no entendía porque me emocionaba tanto cada vez que sabía que iba a verte, o porque temblaba cuando estaba cerca de tí, tampoco entendía porque mí corazón latía tan fuerte cuando alguien mencionaba tu nombre. Estuve días confundida, sin saber que hacer ni a quien acudir, creía que algo estaba mal dentro de mi, había escuchado anteriormente sobre el amor pero pensé que sólo pasaba en los cuentos, nunca me imaginé que pudiera experimentar tal cosa.
No sabía que era lo peor, no conocía ningún caso en donde una mujer se enamorara de otra mujer, así que por esa razón todo se me hizo el doble de complicado, pero no era sólo eso, no solamente estaba enamorada de una mujer sino también de alguien mayor que yo, y de alguien que ya tenía pareja, era un verdadero tormento para una niña de 13 años. Tuve varias etapas al enamorarme de ti, al inicio negué mis sentimientos, hice de todo para sacarte de mi mente, luego me plantee una pequeña hipótesis, "Quizás esté enamorada, pero no es nada serio ni importante" después busqué ayuda y contacté a varias personas que estaban pasando por lo mismo, unos desconocidos me hicieron ver que mi situación no era la peor ni mucho menos maligna, me explicaron todo lo que debía de saber, y gracias a ellos entendí que amar a alguien de tu mismo sexo no era un pecado, que aún asi seguía siendo amor y por lo tanto no era algo incorrecto. Me hicieron ver que todo en mí estaba bien, esto me lleva a la última etapa, finalmente lo acepté, tú me gustabas, estaba enamorada, y justo en esos momentos ahora el problema era que debía hacer después de resolver aquel gran dilema. Sólo pasaron unos meses y conocí a alguien nuevo, que se robó mi corazón, y me enamoró, era un amor distinto al tuyo, un poco menos intenso, entonces tomé la decisión de intentar algo, pero antes lo correcto era olvidarte, aunque en vez de eso me forcé a cambiar mi amor, y esperar a que lo que sentía por ti, se convirtiera en lo que quería sentir por esa nueva persona. Fallé, una y otra vez, no podía, mi corazón sólo deseaba dedicarte tiempo, sólo quería amarte a ti, era injusto para la otra persona, porque me entregaba todo lo que te ofrecía y nunca se lo agradecí, en lugar de eso me enfoqué en ti y a pesar de que demostrabas no necesitarme yo seguía estando ahí. Te culpó por llevarte todo mi cariño, todas mis ganas y sonrisas, te culpó por quitarme la bondad y dulzura que tenía, la gentilidad, y el romanticismo, te culpó por arrebatarme la idea de que el amor era sano y agradable, te culpo por crear heridas en mi, pero no te culpo por se mi primer amor. La primera vez que me abrazaste, sí, así como se escucha "Tú me abrazaste" fue un abrazo diferente, fuiste gentil, y no te aventaste hacía a mí, te aseguraste de que yo quisiera lo mismo, nunca nadie había mostrado interés por lo que yo pensará; con tu voz tan angelical y dulce preguntaste si podías abrazarme, la primera vez no pudo haber sido más perfecta, era obvio que quería estar en tus brazos, y no sólo un rato, sino por el resto de mi vida, era obvio que amaba estar cerca de ti, pero tu no sabías eso así que a causa de los nervios solo asentí con la cabeza y de pronto sentí tu cuerpo sobre el mío, y tus manos rodeándome, ese gran espectáculo solo duro unos 5 segundos, pero fueron los 5 segundos más increíbles que he pasado. Los abrazos empezaron a ser frecuentes, y me di cuenta de que había una sola manera de conseguirlos, era darte un obsequio y no tenía que ser una fecha especial, eso no te molestaba o al menos eso me hiciste creer, cada detalle lo aceptabas con sonrisas sinceras, siempre me agradecias, luego me decías algo lindo y después la mejor parte venía, a diferencia de la primera vez ya no me hacías la pregunta porque te diste cuenta de me encantaba sentirte cerca. Antes de ti yo odiaba cualquier contacto físico pero cuando tus abrazos y yo nos conocimos supe que eso era lo que quería y necesitaba, y es que podía pasarme días a tu lado, haciendo nada y aun así serían los mejores momentos del mundo. Nuestra primera foto fue antes de navidad, tu te la pasarías con tu familia y yo con la mía, y no nos veríamos hasta dentro de unos meses así que decidí llevarte un regalo, no era gran cosa, fue una carta y unos chocolates, demasiado romántico de mi parte, ese día te acompañó alguien muy especial para ti; tú pareja, cuando lo ví me empecé a arrepentir de lo que iba a hacer, pero me contuve, seguí mi plan, fuí directo a buscarte y no me importo absolutamente nada más que entregarte el regalo en tus manos, cabe aclarar que no pude hacer todo esto sola, mis amigas me acompañaron y ellas fueron las que me convencieron de no irme, los primeros minutos me la pasé sin decir nada, hasta que me arme de valor y entonces saqué la caja de chocolates junto con la carta, tu sin decir nada mostraste tu felicidad, como siempre, me agradeciste, me abrazaste y luego, bueno, quise marcar ese momento por toda mi vida, así que perdi la pena y tu pareja me hizo el favor de tomar la foto, debo admitir que fue una de las cosas más difíciles que he hecho, la pareja de la persona que amaba sostenía mi celular, nos veía, yo lo veía, la cámara aparecía y desaparecía, solo me podía concentrar en el rostro de ese chico, me pregunté sí acaso el podía notar que alguien más estaba enamorado o enamorada de su chica, pero creo que no sospecho nada, él no te prestaba tanta atencion como creías, me di cuenta de eso, ya que por ese motivo tuve tiempo para intentar conquistarte. La primera y última vez que me contaste sobre tu vida lo hiciste con tanta emoción, no sé si era solo yo pero tus ojos brillaban, me hablaste de una anécdota y hasta el día de hoy aún la recuerdo, si cobrarás por tu tiempo yo pagaría millones para escuchar más historias de ti, y es que tu voz era tan cálida, tan relajante, que me perdía en las ondas perfectas que transmitía aquel sonido. La primera vez que te sorprendí; debo admitir que ese es el mejor recuerdo que tengo, te di un regalo que para mi era algo simple pero sabía lo mucho que te gustaría, y que te haría muy felíz y eso lo hacía valioso, también entregarte aquél objeto tan preciado para ti, demostraba la atención que te prestaba, no sé como nadie antes no había hecho algo asi por ti nunca, no sé como nadie antes no sé había empeñado tanto en alegrarte, para mí fue un honor comprarte ese disco con mi propio dinero y es que tu merecías el mundo entero, no importaba quedarme sin un peso con tal de que sonrieras todo el tiempo. Ese día las horas no me alcanzaron para hablar contigo, no me alcanzaron para disfrutar ese bello momento, estábamos contra reloj, pero cada pequeño detalle valió la pena, el disco fue tu regalo pero tu sonrisa fue el mío, te emocionaste tanto que casí rompes en llanto, esa fue una de las mejores muestras de afecto que me has entregado, lloraste de felicidad lo que significa que cumplí mi objetivo, mejore tu día por completo y quiero creer que también tu vida pero eso no sería totalmente cierto, no te bastó con esas lágrimas para agradecerme, subiste una historia a tus redes sociales en donde me mencionaste, jamás me había sentido tan especial, jamás me habían agradecido tanto, luego subiste un video disfrutando de las buenas canciones de ese disco, yo ya había ganado, tenía una parte de tu corazón, tu tenías mis regalos lo que quiere decir que tienes recuerdos que tal vez duren por toda la vida. La primera vez que fuimos a una fiesta, bueno, en realidad fuimos por separado, te encontré ahí por casualidad pero se me hace mejor llamarlo "nuestra primera fiesta". Regresemos a ese día; era de noche, había mucha gente y muchos coches estacionados, yo reconocí el tuyo, un coche impecable rojo, tan brillante y limpio, esa era tu marca, hacer que las cosas parecieran tan perfectas por fuera. Ese día mis padres me acompañaron y debo admitir que me hubiera gustado más estar sola. No sabía si buscarte entre toda la multitud o sólo esperar si el destino estaba de mi lado, pero acto seguido, te encontre sin siquiera intentarlo, fue una enorme casualidad, dentro de todas las mesas que habían, mis padres decidieron sentarse en dónde tu estabas, ellos no te conocían y tu tampoco a ellos, pero ese día se saludaron, choqué mi mirada con la tuya y quede totalmente sorprendida, me sonreíste como si en verdad te hubiera emocionado verme, te devolví el gesto y casí temblando levante la mano en señal de saludo, tu pareja estaba sentado a tu lado, pero no le tomé importancia y a penas lo miré, en realidad lo único en lo que me perjudicada era que tapaba mi vista hacía ti. No podía soportar estar en frente de ti y correr el riesgo de que mis padres o tu novio descubrieran mi mirada de enamorada, tampoco soportaba las ganas de tener una conversación contigo o de abrazarte, sentía que iba a explotar sino me apartaba de la mesa en ese instante, así que hice lo mejor que pude, por suerte mis amigas estaban detrás de nosotros y aunque nunca antes había interactuando con ellas, prefería estar en su mesa que en la de donde estabas. Salí casí disparada de mi asiento, esperando estar más tranquila del otro lado, pero seguían en frente de mí, sólo que esta vez tenía la vista solo para mí, y nadie se daba cuenta de mi interés. Esa noche la inspiración me atacó, habían miles de pensamientos vagando por mi mente, jugando conmigo, me aturdian con preguntas, así que antes de adentrarme a una locura, escribí lo que sentía, casi lloro en frente de todos pero me contuve y me dejé llevar por las palabras, le di vida a un texto nuevo, uno más sobre ti:
"Hoy la ví, una vez más una vez menos, la vi sin mis ojos de enamorada, la vi sin su magia, esta vez no tenía una luz resplandeciente que siempre resaltaba en ella, la miré y por primera vez vi la realidad en ella, vi lo que nunca quería ver. No podía hablarla, a penas podía verla, se me es imposible aceptar que ella es feliz con alguien, yo veía su sonrisa, pero no veía que provocaba esa sonrisa, entonces cuando me decidí a hacerlo, lo vi a él, emorados uno del otro, riendo, entregándose sus miradas, sus abrazos, estaban conectados, cuando me di cuenta de eso, aprecié solamente unos segundos de su belleza y luego, él apareció, adueñándose de mis pensamientos, llenándome de preguntas sin respuestas, ¿Qué tenía el?  ¿Por qué la hacía tan feliz?  ¿Cómo podía tenerla tan enamorada?  ¿Qué lo hacía tan especial?  ¿Algún día ese amor se acabaría?  ¿Y que pasaría después?  ¿Durarían para siempre?  ¿Él sería el amor de su vida? Sin saber que hacer, sin poder moverme, luché todo lo que pude para apartar mi mirada de ellos, porque una parte de mi quería seguir viendola pero no podía verla sin verlo a el, entonces sin darme cuenta ya había dejado de verlos, intenté alejar todos esos pensamientos pero fue imposible. Tenía que aceptar la realidad aunque me doliera, porque vivir en una mentira es peor así que como no tenía opción lo hice, la miré por última vez y entendí lo que jamás había entendido, ella no me iba a amar, jamás me iba a dar su cariño, ella sonreía por él y con él, por primera vez su sonrisa no me hizo sonreír también, fue todo lo contrario, sentí como cada parte de mí se hacía pedazos lentamente, ella jamás iba a sonreír conmigo como lo hacía con el, jamás me iba a abrazar como lo abrazaba a el, yo no podía más, no podía respirar, mi cerebro colapsaba, aunque dolió mucho al fin entendí lo que trataba de entender. Ella estaba enamorada y no era de mi porque eso nunca pasaría, se supone que debemos estar felíz porque la persona que amamos es felíz y por años yo había hecho eso, pero esta vez no fue así, porque su felicidad dependía de alguien más, su corazón le pertenecía a él, así fue y así será por siempre, no puedes meterte en la vida de una persona e intentar serlo todo cuando en realidad no eres nada, no puedes interferir en la felicidad y amor de dos almas, no puedes separarlos aunque intentes porque así es el amor, es resistente a todo, no puedes romperlo sin antes salir lastimado, yo lo intenté y el resultado fue ese, no esperes llegar a lo peor para darte cuenta de que alejarte es lo mejor."

Claro que solo fueron palabras y no hechos, porque ahí decía que aceptaba la realidad, que no me ibas a amar y muchas cosas más pero lo que en verdad creía era que si lo intentaba un poco más entonces lo lograría, tenía muchas esperanzas y eso terminó destruyendome, ese texto solo decía lo que era mejor para mi pero no lo que quería hacer, lo que quería era seguir esforzándome para hacerte felíz y para que me apreciarás en tu vida. Después de esa gran escena de reflexión, hice caso omiso a mi propio consejo y me di cuenta esa noche de que estaba decidida a hablarte, a interactuar contigo aunque sea unos minutos, quería atreverme a acercarme y conseguir un abrazo de despedida pero como siempre lo sobre pense y el tiempo se me acabo, cuando volteé a verte, estabas por salir de la fiesta. Dicen que haces locuras por amor, y bueno esa noche yo hice una, no me iba a ir de esa fiesta sin despedirme, pero no podía ir corriendo hacía ti porque se hubiera visto muy raro, así que usé mi don para convencer a las personas y les dije a mis amigas sobre ti, obviamente me salte la parte en la que me enamoré pero tuve tanta suerte que ellas me dijeron que te conocían, aún mejor que tenían una historia contigo, luego les dije que se acercarán a hablarte para detenerte pero se negaron a ir sin mi, así que las acompañé, yo tenía un plan pero no lo seguí y resultó ser una buena opción, ellas te saludaron y luego me acerque a ti, ese vestido azul en ti se veía tan bien de cerca, tu me viste y entonces conseguí lo que tanto quería, fue un saludo y despedida, y como costumbre tuya me besaste la mejia, obligué a mis amigas a que se tomaran una foto contigo, se suponía que solo observaría, pero tu me quisiste en aquella fotografía, me pare a tu lado, rodeando tu cintura y mientras tu novio estaba desesperado por irse yo me enamoraba más de ti, yo era felíz porque el tiempo nunca fue tu preocupación, sí alguien te necesitaba hacías lo posible por atenderlo, sí alguien se encontraba en problemas dejabas todo por ayudarlo. Esa noche obtuve un recuerdo más, sino hubiera sido por ser tan insegura o temerosa, yo te conocería más, tendría más recuerdos, tu me querrías más, mi timidez era insoportable pero para mi corta edad ya tenía demasiados problemas en la cabeza y eso era mi impedimento para muchas cosas.

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⏰ Última actualización: Nov 24, 2019 ⏰

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