La actitud que está tomando la madre de Blake es bastante confusa; no está enojada, antes por el contrario ¡Se está riendo! Lo está haciendo en nuestras malditas caras.
—No me vengas con bromas estupidas —Me mira nuevamente para lo que supongo seguir con sus reproches —¿Crees que este inmaduro realmente está enamorado de ti?
No me atrevo a responderle. No tengo ni la menor idea de lo que debería decir sin que ella lo sienta de manera ofensiva.
—Creo que ya te escuchamos lo suficiente —Interviene Blake tomándome de la mano mientras me lleva en dirección a la puerta principal, supongo que prefiere que nos vayamos de su casa pero no se si caminando sea la mejor opción para mi.
—¡¿A donde rayos crees que la vas a llevar?! —El insípido de Keiton nos detiene, y... en cierta parte lo agradezco, acabo de salir del hospital y no quiero ser reintegrada a la verdadera casa del terror —Súbete al maldito auto ¡Ahora!
—Cálmate —Me suelto de la mano de Blake y al hacerlo noto la sorpresa en su rostro, yo tampoco esperaba tener que hacerlo pero ya tuvimos bastantes gritos por diez minutos —Solo quiero hablar con él un momento.
—Me importa una mi...
—¡Mi amor! ¿Que haces despierto a esta hora?
¿Mi amor? ¡Esta lagartona!
Luego de detallar muy bien a Margo, ella hace exactamente lo mismo conmigo, pues al igual que yo, no tenía idea de mi presencia en la casa de "su amor"
—¿Que haces tú aquí? —Quien creía que era MI castaño suelta esa pregunta con cierta molestia en su voz.
—Anoche quedamos de vernos.
Mis oídos no pueden creer lo que están escuchando; realmente estoy tratando de mantener la calma ¿Como es posible que Blake estuviera saliendo nuevamente con su ex novia y yo no estuviera enterada? Soy una completa idiota.
Sin decir nada, doy la vuelta, tomo del brazo a mi hermano y literalmente lo arrastro hasta la puerta del piloto para que encienda esa cosa y podamos irnos lo más lejos de aquí.
—Espera... —Blake habla a mis espaldas, escucho como tartamudea para no decir una idiotez, lo que me indica la cantidad de mentiras que van a salir de su gran y hermosa bocota —Nada de esto es lo que se está pasando por tu cabeza
—¿Ah no? —Me doy la vuelta para poder tener completa visión de su rostro, está preocupado pero a la vez parece como si nada de esto le importara en lo absoluto —¿Entonces? No soy tan ingenua como parezco ¿Sabes eso?
—Nunca dije que fueras ingenua —
Veo la molestia que le provoca tener que explicarme algo que no me incumbe y es verdad, nada de esto me interesa y mucho menos él tiene la obligación se responderme así que no debería estar pidiéndole algo lo cual él no debe hacer.
—Da igual, me voy a casa.
...
—Al menos no te acostaste con él.
—¡¿Pensabas hacerlo con ese baboso?!
—¡¿Que haces en mi habitación?! —Le gritó por décima vez a mi hermano, se ha estado entrometiendo en todas nuestras conversaciones; resulta de Shawn vino a verme porque teme que pueda recurrir al suicidio por lo miserable que está resultando ser mi vida en los últimos días.
—Respeto tu privacidad como hermano pero tengo todo el derecho a estar informado acerca de todo lo que haces fuera de casa.
—¿Si? Eso debiste hacer con tu novia y mira, están esperando dos bebés.

ESTÁS LEYENDO
Mesa para dos ©
Teen FictionEn la universidad estamos acostumbrados a ver cómo las chicas prefieren estar con los deportistas más codiciados del lugar y que incluso muchas veces son recocidos por la mayoría de la ciudad; pero siempre hay un caso en particular que destaca por s...