V: Licántropos

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Esa cola de dragón le puso en duda si de verdad lo ocurrido esta mañana, tuviera implicada a la resistencia. Solo un necio ira a este bosque a esconderse, y más todavía si de quien has de evitar, es el ejercito, que tiene una base militar cerca del bosque. Busco una buena posición para encontrar a la criatura con la que se había cruzado sin que lo descubriera, no tardó mucho en poder encontrar un buen ángulo de visión. Era un lobo dragón verde, una cría, Max, que se dirigía al lago, iba solo. Al llegar, se metió en el agua y comenzó a bucear.

Este dragón estaba acostumbrado al buceo, se podría decir que podría vivir bajo el agua sin problemas, al rato una loba blanca llegó a la orilla, que chapoteó con cierta tranquilidad. Esa señal la conocía el dragón completamente, salió del agua casi de inmediato, salpicando un poco a Ventisca, la cual le dedicó un divertido aullido.

Ambos lobos comenzaron un momento intimo, en el que Jack se comenzó a sentir un intruso. Mientras ambos animales disfrutaban del uno al otro, nuestro espía no se iba a quedar parado, se planteó por un momento disparar a muerte a ambos animales, podría hacerlo sin problemas, pero quería comprobar una cosa antes de asesinarlos, estaba claro que era joven, quería ver su forma original, depende de su edad todavía podría vivir con sus padres, matarlo ahora no sería la mejor opción si quería limpiar el bosque de este tipo de criaturas.

Esta situación se mantuvo una hora, la pareja de lobos estuvieron pescando y jugando, entre otras cosas, todo apuntaba a que Max podía controlar el agua, y que gracias a ello, podía ayudar a Ventisca a mantener la respiración en dicho liquido de alguna manera. Consiguieron buena pesca, la cual Jack no sabia a donde se dirigiría tanta cantidad de comida, había más que para dos lobos jóvenes. Y tenia razón, los lobos no se terminaron el desayuno, una parte de los peces ni los habían tocado, "¿Los guardarían para alguien?".

Cuando la luz del alba empezó a salir, el dragón Lobo que había, se convirtió en un dragón erizo, de edad bastante joven, un niño. Pero por como se miraban ambos lobos, estaba claro de que la relación que mantenían los dos no era solo de amistad, el celo en la edad de los lobos parece que también le afecta a la licantropía, sin hacer proporciones de edades. Este pensamiento se lo intento apartar nuestro soldado-espía de la cabeza lo antes posible, estas dudas y suposiciones solo entorpecían su objetivo, descubrir si este niño estaba solo, y vivía con la loba blanca, o tenía unos padres.

-Me he de ir Vent, a la noche nos vemos otra vez, ¿oki? - Ventisca le contestó con un cariñoso mordisco en la mano. El verde ha estaba acostumbrado a que los lobos mostraran afecto de esa manera, al principio no le gustaba, le daba miedo que le hiciera daño sin querer, pero ya estaba acostumbrado, nunca le dolía y sabía que nunca le dolería ese tipo de mordiscos, al menos por parte de ella. La respuesta al mordisco fue una ligera acaricia por el suave pelaje blanco, junto a una sonrisa, momentos después, el dragón desapareció en el bosque para dejar a la loba blanca, sola.

Jack no podía dejar escapar al dragón, tenía que seguirlo, pero esa lobita seguro que no se lo pondría fácil, si llegara a descubrirlo, y si disparaba a Ventisca podría causar un problema que no le gustaría tener, no le agradaba la idea de llamar la atención sin motivo, y la posibilidad de que un licántropo lo ataque por la espalda, no le hacia especialmente demasiada ilusión, debía moverse rápido y sin ser descubierto, tenía que rodear el lago.

El lago es muy grande, se compone de una gran porción de agua rodeada de meros de tierra y hierva, un rio conectaba unas montañas no demasiado lejanas con esa gran masa de agua, y otro rio conectaba el lago, con el mar. Muchos animales del bosque iban al rio a beber agua, pescar, buscar animales que cazar... Suele ser un lugar bastante hostil para los herbívoros dependiendo la hora a la que se encuentran, eso provoca que siempre cerca del agua se suelan encontrar los restos de diversos animalitos que tuvieron una terrible muerte a manos de la naturaleza. La zona libre de gran vegetación es contrastada con el muro de arboles que la rodeaba, el cual tiene pequeños caminos naturales que permiten entrar al recinto. Una completa ratonera natural que todo animal del bosque acababa forzado a visitar. Jack se encontraba completamente en linea recta de donde se había escapado su dragón, podría salir de su escondite y atravesar el lago, con algo de suerte, Ventisca no lo descubría y no perdería de vista al dragón. Otra opción era rodear el lago, consumiría mucho tiempo, pero no se arriesgaría a ser encontrado y enfrentarse en una batalla para matar a un animal, que podría gastarle demasiado tiempo o llevar a perder su plan en el caso que Max acudiera a la ayuda del animal tras escuchar el disparo.

Al final optó por rodear el lago, lo que no se esperó era que la vegetación fuera tan intensa, haciéndole muy tedioso el rodearlo. No tenia otra opción y continuo su carrera contra el tiempo y los arboles y plantas, muchas con varias púas en las hojas y tallos, que no pudo evitar el contacto en varias ocasiones, cuando llegó al camino que había tomado su objetivo, mostraba algunas heridas alrededor de su cuerpo, igualmente, continuo el paso del bosque.

No veía a Max, pero encontró un pequeño rastro de huellas que posiblemente fueran de él, solo tenia que seguirlas y esperar a tener suerte. Por suerte para él, esas huellas si que pertenecían a su dragón, y no solo eso, le llevaron a una cueva, que es posiblemente donde vivía su familia. Estaba vacía, pero con un poco de investigación a su interior se podía encontrar rastros de animales grandes, posiblemente de dragones.

Ahora que sabía que Max tenía una familia, seguramente de licántropos, solo le faltaba una única cosa en su plan, encontrar el refugio en el que se dirigían durante las horas de sol, podría existir la posibilidad que se dirijan a a la ciudad a vivir en su forma normal, pero lo que no tenia sentido es como podían fingir no ser dragones, como puede ser que no los hayan descubierto todavía. Todo eso no importa exactamente, podían atraparlos en su forma nocturna sin demasiadas complicaciones, y ahora mas todavía, sabiendo donde pasan la las horas sin sol, solo le quedaba comentarlo al área 51 para organizar la captura de dichas criaturas.

En el área 51, ya estaban todos despiertos y haciendo sus quehaceres, estaban organizando los escuadrones para partir al ataque de dos refugios de la resistencia, encontrados gracias a Jack. Partirían esta misma tarde, el general estaba dando las ultimas instrucciones antes de que un escuadrón formado por 200 soldados se dirija a exterminar rebeldes, había mucha confianza en que esa misión saga bien, los integrantes de ambos refugio eran los que se llamaban "almacenes", solían enviar ayudas a los que de verdad se encontraban en el frente de batalla, tanto alimentos como armas, no habían guerreros expertos ni con experiencia en combate.

El lobo marrón, se dirigió al tigre para comentarle lo sucedido:

- Señor, podemos hablar un momento en privado, es sobre los licántropos del bosque.

- Si, ¿que ocurre?

- Es una familia, he encontrado el refugio que tienen en la noche, por el día se dirigen posiblemente a la ciudad.

- Perfecto, dirigirás a un escuadrón hacia el lugar en el que se esconden por la noche nuestros monstruos, allí los intentareis mantener con vida, los traeréis aquí, los encerraremos, interrogaremos y después, los mataremos.

- De acuerdo, necesitare bastantes hombres para eso, son también dragones y pueden volar, por lo que quizá apoyo aéreo no me vendría nada mal en la misión.

- De acuerdo, dame unos minutos a terminar de organizar esta partida a los dos almacenes. Después organizaremos el movimiento de captura de licántropos dragones.

- Si mi general, ahora si me disculpas voy a ir a descansar un poco - Tras esa conversación, el lobo se dirigió a su respectiva habitación del recinto militar, el tamaño era similar al de una celda, pero solo para él y con el derecho a poder entrar y salir cuando quisiera. Las habitaciones se construyeron con la finalidad de ser una zona de descanso de los soldados, no para que los soldados se quedaran a vivir allí, así podrían tener un gran numero de "celdas" en un espacio reducido. Lo que el arquitecto no tubo en cuenta, es que la mayoría de soldados tendrían que acabar haciendo vida en la base militar, provocando que la estancia en los aposentos no sea demasiado agradable. Se tumbó en la cama, que según el, era lo mejor de la sala, y razón no le faltaba, y se cayó en un profundo sueño que le duró largas horas.

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